
Mucho se ha hablado sobre las consecuencias del sismo, el dinero público, Margarita Zavala, Ricardo Anaya, Barrales, Dante, el Frente, Meade, Narro, Nuño, López Obrador y el INE, pero pocos han discutido sobre lo verdaderamente serio en el 2018: se debe pensar un proceso electoral austero, justo, igualitario y que elija al mejor gobernante de la nación, pero también a los mejores gobernadores y alcaldes, a los que nuestro país necesita.
Para ello tenemos que imaginar las elecciones más austeras de la historia y debatamos sobre la voluntad política, no se necesitan hacer reformas legales para tenerlas y para reformar el modelo de campañas, se necesita voluntad del Instituto Nacional Electoral, de los candidatos independientes, de los medios de comunicación y de los partidos políticos, después hablaremos, como ya es costumbre, de las reformas necesarias.
Hoy, debemos pensar en las mejores elecciones y algunas propuestas son las siguientes:
*Debates y no spots
Se debe poner fin a producir spots y acordar que ese tiempo se utilizará en debates organizados por la autoridad electoral, académicos prestigiosos y miembros de la sociedad civil; para eso se necesita un acuerdo nacional entre partidos políticos y autoridad electoral, quien con ese acuerdo podrá modificar la pauta nacional y local de los espacios televisivos.
Lo anterior permitirá ahorro en la producción de los spots por parte de los partidos, pero también permitirá que los partidos y candidatos privilegien las ideas y las propuestas sobre los mensajes pegajosos y sin profundidad. Permitirá que los candidatos se preparen, estudien, diseñen un plan de gobierno, sean innovadores y que quienes no tengan la capacidad de gobernar ni siquiera se postulen, por vergüenza a hacer el ridículo en los debates.
Nos merecemos muchos debates en 2018, Krauze dice que 10 y son los mínimos, debe haber debates regionales donde los candidatos expongan las soluciones a los problemas del norte, del sur, del occidente o del centro y un gran debate nacional; para mejorar el formato de debate se necesita conformar una gran Comisión de Debates en la que debe estar Raúl Trejo, experto en medios de comunicación, Gabriel Sosa, Enrique Krauze, Aguilar Camín, Juan Villoro, María Marván, Amparo Casar, Ricardo Raphael, Curzio, Lydia Cacho, Cuauhtémoc Cárdenas, Fernández de Cevallos, Manlio Fabio Beltrones, Elena Poniatowska, Aristegui, Silva Herzog y algunos jóvenes como León Krauze, Jorge Álvarez Máynez, Clemente Castañeda, Juan Zavala, Alejandro Encinas Nájera, Jorge Triana o Viridiana Ríos.
Esta Comisión deberá definir un formato abierto, accesible, dinámico, atractivo y que sobre todo exhiba las mejores cualidades de los candidatos como gobernantes, propuestas, plan e país, calidad moral, argumentos y exhiba casos de corrupción; además deberá definir sedes y reglas para moderadores, medios de comunicación y público, estos debates deberán estar abiertos a la participación de los ciudadanos quienes podrán preguntar y poner sus temas en el debate.
*Reducir tiempos y financiamiento
Este gran pacto entre partidos políticos deberá incluir la reducción de financiamiento público en campañas políticas, la ley garantiza entregarlo, pero no obliga a gastarlos, por lo que le gran pacto deberá incluir acuerdos para no publicar espectaculares, lonas, volantes, paraguas, bolsas, material impreso y prohibir las pautas publicitarias en medios tradicionales, además de disminuir la campaña a un mes de intensos debates y giras de trabajo con tertulias que aporten a la discusión pública. Este pacto deberá incluir a los grandes emporios de medios de comunicación quienes deberán aportar coberturas inteligentes y negarse a ser un juego de guerra sucia, cuando se trate de información que difame o calumnie.
Para esto es cuestión de voluntad política no de modificaciones legales.
*Legalidad y promoción de participación ciudadana
EL INE deberá cumplir con su pacto, aplicando con rigor la ley y sancionando actos anticipados de campaña, sancionando el despilfarro, monitoreando el gasto, los mensajes y las malas prácticas, además de fortalecer la fiscalización y sancionar, comportarse a la altura de la elección más importante en la historia del país. Pero también tendrá el reto de que estas elecciones sean en las que más participan los ciudadanos, sobre todo los jóvenes, por lo que deberá implementar mensajes estratégicos e inversión en educación cívica para provocar que ciudadanos participen.
*Observadores ciudadanos y transparencia
Habrá dinero privado, habrá dinero sucio, habrá corrupción, sí, porque el 2018 significa luchar contra el régimen cultural establecido por prácticas arcaicas de compra de voto, acarreo y corrupción, por eso se debe incentivar la participación de los jóvenes, se debe promover la figura de observadores ciudadanos y se debe exigir transparencia en el gasto de los candidatos y partidos políticos. Habrá que decirlo claro a los candidatos, quienes no sean transparentes sobre el origen y destino de los recursos desde la campaña no merecen un voto.
Se debe aumentar el nivel de debate, el nivel de compromiso de los candidatos, se debe realizar un pacto entre partidos y autoridades electorales, se debe pugnar por la transparencia, se trata de transformar el país en el 2018, pero desde las campañas. Es hoy, no para el 2024 y no podemos minimizar el debate a que la ley ya no permite modificaciones, la voluntad política es el padre de todos los motores, es el motor que mueve todo, incluso podrá transformar el andamiaje electoral para el 2018.