Carlos Reyes Sahagún | Cronista del municipio de Aguascalientes
El día 7 se cumplen 110 años del sacrificio de Jesús García Corona, santo patrono de los trabajadores ferrocarrileros, el Héroe de Nacozari. Hace años, cuando los hombres del riel constituían el gremio más abundante y poderoso de Aguascalientes, era esta una fiesta muy principal.
Pero no sólo aquí se celebraba. En Estación Rincón, una pequeña ranchería ubicada en la margen de la vía férrea México Ciudad Juárez, justo donde el camino de hierro se sobrepone a la carretera que comunica a Tepezalá con Rincón de Romos, en este último municipio, se realizaba una celebración que incluía un pequeño desfile encabezado por viejos rieleros de ese lugar, a quienes seguían la escolta y los escolares de la única escuela del rancho. Al final del cortejo desfilaba quien presidía la conmemoración, Su Graciosa Majestad, la reina de este humilde fasto.
La imagen corresponde a la festividad de 2003. Va la reina franqueada por sus princesas, orgullosa en su vestido blanco, su corona y su resplandor, remate de una capa celeste; casi como si se tratara de una Purísima Concepción ranchera. En las manos, que descansan suavemente en su regazo, reposa el cetro, signo de su jerarquía, junto con la corona.
Van la reina y sus princesas, todas llenas de gracia, a bordo de su trono móvil, improvisado sobre la caja de una camioneta pick up, justo donde otro día irá la pastura para el ganado, o los implementos agrícolas para el cultivo, o los fertilizantes, el abono; cualquier cosa que se requiera para sobrevivir en el mundo rural.
Ignoro cuál habrá sido el procedimiento electivo, pero nada más de ver la expresión de la princesa que va la diestra de Su Majestad, me queda la impresión de que no estuvo de acuerdo con el resultado.
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