- La Diócesis de Aguascalientes no descarta tomar medidas como las de vecinos vigilantes
- Piden intervención de las instancias competentes, incluso del INAH por los daños a bienes históricos
La inseguridad está rebasada, la Iglesia católica se queja de los constantes robos de los que han sido víctimas en los templos, algunos de estos recintos son frecuentemente saqueados, señaló el vocero de la Diócesis de Aguascalientes, Carlos Alberto Alvarado Quezada, son atractivos para los hampones ante la idea de que pueda haber dinero y artículos de valor.
En la última semana los templos de San Marcos y San Juan Bosco, que se ubica en la colonia López Portillo, fueron focos para los delincuentes, que se robaron el dinero que había sido recaudado de las últimas limosnas; el sacerdote responsable de este último templo presentó la denuncia en espera de que se acabe con esta ola de inseguridad ya que en los últimos 15 días se han presentado cuatro atracos.
El vocero de la Diócesis recalcó que se han equipado con alarmas y con cámaras de videovigilancia para disuadir a los ladrones, pero no han obtenido resultados positivos, pues siguen siendo víctima de la delincuencia, por lo que hacen un llamado a que se cuente con la presencia de elementos en estas zonas conflictivas y no descartan la idea de poner perros a que vigilen los templos; además se hizo un llamado a que los vecinos coadyuven con la vigilancia de los mismos. “¿Cómo es posible el vandalismo y esa conciencia del hombre de una forma fácil de obtener lo que quieres en el robo?”.
A la par de los hurtos, causan daños físicos a los templos, ya que con tal de no ser identificados, y ante las medidas que ha tomado la iglesia para el resguardo de los bienes, cortan los cables de las alarmas y de las cámaras; destruyen vitrales, puertas, chapas, utilizan las bancas como escaleras. Ante ello, el presbítero reiteró el llamado a la autoridad competente para que se atienda a esta problemática, ya que se han puesto las denuncias correspondientes, pero los robos continúan; señaló que el padre de San Juan Bosco les ha informado que de nada le ha servido volver a conectar alarmas y cámaras de vigilancia, pues en dos semanas han sido víctimas en cuatro ocasiones de estos delitos, ya que les desconectan los aparatos con los que buscan blindarse.
Alvarado Quezada señaló que a la fecha no se han robado imágenes sagradas o artículos valiosos para la iglesia, lo que buscan los ladrones es dinero, que dijo, es lo que menos tienen, ya que por seguridad sólo se tiene lo que se junta en las alcancías, en muchas ocasiones es más el daño que dejan que lo robado; las querellas ante los hechos se han presentado y se ha dado la indicación a los sacerdotes de que no muevan nada hasta que no se lleva a cabo la investigación por parte de las instancias competentes, en espera de que se haga frente a este problema de inseguridad.
Enfatizó que los daños a los templos, debería ocupar incluso a instancias como el Instituto Nacional de Antropología e Historia, ya que dijo que los vitrales, puertas y en sí muchos de los inmuebles son fincas históricas. “Yo se los cuido, pero ¿de quién es el inmueble?, si son patrimonios de la nación (…) cómo nos respaldan ellos para tener esa seguridad que hoy nosotros hablamos”.
