El jueves 8 de septiembre dará inicio el proceso electoral federal. Los ciudadanos debemos elegir al presidente de la República y renovar el Congreso de la Unión; además de elegir a 27 diputados al Congreso del Estado de Aguascalientes. Con esta colaboración daré inicio a una serie de artículos de opinión para aportar elementos racionales para el debate de las ideas y abonar a la crónica de la política hidrocálida con hechos curiosos. Espero alcanzar el objetivo.
Una virtud política ha sido el novedoso modelo del Frente Ciudadano por México (FCM), registrado ante el INE por los dirigentes nacionales del PAN-PRD y MC, y que por supuesto no tiene fines electorales, sino filosóficos; su objeto es pensar en cómo cambiar “el régimen” de partidos en México. Han tomado como guía la propuesta de un “pensador del PRI” Manlio Fabio Beltrones, relativa a los “gobiernos de Coalición” para alcanzar la “gobernabilidad ciudadana”. Así las cosas, el próximo Secretario de Gobernación deberá ser propuesto por un partido distinto al que haya ganado las elecciones. Luego se transformará en el “jefe de Gabinete” validado por el Congreso de la Unión al igual que el resto de los miembros del futuro gabinete del próximo presidente de México. Bueno así lo entendí.
Un hermoso vicio político escenificado por la familia priista de Aguascalientes le puso calor al ambiente húmedo que nos regalan los huracanes desde el pacífico y Golfo de México. Los dimes y diretes entre “granadinos y lorenos” han calentado el ambiente. Ambos bandos han sostenido un delirante desencuentro público, similar a los divorcios apasionados. Nadie, en el entorno familiar de la pareja, alcanza a dar una explicación racional sobre las causas que originan tan agresivas infidencias y diatribas. Quienes los aman los apapachan y quienes los odian los exhiben. Se insiste en que sus lanzas se rompieron debido a los celos malsanos surgidos en una oscura habitación azul. Los testigos del pleito, quedaron azorados por los graciosos argumentos del secuestro y la incompetencia como causales principales del divorcio. La sutileza del lenguaje en la respuesta de una de las partes y la mediación de expertos en manejo del fuego, apaciguaría de momento el conato de incendio, pero los bomberos fracasaron en su intento. Así nacen los contubernios y hay que despegarlos. Los vicios y las pasiones desbordadas abonan a la cargada. Mientras tanto, sus adversarios cruzan apuestas y en sus butacas VIP de cuarta dimensión esperan sentir la vibración de los desprecios y el derramamiento de sangre sobre sus ojos azules.