- Una novela polifónica sobre las relaciones personales a través de las rede sociales
Cuatro personajes se encuentran y desencuentran en las páginas de la novela Salida de emergencia de la escritora mexicana Maira Colín (Ciudad de México), publicada por la joven editorial mexicana La Cifra. Una novela polifónica que pone sobre el papel preguntas y temas que se encuentran en el entramado cultural del momento histórico en el que nos tocó vivir: Las relaciones personales, el miedo a la soledad, la imagen que nos hemos construido como personas y que vendemos, promocionamos, a través de las redes sociales. ¿Quiénes somos realmente? Se pregunta la autora a través de las voces de los cuatro personajes que construyen el universo literario de Colín.
Regina, guapa, vanidosa, es fotógrafa freelance y sufre todos los meses para poder pagar la renta de su departamento. Sufre porque la libertad conlleva una serie de responsabilidad para las que tal vez todavía no esté preparada. Pero todos sus conocidos viven así, con problemas, pero independientes, atrapados en la imagen que se construyen a través de las redes, y por lo tanto, ella no puede ser la excepción. Gabriel, por su parte, pertenece a una familia con una capacidad económica que le permite a él darse la buena vida. Solo le interesa la fiesta, las mujeres y pasar la noche en su enorme departamento, adonde trae siempre a las conquistas de la noche. Sin embargo, estos dos personajes solitarios, pero totalmente egoístas chocarán de frente e iniciarán una historia de amor que parecerá llegar a buen puerto. Todo ante la mirada de sus amigos, Laura y Rubén, la típica pareja que parece destinada a casarse joven y vivir amargada por el resto de sus vidas. Ella vive obsesionada con los detalles de su boda, mientras a su alrededor la vida familiar, esa que le funciona como espejo para su futuro, se desmorona rápidamente. Mientras que él, Rubén es el típico hombre sin objetivos y sin voluntad, que está feliz porque alguien se ha fijado en él. Entregado a la idea del amor, Rubén de repente se encontrará totalmente enamorado de la mejor amiga de su novia, Regina, pero no encontrará la forma de acercarse a ella más que a través de canciones que le manda por el chat de Facebook.
Soledad, miedo, angustias infantiles que conforman la psique de personas adultas que simplemente aún no se encuentran. Necesidad de romper esa soledad que parece condenar a los habitantes de las megaurbes, son los temas que conforman la primer novela de Maira Colín, quien también ha escrito cuentos y ensayos y quien ha publicado un par de libros infantiles, que también fue becaria del Fonca y que recientemente se hizo acreedora al Premio Nacional de Poesía Bartolomé Delgado de León que otorga el Gobierno de Sonora.
“La novela fue resultado de un trabajo de tres años, después de la beca del Fonca, pero que estuvimos trabajando junto con el editor de la editorial La Cifra, en ese proceso la revisé y le encontré ciertas cosas, el inicio es completamente otro, es que entendí más a los personajes, me di cuenta que quería describirlos demasiado”, nos comentó la escritora en entrevista.
Javier Moro Hernández (JMH): ¿Cómo decidiste trabajar en el inicio de la novela en donde aparecen las 4 voces que van a desarrollar la novela; Regina, Gabriel, Laura y Rubén? Porque es una novela que se desarrolla a partir de lo que ellos van contando.
Maira Colín (MC): El inicio de la novela nos relataba una fiesta de donde Regina sale, todo eso estaba descrito y se veían a muchos personajes, que también desaparecieron después del trabajo de edición, pero decidí eliminarlo, porque Gabriel es un personaje que tiene la característica de ser muy arrogante, así que le fui dando vueltas sobre cómo entrarle y decidí que para los personajes femeninos usaría la tercera persona y los masculinos estarían en primera, me pareció entonces que la tercera sería una buena manera de entrar, pero el entretejido de las diferentes voces a lo largo de la novela tuve que usar un mapa que tenía en mi casa.
JMH: La novela retrata a un grupo de personas de una generación, por ejemplo, el caso de Laura que está obsesionada con la boda con Rubén, que es un personaje que simplemente se deja ir, no toma decisiones sobre el asunto, no quiere tomar decisiones, hasta que se enamora de otra mujer.
