Hay libros que buscas por años, hay otros libros que por fortuna te encuentran. Los que te encuentran regularmente es en las librerías de ejemplares usados y esos hay que comprarlos porque es probable que de no hacerlo, muy seguramente no los volverás a ver.
De los libros que buscas hay algunos que pasan años sin tener éxito y cuando lo tienes enfrente, lo ideal es tener para comprarlo. Reconozco que a falta de dinero y aunque por fin lo he tenido frente a mí a ese libro anhelado solo me ha quedado poder mirarlo un momento y luego sin más dejarlo ir.
Por fortuna un libro que tanto busqué por casi una década pude encontrarlo, ese es el caso de Cancionero de Silvio Rodríguez, otro desenlace muy diferente tuve con otro que sin mucha intensidad lo quise tener desde 1989, ese de plano espero el milagro de volverlo a ver algún día.
De Cancionero, poco a poco se hizo obsesión, lo confieso. En el año 2008 me enteré que el cantautor Silvio Rodríguez había publicado en Cuba ese libro en el que recopilaba todas las letras de sus canciones, me puse a investigar, fui a librerías dedicadas a importar libros cubanos y encargué con amigos, por supuesto el recorrido año tras año a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara con el mismo anhelo, todo sin éxito. Mis intentos durante casi una década tocaban la frontera del humor involuntario sin lograr el objetivo.
En julio del año pasado, realicé una estancia académica en Cuba, en esos días venía por tierra con varias escalas desde Santiago y me alojé en el hotel Lincoln ubicado en la esquina de Virtudes y Galiano en Centro Habana muy cerca del Malecón. Era por cierto el mismo lugar en el que me había hospedado en 1989. Sin dejar las actividades de investigación para mi tesis, no quité el dedo del renglón y busqué en algunas de las librerías que ya conocía, unas estaban totalmente transformadas, casi deshabilitadas y otras nuevas, pero con muy pocos libros.
En mi segundo día habanero caminé sobre Galiano hasta el andador San Rafael, donde está el parque Fe del Valle que antes era un agradable lugar de convivencia y ahora la gente se abarrota para tener señal de internet y navegar desde su celular, silenciosos y ausentes. Enfrente, una amplia cafetería ofrece un buen expreso y pan con croqueta, ese sitio por cierto era uno en los que en los años sesenta el poeta y periodista Nicolás Guillén gustaba de visitar para beber café. Bebí un expreso y desde la ventana en el primer negocio de la acera de enfrente sobre el andador San Rafael me encontré con una librería con aspecto de bien surtida, corrí a conocerla. No tenían el libro, pero me prometieron conseguirlo en seis días “ya le daré el precio porque es con un particular”, me dijo la encargada. Aproveché para preguntar por el legendario libro de Camilo señor de la vanguardia de William Gálvez Rodríguez sobre el comandante Camilo Cienfuegos y también lo solicité. Seis días después estaba puntual en mi cita y ahí tenían Cancionero, había pasado nueve años buscándolo, como tremendo tesoro lo revisé, estaba nuevo, me fijaron un precio alto, pero justo, lo compré. Luego me mostraron Camilo señor de la vanguardia que por cierto lo había buscado desde 1989, es un libro editado en 1979 y agotado. Me dieron el precio que para mí era francamente inalcanzable y tuve que desistir, lo vi por última vez y pensé con certeza que seguramente jamás volvería a tener esa oportunidad, así la vida.
Ya con Cancionero en la mano cambié mi ruta y a toda prisa volví al hotel, lo guardé en la mochila de viaje y tres días después volaba a México con el ejemplar en mi mochila de mano, no quería arriesgar una pérdida. Me confieso admirador de la obra de Silvio Rodríguez, pero además soy algo obsesivo para tratar de encontrar libros que me interesan, en esa ocasión tuve suerte.
Cancionero es hasta donde entiendo, el segundo libro de Silvio Rodríguez, el primero fue Canciones del mar, una obra editada en 1996 en la que se reúnen con todo y partituras las 62 canciones que compuso durante su navegación en el barco de pesca Playa Girón en 1969. Algo distinto es el segundo que reúne todas las canciones compuestas por el cubano. Existen otros libros en los que se habla del cantautor, tal vez el más reconocido es Silvio: Que levante la mano la guitarra, uno realizado por sus amigos poetas Víctor Casaus y Luis Rogelio Nogueras, quienes también le hicieron un documental con el mismo nombre y que incluye una entrevista y la letra de varias canciones. Editado en 1984 este libro ha tenido repetidas rediciones, algo que no sucedió precisamente con Cancionero que por cierto cuenta con el prólogo “Levanto la mano por Silvio”, escrito por el poeta Roberto Fernández Retamar, director de la Casa de las Américas y un texto breve en contraportada con un comentario del poeta Cintio Vitier redactado en el 2007.
El libro se divide en capítulos que reúnen letras “Fuera de la discografía” correspondiente sobre todo a los años del Grupo de Experimentación Sonora y sus programas televisivos iniciales, “En la discografía” con su obra más conocida y “Canciones inéditas” divididas por décadas desde los sesenta hasta los noventa y con un adelanto de lo que fue su entonces nuevo disco “Segunda cita”. El libro es una recopilación muy completa de su obra realizada por el autor que para sus seguidores es interesante ya que vienen las versiones definitivas de sus textos y la fecha de su creación y de su posterior grabación. Es ahí donde se puede descubrir que muchos temas que compuso décadas atrás, decidió hacerlas públicas hasta que esa canción se prestaba a la propuesta discográfica que realizaba.
Desafortunadamente esta edición impresa por Editorial Letras Cubanas y Ojalá con modestas ilustraciones realizadas por el autor y algunas fotografías tomadas a lo largo de su trayectoria, no se ha publicado en México y por lo tanto es casi un milagro conseguir un ejemplar. Espero algún día alguien tenga la iniciativa de editarlo en nuestro país.
Refill: Me entero que la Universidad Las Américas y la Fundación Yo Amo la Lectura tienen en puerta varias importantes actividades, entre ellas la ceremonia de premiación de la tercera edición del Premio Maestro Felipe San José González, miembro de la Academia Mexicana de la Lengua por el Estado de Aguascalientes.
El evento se llevará a cabo el lunes, 23 de abril a las 11:30 horas en el Archivo Histórico del Estado de Aguascalientes ubicado en Juan de Montoro 215, en el Centro de Aguascalientes, ahí nos veremos.