Si las propuestas de los conservadores funcionaran, no existirían altos índices de embarazos adolescentes

• Unión de padres de familia pugnan por la no educación sexual en libros desde 1940
• Contexto social erotizado y los cambios propios de la adolescencia, obligan a una educación sexual eficiente

Si la solución a la problemática de embarazo adolescente bastara con sólo inculcar valores, como señalan la Unión de Padres de Familia y el Frente Nacional por la Familia, ni en Aguascalientes ni el país no se estarían generando los índices ahora existentes.

Verona Valencia García, experta en salud sexual y reproductiva e integrante del Centro de Capacitación y Desarrollo Comunitario AC (Cecadec), recordó que estas agrupaciones ligadas a la Iglesia católica pugnan desde 1940 porque no se incluyan las temáticas de sexualidad en los libros de texto que publica la Secretaría de Educación Pública (SEP); pues bien parece que, si se tomara una fotografía de aquel contexto y el actual, no existe ninguna diferencia, pues siguen peleando por lo mismo: “Toda la problemática a la que los jóvenes se enfrentan por falta de educación sexual resulta complicada frente a una sociedad en donde todo se les presenta erotizado, desde canciones, películas, publicidad… en todo se les invita a tener actividad sexual, mientras por otro lado, no, y se les hace ver como algo pecaminoso y prohibido”.

Señaló como una realidad evidente que los jóvenes se están iniciando cada vez a menor edad en la actividad sexual, ya que es querer tapar “el sol con un dedo” el negar la tensión sexual de los chicos que generan por su propia biología, por los cambios propios de la pubertad y la producción hormonal que provoca el deseo sexual que, sin poder negarlo, ahí está.

Valencia García cuestionó la factibilidad de las soluciones que para esta problemática promueven los grupos conservadores, pues en un país con un gran número de católicos, no deberían existir cifras tan altas de embarazo adolescente, en especial en estados como Aguascalientes, el cual ocupa uno de los tres primeros lugares con esta situación, “si su método de educación es el que sirve, ¿por qué no ha funcionado?, si la Iglesia es la que está marcando cuál debería ser el comportamiento sexual de las personas; tan sencillo como eso”.

Consideró que cuando hay una verdadera educación sexual hay una comunidad más saludable, porque puede prevenir y vivir su sexualidad como parte integral de la persona, y no generar un gran número de embarazos de gente joven, donde las más perjudicadas con ello son las chicas, quienes finalmente deben enfrentar la vida con un hijo, con las desventajas sociales que ello implica. Señaló la también licenciada en Salud Pública que “Se tiene que abrir el espacio a una verdadera educación libre científica y laica, y no sólo fragmentos, pues si bien la SEP hace cosas positivas aún no son suficientes; pues la educación sexual debe comenzar desde el preescolar, y donde entran también padres y madres a informarse y capacitarse en aspectos acordes a la edad por la que van pasando los hijos”.