MC: Sí, esa fue la intención original, justo lo que yo quería era dar mi versión sobre esos estereotipos, porque debo admitir que tengo cierta molestia por los estereotipos demasiado circunscritos, hay una novela que trata sobre la vida de un burócrata, que es el peor burócrata de la historia de la literatura, porque no tiene que ser el burócrata kafkiano o estilo García Márquez, no creo en eso, pero me molesta que ese personaje en particular sea retratado de una manera tan inverosímil, y por supuesto que se ve que hay un dejo de desprecio del autor hacia ese personaje, eso me molestaba mucho, hay otra novela que me gusta mucho que retrata a la gente del mundo del arte, pero también me molesta porque me resulta inverosímil, porque desde mi punto de vista, el autor no se tomó el tiempo para observar cómo funciona ese circuito, y por supuesto que hay muchas cosas despreciables, pero creo que si tienes la necesidad de retratar a un cierto grupo de personas, de retratar esos estereotipos, hay que echarse un buen clavado, y resaltar lo que tú quieres resaltar, pero no por eso caer en clichés o burlas, que desnudan a tu personaje y lo terminan haciendo burdo, entonces en mi neurosis y en mi forma de ver la vida, decidí que quería hacer mi versión sobre esos estereotipos, sobre la chica que se quiere casar, que sueña con casarse, de la que todo el mundo piensa que es en realidad un poco estúpida, pero que realmente deberíamos preguntarnos todos los demás ¿Por qué eso es estúpido? Todas esas preguntas y transitando sobre esas preguntas me dieron pie a dar mi versión sobre este tipo de personas.
JMH: ¿Qué tan fácil fue adentrarte en los 4 estereotipos que tus personajes representan y cuestionarlos y hablar sobre ellos?
MC: Lo más complicado fue ponerlo en el lugar que tú quieres, analizarlos desde una visión completa, porque uno puede decir que yo tengo un estereotipo de fresa y el lector decirme este personaje no tiene nada de eso, entonces hacer este movimiento entre que realmente se reconozca el estereotipo para poder dialogar con el lector, pero al mismo tiempo dar tu interpretación sobre eso, y sobre esas neurosis, porque al final a mí lo que me interesaba era sobre esas cosas súper irrelevantes, nimias, sin importancia, cosas menores, a mí me gustan esos temas. Me gusta la definición del universo desde ahí, a mí no me gusta hablar de las grandes constelaciones, sino de esas estrellas efímeras que a la mejor nadie más vio ni registro en el mapa, pero que para ti fue un momento.
JMH: Otro de los temas que aborda la novela es justo la dificultad que afrontamos los seres humanos para relacionarnos en este momento, parece que es más fácil relacionarnos a través de las redes sociales.
MC: Creo que hay mucho egoísmo, mucho narcisismo, que se antepone a cualquier relación, y luego está la interpretación que se le dan a ciertas cuestiones, a mí me enloquece que la gente haga señalamientos a partir de lo que se dice o se comparte en las redes sociales, hay toda una lectura que se da a las cosas que se comparte, de lo que se dice, tenemos unos atrevimientos en la inmediatez que me resultan alucinantes, estamos estrechando brechas que suenan fuera de toda proporción, pero es que así lo estamos viviendo, se generan muchas hipótesis a partir de una información que es social, y de todo eso se hace una carga emocional, eso me parece alucinante, entonces cuando empecé la novela, todas esas partes de las redes sociales estaban plasmadas a través de correos electrónicos, pero sin duda las redes sociales van ganando primicia en nuestras relaciones sociales, en las formas en las que nos relacionamos y por supuesto el correo electrónico ya no tenía que ver con lo que yo quería expresar, entonces ahí me di cuenta de que necesitaba darle su lugar a las redes sociales, porque si la novela va sobre las relaciones es imposible no hablar del Facebook en estos momentos.
JMH: Son personajes muy solitarios los cuatro protagonistas de la novela, a pesar de que toda la novela es acerca de su relación con otras personas.
