- Esta ley es muestra del caduco sistema que tenemos, al dejar en manos del mandatario nacional la orden directa al Ejército para actuar
- Es lamentable que la designación en puerta del ombudsman se haya negociado aparentemente por la aprobación del replaqueo
La presencia del Ejército en las calles podría, en una primera instancia, brindar cierta percepción de seguridad y tranquilidad a la población, sin embargo las acciones que desarrolle en pro de esta exigencia general abonarán a que las corporaciones policiacas vayan perdiendo el control y la fuerza de lo que tenían; el presidente estatal del Partido de la Revolución Democrática, Emanuelle Sánchez Nájera, precisó que cuando las fuerzas castrenses se retiran, dejan un hueco mucho mayor de lo que había cuando recibieron el mando, lo más grave es que durante su ejercicio se encuentran constantes violaciones a los derechos humanos.
Si bien resaltó que las labores que desarrolla el Ejército mexicano en el objetivo de brindar seguridad a la nación son muy valiosas, no deben suplir la función de los policías; son elementos que han dado muestras claras y contundentes de su capacitación es impecable, como se percibió hace unos meses que actuaron de manera coordinada ante los desastres naturales, pero no pueden salir a patrullar, porque no están hechos para la prevención o la disuasión, sino para la reacción, que suele ser contundente, “cuando un militar entra en acción con algo de fuego, no actúa para disuadir sino para eliminar al adversario, lo que provoca serias violaciones a los derechos humanos y un riesgo grave e inminente a la población en general”.
Recalcó que para ello es fundamental que se designe a un ombudsman fuerte, que pueda poner una voz en alto; ante la designación en puerta del mismo, lamentó las expresiones que resultan de que supuestamente será en función de una negociación para que se aprobara el pago del replaqueo; Sánchez Nájera destacó que no se puede permitir que el nuevo responsable de la Comisión Estatal de Derechos Humanos vaya a llegar para ser tapadera del sistema, “como en muchos otros casos ha ocurrido, habría más que lamentar, de ninguna manera podríamos dar el aval a algo como esto, no tenemos conocimiento de que haya ocurrido, pero en caso de que así sea alzaremos la voz”.
Reiteró que no sólo este sentido hay grave riesgo de que se vulneren los derechos de las personas, ya que en general la ciudadanía se enfrentará a una situación de indefensión, ya que si actualmente no sabe cómo defenderse de la policía, mucho menos tendrá podrá actuar en contra de los militares, “creo que se está cayendo en la tentación grave de que la respuesta a la inseguridad que se vive en el país, está precisamente en el hecho de militarizarlo y ya vimos que no”.
El líder del PRD recordó que hay casos claros, contundentes y dolorosos, donde ha estado involucrado el Ejército; dijo que Michoacán fue forzado a esta guerra por la estrategia de Felipe Calderón al llegar a su mandato, y los resultados son negativos; además recalcó que con la facultad que la Ley de Seguridad Interior otorga al presidente de la República de dar la última orden sobre las acciones del Ejército, se evidencia el caduco sistema en el que ya vivimos; “la construcción posible del Frente Ciudadano precisamente busca eliminar la posibilidad de que el mandatario nacional, un solo hombre decida sobre el destino de los millones de mexicanos en el país; es una decisión equivocada que no admite que nadie le diga lo contrario”.
Consideró que esta medida tiene fines electoreros, ya que sin medir las grandes consecuencias de que conlleva, se intenta justificar con acciones en la búsqueda de salvaguardar los derechos y la seguridad integral de un ciudadano, sin embargo es inminente el peligro que implica tener al ejército en la calle, ya que puede reaccionar a una orden específica, como la del presidente de la República, sin un sentido claro; “puede resultar en esencia atractivo, pero a mediano y largo plazo va a ser muy dañino para el país”.
En lo que respecta a las decisiones de los legisladores para los nuevos comisionados del Instituto Estatal de Transparencia y la designación en puerta del ombudsman, Sánchez Nájera lamentó que no se haya alcanzado a entender que su responsabilidad no está en buscar funcionarios cómodos para cada legislatura, sino en procurar a los mejores hombres o mujeres que puedan enfrentar cada cargo, “este es un lastre cultural, político y social que hemos venido arrastrando desde hace muchos gobiernos; ojalá en poco tiempo se le pueda dar un giro, decisiones diferentes, tenemos que esperar que se puedan construir cosas como éstas”.