- La falta de vegetación por el crecimiento de la mancha urbana los obliga a reubicarse o en definitiva a la extinción
- Sierra Fría, Bosque de Cobos y Cerro del Muerto, los sitios que deben tener mayor protección
Se ha generado un grave atentado hacía los animales endémicos de la región derivado del crecimiento de la mancha urbana, indicó Guadalupe Castorena Esparza, pues ha faltado mayor voluntad política para la conservación de estas especies, ya que no se ha preservado su habitad, por el contrario, se reduce cada vez la vegetación de la que se alimentan, condenándolas a la extinción.
“Parece que en este tema vamos un paso adelante y dos para atrás, está muy difícil por la destrucción del hábitat”; la presidente de Movimiento Ambiental destacó que en Bosque de Cobos es alarmante el problema de desmonte, pues provoca la movilidad de la fauna que radica en el lugar, si la mancha de vegetación disminuye, irán muriendo y desapareciendo las especies que aún habitan en el lugar.
Castorena Esparza precisó que es en la Sierra Fría donde aún se preserva parte de la fauna de la región, por ser una zona conservada, sin embargo, hay organismos que no han logrado sobrevivir al ataque que se ha dado al ecosistema. Relató que no se ha procurado la conservación integral de la vegetación, por lo que si bien hay posibilidades para la fauna, como el venado cola blanca, el zorrito, la rata de campo y todo tipo de aves, al ser un área mejor cuidada que en el Cerro de Muerto, que pese a ser una zona de conservación, los pocos organismos que hay sobreviven cada vez con mayor dificultad, no están en condiciones óptimas.
Indicó que en vida silvestre sólo sobreviven algunas especies de aves que no requieren de mucha vegetación para subsistir; en tanto que de la rana de madriguera, dijo, no es suficiente la canalización de recursos a la organización protectora de dicho anfibio, si no se les da el espacio adecuado.
“Se siguen haciendo oídos sordos, a que no es nada más que se conserve un charquito en donde viva, es necesario preservar toda el área, donde pueda ser un corredor biológico, no nada más una isla que en cualquier momento puede desaparecer”, la bióloga recalcó la importancia de que se cuente con vegetación acorde, para que el anfibio pueda vivir de forma tranquila, ya que con las construcciones consolidadas en las inmediaciones del sitio Ramsar, se ha dejado aislada.
Precisó que especies como pumas y linces rojos siguen siendo parte de la región, con mayor presencia en la parte de la Sierra Occidental que ocupa a Aguascalientes, sin embargo, se encuentran pocas especies que habitaban principalmente en la Sierra Fría, el último caso de avistamiento fue el de la puma que murió atropellada a principios de año, dijo que presumiblemente tenía cachorros, que esperaban su regreso, sin embargo se hizo la solicitud a Profepa para que diera certeza de ello y a la fecha no se ha tenido respuesta. “Que nos dijeran si era esta puma a la que se referían con anterioridad, con una asociación que se llama Mundo Siempre Vivo, pedimos la aclaración de a dónde había ido el cuerpo y si fueron a buscar los cachorros, en caso de que fuera”.
Del lince rojo Castorena Esparza detalló que hubo avistamiento hace algunos años, debido a una trampa ubicada en los Cobos, se tienen rastros biológicos que hace pensar que todavía hay, pero no se ha captado ninguno a últimas fechas, si bien se cuenta con foto trampas, en estos sitios. “Atrás de Las Violetas había una letrina donde siempre habíamos estado viendo excretas; pese a que el promovente de apellido Cabral dice que no hay nada, hemos visto huellas de venado que bajan a la presa de Los Parga; una impresionante cantidad de aves han sido registradas en el lugar, tanto por los compañeros de Coaves como en Conabio”.