MC: Son personajes que están stalkeando a otras personas, son personajes que no pueden decir lo que sienten sino es a través de canciones, tenemos una imposibilidad de relacionarnos, eso es algo muy fuerte, en ese sentido yo me siento identificado, y ponerlo en todos los personajes que conforman la novela, porque es algo que tienen todos, pues es parte de vivir en esta ciudad, y esas dos partes, la soledad y la incapacidad para relacionarnos, son consecuencias de haber puesto como contexto a la Ciudad de México, para mí era muy importante también retratar esa parte porque creo que la gente que vive en esta ciudad tiene una relación muy intensa con la ciudad, tal vez es la relación más intensa que tenemos, con la ciudad, y entonces hay días que detestas esta ciudad y quisieras acabar con todo, y hay días que no puedes vibrar más alto que estando aquí y comprendiendo el espacio geográfico y la territorialización que tienes de este lugar, entonces a mí eso me interesaba mucho, la relación que se mantiene con la Ciudad de México, porque yo creo que esa es la gran pregunta sobre la megalópolis, ¿Cómo es posible que haya concentraciones de millones de personas y estés tan solo? Ahora en Corea los programas de moda se trata de ver a la gente comer, algo que parece muy deprimente, pero en ese sentido no está tan lejos de la gente que está por las madrugadas stalkeando el perfil de Facebook de la chica que te gusta, a la chica con la que quisiera salir, no es tan lejano.
JMH: Quería tocar al personaje de Regina, que es una persona que se ha hecho fuerte a sí misma, pero que no se permite mostrarse débil ante Gabriel, y eso viene en relación con lo que mencionas: no podemos mostrar debilidad ni en las redes ni ante la gente, hay una necesidad de crear una imagen pública de nosotros mismos.
MC: Un avatar, es una especie de pornografía que se difunde a través de nuestras redes sociales, esto de “¡No puede ser más feliz que en este justo instante de la historia de la humanidad!” o también está su reverso, cuando nos hablan de los peores días de nuestra vida. Es un registro sobre nuestra vida, sobre nuestra interioridad, que me confunde y que me hace preguntarme qué buscamos al hacer eso en las redes, ¿Cuál es el objetivo de hacer performance de uno mismo en las redes sociales, para que la gente crea que somos las personas que decimos ser en Facebook? Y si no tenemos ninguna interacción física el único registro que tienes de tal o cual persona es eso que ponemos, ¿qué estamos buscando? ¿Qué avatar estoy tratando de generar en las redes? Y Regina está en ese loop constante, todos los personajes en realidad, están inmersos en esa dinámica de rehuir de lo que son para acercarse a algo que no son, a una imagen que quisieran dar a los otros, nuestra generación está en problemas serios.
JMH: A Gabriel lo dejé un poco al final, porque es un personaje que puede generar cierto rechazo. Es un tipo que está basado en su imagen, en la del galán. Pero que al final de cuentas es súper egoísta.
MC: Lo que me cuestiono es qué pasa con la imagen, con las ideas que subyacen en hombres como Gabriel, esas ideas que lo cruzan sobre el machismo, sobre la equidad de género. Todas estas preguntas están dando vueltas, parece que la envoltura de Gabriel es muy fácil de leer, el rollo es cuando te encuentras con este tipo amable, considerado, alguien que ha estudiado, y que en el interior están dominado por las preguntas que mencionaba, pero también por tener una preocupación muy férrea y arraigada de cómo se evalúa a sí mismo a través de todo el asunto de ser hombre, del macho, pero lo que realmente me preocupa es que en el corte transversal a todos los hombres o a muchos hombres, nos deja ver esta manera en la que ellos ven a la mujer, una manera que nos cosifica y que hace muy complicado que nos relacionemos hombres y mujeres, y en el fondo es que Gabriel parece sufrir más porque alguien no cedió a sus impulsos o sus deseos, no creo que sufra por Regina, sufre por él, se deprime muchísimo porque alguien, por primera vez, le dijo que no.