Matt Bellamy, cuando Muse estaba en su apogeo crítico y mediático, dijo que la gira en la que ellos (ya leyendas en Reino Unido) iban a abrirle a My Chemical Romance (por allá de 2007/08) no estaba tan mal ya que los chavales iban a conocer algo mejor. Muy arrogante, pero cierto. En ese entonces, Muse venía del aclamado Black Holes and Revelations y se consagraron como favoritos nivel estadio. Los discos siguientes fueron entrando a terrenos electrónicos y dance que poco tuvieron que ver con aquello en que basaron su fama: ser un grupo de rock de 3 personas que sonaba como un conjunto de 10. El desastre de su entrada al pop tiene un lado positivo: no son un grupo estancado en su mismo sonido. Ver caso U2. Pero definitivamente ese camino consagró a Bellamy como un ídolo nivel Bono. Raro.
Zoé es por muchos lados la banda ¿alternativa? ¿de rock? ¿independiente? más grande de México. Sí, sí Café Tacvba son otros para la eternidad, pero su trabajo desde Cuatro Caminos (disco que amo) ha sido un tanto irrelevante y su canción más conocida ni siquiera es representativa de la discografía. Zoé tiene un dato poco conocido, ser la banda (no género banda, je) independiente más exitosa de México. Su producción es pagada por ellos mismos y su disquera (antes EMI, ahora Universal) sólo es distribuidora. Universal luchó tanto por conservarlos en su alineación que accedió a tener una sociedad con la banda para emprender un estudio (Panoram) y una vanity label para lanzar nuevos proyectos con el visto bueno de Zoé. Cabe mencionar que ninguna de esas bandas es de calidad-oh-por-Dios.
Es un grupo que funciona como empresa. Se nota que no se hablan. Es un hecho que León es divo y no llega a probar sonido. Y que no viven enteramente de dádivas de institutos culturales que sucumben a la mafia de los promotores. Como el misterioso hecho que gente tan chafa como Los Daniels o Claxons toquen cada año en ferias de puebla. Irónicamente, en un evento promovido por un instituto cultural municipal (hola, Álex, gran acierto) pude volver a ver Zoé en vivo. Y sí, una gran empresa. Un show frío, cumplidor, pero espectacular a nivel calidad. Todos los músicos al cien. Y León Larregui será la burla de Twitter, pero tiene un vocerrón.
La audiencia era una escena peculiar. Niños, como ahora llamo a los escuincles de 15 años, comiendo chasca en el Jardín de las Jacarandas, sentados en el piso. Muchos padres jóvenes con hijos en brazo. Gente que no había nacido cuando salió Rocanlover. Oficinistas con cuerpo de oficinista viendo el concierto junto a una pareja que no le podía valer más madre Zoé. Chavas alucinadas. Ex-emos disfrutando. Zoé fue mi droga de entrada a cosas más padres como The Cure o New Order, pero a mi no me da pena decir que es la banda con la que he crecido y la que sigo con eterna nostalgia. Soy fan de Zoé. ¿Y tú?
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