- Exhortó a sus homólogos en los municipios y al dirigente estatal a hacer lo mismo
- Urgió a que se reestructure el partido o no podrá llegar lejos al ser calificado como el más corrupto de México
Derivado de la situación electoral ocurrida en el pasado proceso, José de Jesús Ríos Alba renunció a la dirigencia del Comité Directivo Municipal del Partido Revolucionario Institucional, cargo que había ocupado durante los últimos cinco años; aseguró que la decisión fue tomada, convencido de que es importante, no solamente para el partido, sino para los militantes y la sociedad en general, que los partidos tengan realmente una consistencia de madurez, de eficiencia, de profesionalismo y que realmente contribuyan al bienestar de todas las familias.
Enfatizó que su renuncia, que ya ha sido presentada ante los comités estatal y nacional, es en respuesta a la congruencia y a la exigencia de renovar el partido para lograr una nueva percepción de la población: “Fuimos el partido que ganó todas las encuestas en por qué partido político no votaría, y eso a los verdaderos priistas, a los que estamos comprometidos con el trabajo y la comunidad, nos duele y ante esa respuesta, estamos ahora frente a ustedes con una misiva que estamos dirigiendo al Comité Directivo Estatal, Enrique Juárez Ramírez”.
Reconoció que se perdió la confianza del pueblo y su capacidad está en duda, pues el trabajo no fue suficiente, y los resultados están a la vista de todos, por lo cual consideró que es la oportunidad de que sean relevados por mejores cuadros; acentuó que la miopía de la dirigencia nacional y estatal ha quedado en evidencia elección tras elección, y no se puede ocultar, sino que obliga a mayor transparencia y aceptar que como dirigentes fueron rebasados; “seamos priistas de vergüenza y de decoro, dejemos el puesto y que la voluntad de los militantes designe a nuestro relevo, no busquemos pretexto para una permanencia forzada, no intentemos explicaciones de conductas que no fueron las mejores”.
Ante la renuncia que el propio René Juárez hizo al Comité Ejecutivo Nacional, Ríos Alba conminó a los otros diez dirigentes del PRI en los municipios y al responsable del Comité Directivo Estatal, ser responsables y congruentes, por lo que sugirió que hicieran lo propio en sus cargos: “La militancia está atenta, más de 100 mil aguascalentenses conservan lealtad a nuestro partido y es el momento de ir con ellos, o ellos se irán sin nosotros, como muchos más desafortunadamente ya lo han hecho”.
Recalcó que se debe reconstruir el partido desde la base cero, llevar a cabo una revisión exhaustiva desde los estatutos, consejos políticos, comisión política permanente, dirigencias, “que se vayan los que se tengan que ir, no es posible que por unos cuantos ladrones, abusadores del poder, nos califiquen a todos los militantes de un partido político que se respeta, porque nos respetamos a nosotros mismos, bajo el mismo racero”.
Ríos Alba apuntó que las traiciones al interior del tricolor se vivieron en el pasado proceso electoral que se disfrazaron de estrategias; cualquier militante que haya apoyado a un candidato de otro partido, es automáticamente expulsado.
Recalcó que no se trata de refundar el partido, sino reconstruirlo de forma inteligente y profesional en beneficio de la población, “No podemos llegar si nos califican como el partido más corrupto de México”; enfatizó que deberá encabezar el partido una dirigencia consensuada con la militancia y expresada en la voluntad del consejo político estatal, para que realmente sea una dirigencia representativa y emanada de la militancia; “No más expresiones, no más estarse pasando el balón de familia a familia dentro del partido, es lo que hemos recogido con nuestra militancia”.
