- El titular de Sedum aclaró que condóminos deben cumplir con las obligaciones aprobadas por las juntas de condóminos
- La Administración Municipal no está obligada a cumplir con los servicios públicos de los condominios
El secretario de Desarrollo Urbano del Municipio de Aguascalientes (Sedum), Adrián Castillo Serna, informó que desde 1985 la tendencia en la construcción de nuevos fraccionamientos se enfoca en el esquema de condominios ya que desde entonces se han construido más de mil 200 en donde habitan cerca de 2 mil 500 familias; por lo cual resulta necesario que se conozcan y respeten las reglas de convivencia acordadas por las Juntas de Condóminos y que paguen las atribuciones por prestación de servicios no son obligación de la administración municipal.
Según Castillo Serna, en Aguascalientes existen alrededor de mil 200 condominios no municipalizados que demuestran que es la tendencia en la que los ciudadanos han buscado obtener una vivienda propia, sobre todo aquellos que pertenecen a las clases media para arriba pues para fraccionamientos populares que están más densamente poblados resulta muy complicado aplicar este esquema.
El esquema de condominios explicó el secretario, comenzó en Aguascalientes en 1985 con la llegada de más habitantes desde la Ciudad de México gracias a la llegada del Instituto Nacional de Geografía y Estadística.
La creación de estos espacios residenciales implican un comportamiento social diferente al que estaba acostumbrado el aguascalentense y al que al parecer hay muchas personas que aún no están acostumbradas pues es necesario tener claro su sistema de convivencia que implica la creación de una junta de condóminos según lo especifica el Código Urbano del Municipio.
Las juntas de condóminos, continuó el secretario, son los organismos encargados de establecer las normas bajo las que se organizaran los condóminos como el establecimiento de cuotas por el pago de servicios, vigilancia o recolección de basura, toda vez que al ser condominios no municipalizados la administración municipal no se hace cargo de ellos al menos que reciba un pago, “Llegan a los extremos de normar los colores de las cortinas”.
El tema más importante es el control de las cuotas, lo cual se complica en casos de grandes aglomeraciones como el de un condominio, el más grande, donde hay 600 viviendas, siendo que cada uno paga entre 600 y 700 pesos mensuales por los servicios.
Estas cuotas, comentó el titular de Sedum, están elaboradas en función del tipo de la calidad de los servicios que contratan las organizaciones vecinales, siendo algunos que cuentan con grandes dispositivos de vigilancia mientras que otros poseen estrategias más rudimentarios como la contratación de un vigilante.
Adrián Castillo considera la convivencia intercondominal como un fenómeno digno de estudio en Aguascalientes, sin embargo, en el acercamiento que ha tenido a estos modelos de urbanización por parte de la administración municipal, se ha detectado que hay menos problemas vecinales mientras más pequeña sea la población que habita en ellos.
En estos mil 200 condominios, según cálculos del secretario, habitan más de dos mil 500 familias, por lo resulta necesario que exista una buena organización al interior de los mismos, “Hay condominios tan largos que ni siquiera se conocen los vecinos”.
Según Castillo Serna, son los desarrolladores los que han optado por la construcción de vivienda en este esquema y los ciudadanos que buscan casa se han adaptado a ella. Pese a que no es negativo que crezca la oferta de este tipo de urbanizaciones, es necesario que los límites y las responsabilidades de los condóminos queden bien claras.
La propia representación de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda en Aguascalientes, explicó el titular de Sedum, ha solicitado que se realicen estudios que contemplen esta oferta cada vez más frecuente en Aguascalientes de tal forma que se incluya en los planes de crecimiento y no queden apartadas del resto de las ciudades, “No solamente es que estén vendiendo lotes o viviendas, es estar cambiándoles el chip a los desarrolladores para que vendan calidad de vida”.
A pesar de lo complicado que resulta la definición del concepto calidad de vida, según Adrián Castillo, es su propósito agregarlo al Código de Ordenamiento Territorial, Desarrollo Urbano y Vivienda del Estado.




