- Los gobiernos deben atender a las desigualdades sociales; México necesita de un mejor reparto de su riqueza
- El fin de año es el momento idóneo para hacer un análisis personal de lo que se hizo por mejorar en lo individual y en nuestro entorno
Aunque en estas temporadas de fiestas se dejan de las problemáticas sociales, todos se avocan a las celebraciones, éstos siguen vigentes, lamentó el vocero de la Diócesis de Aguascalientes, Carlos Alvarado Quezada, quien pidió a las autoridades prestar más atención a las deficiencias que padece la sociedad; el año está por concluir y no se registra un verdadero avance en la calidad de vida de las familias.
Hizo un llamado al gobierno, sus funcionarios, la clase política privilegiada, a los representantes populares y los partidos que los postulan, para que se den cuenta de que el principal problema del país ya no es la pobreza en sí misma, sino el ahondamiento de las desigualdades sociales; recalcó que México necesita de un mejor reparto de su riqueza, para lograrlo se requiere de más ingresos fiscales, inversión pública y privada, ser más competitivos, terminar con los monopolios y dejar atrás los lastres paternalistas del estado benefactor.
El sacerdote enfatizó que pese a los esfuerzos de las familias, hay quienes no logran salir del bache económico en que se encuentran; trabajos mal pagados, y pocas oportunidades de crecimiento son un obstáculo para ello; “hay millones de familias trabajadoras que siguen sin poder ver la suya; diciembres vienen y van y seguimos en las mismas”.
La gente trata de salir adelante, hacen hasta lo imposible por conseguir un trabajo y nada cambia, las condiciones sociales con los gobiernos del pasado y los de hoy siguen siendo idénticas, condenó el presbítero.
Recalcó que las clases sociales medias y bajas están excluidas, se requieren mejores condiciones de equidad social, por lo menos para garantizarles un buen futuro a sus hijos; si bien dijo que el panorama que se vislumbra para el siguiente año es complicado, las cosas puedan mejorar o ser diferentes, si las autoridades abonaran a una actuación con sinceridad y verdad en la corresponsabilidad ante las necesidades de los demás; “mientras más estamos apegados a esta mala globalización de la indiferencia tan marcada en los poderes, sin interesarnos en los demás, será difícil cambiar”, resaltó.
En este sentido, Alvarado Quezada apuntó este fin de año como el momento idóneo para hacer un análisis personal de lo que se hizo por mejorar en lo individual, pero también aportando algo mejor a nuestro entorno; dijo que las personas solemos iniciar cada año con una serie de propósitos encaminados a conseguir algo que nos parece deberíamos tener o nos gustaría tener, como buscar empleo, mejorar nuestra salud; obtener, mejorar o cambiar algún bien material, pero si lo analizamos, todos nuestros deseos en el fondo se basan en una serie de necesidades que tenemos y cuya satisfacción se pospone por atender a lo más apremiante, “se deja siempre en segundo plano lo verdaderamente importante”, indicó.