- Negocios con permisos de venta de alcohol deben responsabilizarse de posibles intoxicados
- Según el director de Reglamentos, los negocios deben responsabilizarse del bienestar de sus clientes
Aunque la Dirección de Reglamentos no ha participado en operativos contra la venta de bebidas alcohólicas adulteradas, su titular, José de Jesús Aranda Ramírez, informó que se prestará especial atención al respecto durante la Feria Nacional de San Marcos (FNSM), en donde los vendedores de este tipo de bebidas deberán hacerse responsables de sus clientes en caso de intoxicaciones a pesar de que estas no estén relacionadas con el consumo de alcohol adulterado.
Según Aranda Ramírez, para la edición 2018 de la FNSM se estima que serán 155 negocios a los que se les permitirá venta de alcohol, a los cuales se les tienen que otorgar permisos y ampliaciones de horario para lo cual deberán tener un contrato de arrendamiento y tener la constancia donde el Patronato de la FNSM ha autorizado su lugar.
Para tener un buen control sobre la venta de alcohol en la temporada de Feria, el director hizo el llamado a los verificadores para que se abstengan de cometer actos de corrupción como uno que está en proceso por pretender extorsionar una tienda de abarrotes en avenida Ojocaliente.
Uno de los actos que más deben evitar los verificadores, comentó Aranda Ramírez, es la venta de bebidas alcohólicas adulteradas, para los cuales la Feria puede ser un valioso objetivo, por lo que la dirección de Reglamentos ha sostenido charlas con directivos del Instituto de Servicios de Salud del Estado de Aguascalientes (Issea) para lograr una colaboración directa con el grupo de verificación de esta instancia estatal.
Estas revisiones, informó el director, ocurren luego de la llegada de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios o el Issea; organismos que hacen pruebas para verificar si las bebidas cumplen con la normatividad, para lo cual no está facultada la Dirección de Reglamentos.
En 2017, detalló el titular de Reglamentos, no se presentó ninguna situación donde el Issea haya informado a la dirección municipal sobre la presencia de bebidas alcohólicas adulteradas, lo cual podría ocurrir derivado de denuncias ciudadanas incluso.
Los controles, informó Aranda Ramírez, deben ser determinantes y, desde el momento que se detecta una situación como esta, deben proceder las instancias correspondientes; sin embargo, recomendó a la ciudadanía a consumir bebidas embriagantes sólo en lugares autorizados para ello ya que estos establecimientos deben tener responsabilidad si existe una situación de riesgo a la salud en el consumo de sus clientes, “Si el negocio no compra en lugares que están avalados y reconocidos, y tienen todos sus permisos caen en esa misma violación al Código Municipal”.
Lo mismo sucede, afirmó, aunque no exista adulteración en las bebidas embriagantes, es decir: si una persona se llega a intoxicar por el consumo de bebidas alcohólicas en un negocio registrado aunque las bebidas sean de calidad, este negocio se debería hacer responsable de su bienestar; a pesar de que esta situación es común durante la FNSM.