Carlos Reyes Sahagún
Cronista del municipio de Aguascalientes
En la perspectiva de los ideólogos de la Revolución Mexicana; aquellos que elaboraron la justificación de los regímenes revolucionarios, la hacienda fue uno de los signos ominosos del antiguo régimen, símbolo de la explotación al peón desvalido que la gesta armada redimió, por lo menos en el discurso.
La tienda de raya, la herencia de deudas, el despojo de tierras, fueron algunas manifestaciones que esta institución cobijó.
Con el paso del tiempo los hacendados, en tanto clase social, desaparecieron y fueron sustituidos por pequeños propietarios, ejidatarios, comuneros. De aquel mundo quedaron algunas instalaciones y casas grandes, que recibieron una segunda oportunidad al convertirse en hoteles y restaurantes.
Pero otras construcciones no tuvieron suerte, como esta de la hacienda del Soyatal, en el oriente del municipio de Aguascalientes, auténtica joya arquitectónica que merecía un mejor destino, pero como representaba a aquel sistema de explotación, terminó siendo víctima del abandono y la indiferencia, una pena. (Felicitaciones, ampliaciones para esta columna, sugerencias y hasta quejas, diríjalas a carlos.cronista.aguascalientes@gmail.com).
