- Mientras Gagarin se convertía en el primer ser humano en el espacio, yo jugaba a los indios y los vaqueros en Chilpancingo: Neri Vela
- “Todo comienza con un reto, con un sueño”: el primer astronauta mexicano en la Feria del Libro
Todo comienza con un reto, con un sueño, indicó Rodolfo Neri Vela ante el auditorio con el que compartió sus experiencias, el astronauta mexicano también hizo referencia al papel que ha jugado la ciencia ficción como inspiración para los descubrimientos científicos.
Como parte de la 49 Feria del Libro de Aguascalientes y dentro de las actividades del Festival de Literatura Fantástica y Ciencia Ficción Spatium I, el primer astronauta mexicano ofreció una conferencia magistral sobre la Semana Mundial del Espacio.
Recién que el astronauta subió al estrado, aplaudió la labor del Instituto Cultural de Aguascalientes (ICA) para la promoción de la literatura de ciencia ficción, un género que desde siempre ha inspirado los grandes avances tecnológicos y científicos, por ejemplo, Julio Verne había predicho en sus historias que los viajes al espacio arrancarían desde Florida, en los Estados Unidos, como sucede en la actualidad en Cabo Cañaveral.
Tras la introducción, Neri Vela comenzó a hablar de su historia cuyos primeros años ocurrieron en Chilpancingo, en Guerrero. Mientras jugaba a los indios y los vaqueros y veía las películas de Pedro Infante, en 1962, el soviético Yuri Gagarin se convirtió en el primer ser humano en llegar y viajar por espacio exterior.
Sin embargo, el viaje del soviético para entonces no le llegó a interesar al guerrerense ya que por su edad no comprendía la importancia de dicho acontecimiento, además de que debido al contexto internacional y la influencia norteamericana, era un logro que habían conseguido unos comunistas con malas intenciones.
Años después y por la presión que había impuesto la Unión Soviética a los Estados Unidos, cuando Neri Vela cumplía los 17 años y cursaba el segundo año de estudios en la preparatoria Número 2 de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la nave norteamericana Apolo 11, llevó a los primeros seres humanos a la Luna, convirtiendo a Neil Armstrong en el primer hombre en pisar la superficie lunar.
Este gran acontecimiento marcó a Neri Vela, quien de una vez por todas decidió convertirse en ingeniero mecánico eléctrico especializado en las telecomunicaciones por la UNAM, sin embargo era consciente que entonces los únicos programas espaciales eran los de la Unión Soviética y los Estados Unidos por lo que la posibilidad de convertirse en astronauta era poca, “Todo comienza con un reto, con un sueño”.
Neri Vega es ingeniero en electrónica por la UNAM, maestro en Sistemas de Telecomunicaciones en la Universidad de Essex, Inglaterra y recibió un doctorado de la Universidad de Birmingham. En 1985 fue seleccionado para convertirse en el primer astronauta de México y Latinoamérica que participó en una misión de la NASA en el transbordador espacial Atlantis; también participó en la Agencia Espacial Mexicana en Europa. Recientemente le fue entregada la medalla al mérito cívico Eduardo Neri y legisladores de 1913, en sesión solemne del Congreso de la Unión.
En la conferencia, Neri Vela explicó que a la mitad de su carrera, su padre se quedó sin trabajo, por lo que tuvo que ponerse a trabajar mientras concluía con sus estudios universitarios, pero fue este revés el que ocasionó que consiguiera un pequeño trabajo en la UNAM que después le abriría puertas para conseguir el acceso a estudiar una maestría en Essex, Reino Unido, y posteriormente una beca del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) para seguir con un doctorado en radiación electromagnética en la Universidad de Birmingham, “Lo que quiero decir es que yo sí aproveché mi juventud”.
Su experiencia en telecomunicaciones y el inicio de la etapa de los astronautas científicos de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA por sus siglas en inglés), coincidieron finalmente en la apertura de un espacio para Neri Vela en la misión STS-61-B del Transbordador Espacial Atlantis, convirtiéndose de esta manera en el primer astronauta mexicano en llegar al espacio exterior.