Mujer, mujer, el diablo te viene a ver,
trae en el pecho un clavel, trae en la mano un cóctel
Para ti…
El Diablo – Fobia
Durante esta semana, el Instituto Tecnológico de Pabellón de Arteaga ha llevado a cabo distintas actividades sobre el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, celebrado el 25 de noviembre, dentro de un programa conmemorativo al que llamaron Semana de prevención y sensibilización a la comunidad tecnológica, sobre la No Violencia contra la mujer, en el que ha habido conferencias, talleres, y charlas sobre los distintos aspectos del tema.
A colación de estas actividades, por medio de Cynthia Rodríguez, Itzel Lazarín, y Adriana Villegas (quienes laboran en el Tecnológico de Pabellón y organizan la Semana de prevención) me han invitado a dar una charla sobre Masculinidad, machismo y violencia a alumnos (en su mayoría hombres) de las carreras de Instituto. Agradezco la invitación en un tema tan necesario como lo es la revisión de nuestra construcción de masculinidad, como inicio de los trabajos para construir relaciones libres de violencia, y por la oportunidad que esto significa para propagar un discurso antipatriarcal indispensable para la equidad de género.
Para efectos de la charla, intenté poner en una escaleta algunos temas para abordar sobre masculinidad, machismo y violencia. Comparto la escaleta con la finalidad de que pueda ser discutida, corregida o ampliada, o compartida. Esta charla se lleva a cabo hoy, jueves 29 de noviembre, a las 10:00 horas en las instalaciones del Instituto Tecnológico de Pabellón de Arteaga.
- ¿Qué es ser hombre? ¿Qué es ser mujer?
- Construcciones sociales y culturales, que dependen de un sistema de dominación
- Características culturales en la construcción ideal sobre la masculinidad y la feminidad
- Masculinidad: fortaleza, mando, potencia, dominio
- Feminidad: debilidad, sensibilidad, maternidad y crianza
- Estas características son artificiales y corresponden a momentos culturales específicos
- ¿Cómo se da la dominación de género?
- El poder político, económico, religioso y cultural ligado a la figura del hombre
- El poder de la mujer restringido a la crianza y a lo doméstico, para reproducir este sistema cultural
- La masculinidad en la cima de la pirámide cultural
- El sistema binario de género
- La homosexualidad masculina como un defecto
- La homosexualidad femenina como una impostura
- La ignorancia sobre temas como sexualidad, orientación, rol de género, o prácticas eróticas
- ¿Cómo nos relacionamos a partir de la masculinidad?
-
- Hacia otros hombres, de forma competitiva, pero homoafectiva
- Hacia las mujeres, desde la condescendencia y la superioridad
-
- Hacia los homosexuales, desde una presunta “normalidad” hacia una presunta “anormalidad”
- ¿Por qué esto es violento?
- La concepción sobre la mujer:
- Cosificada
- Idealizada en virtudes de castidad y abnegación
- Reducida a proveedora de satisfactores sexuales
- Creencia binaria de que todo lo que no es masculino, es femenino y, por tanto, más débil, más sensible, menos duro, menos digno
- La masculinidad impone sus valores artificiales de dureza, fortaleza, rudeza, etcétera sobre todos los entornos culturales en los que se presenta
- Pirámide de la violencia de género, desde la base sutil del humor sexista, el micromachismo y demás, hasta la punta de la violencia mortal del feminicidio
- Acoso y depredación
- ¿Qué es el acoso? ¿Qué es el piropo?
- ¿Por qué es violento el acoso?
- ¿Por qué esta violencia es asimétrica?
- La noción del Consentimiento
- La depredación sexual de hombres hacia mujeres, y no a la inversa
- Los movimientos #MeToo, #NotAllMen, y la complicidad masculina
- Cifras en Aguascalientes, de acuerdo a El Universal: la población más vulnerable de sufrir acoso fluctúa entre los 10 y los 20 años. En los testimonios recabados se halló que 57.78% de los acosadores está cerca de los 30 años y 32.22% dijo que la edad es cerca de los 40. La encuesta se aplicó a mil 200 mujeres de 15 a 35 años; de ellas, 97% dijo estar de acuerdo en que exista una sanción para los acosadores.
- La concepción sobre la mujer:
- Reforzadores culturales de la violencia:
- Los medios de comunicación
- La religión
- La educación replicadora del machismo
- La ley
- La cultura de masas
- La política
- La economía
- El ideal de Amor Romántico y cómo propaga la violencia
- El cuento del príncipe azul y la princesa en apuros. El mito de la caballerosidad
- La mujer esperanzada en que el amor lo puede todo y que el amor “cambia” a los hombres
- La idea inequitativa sobre la relación polígama y la castidad
- La cultura de “es la cruz que hay que cargar”
- La normalización cultural del romanticismo
- Consecuencias negativas de esta violencia:
- Para las mujeres
- Para las y los homosexuales
- Para los hombres
- Mutilación emocional e incapacidad de relacionarse sanamente entre pares simétricos
- Necesidad de afirmación de los valores masculinos, incluso impostados
- Complicidad por acción u omisión en la violencia
- Depresión y trastornos psicológicos
- Estigmatización de los procesos de terapia
- Aplicación de Cuestionarios sobre machismo y privilegios masculinos
- ¿Cómo podemos los hombres luchar contra esta violencia masculina?
- Destruir y reconstruir nuestras creencias sobre las características de hombres, mujeres y homosexuales
- Entender, informarse y ser empáticos con el feminismo
- Profundizar sobre teoría de género desde perspectivas científicas y laicas
- Asumirnos como entes vulnerables y necesitados, ocultos bajo la coraza de fortaleza
- Tomar procesos de terapia psicológica, sin avergonzarnos por ello
- Entender que nuestras relaciones deben ser simétricas y no basadas en la obtención de trofeos sexuales
- Comprender la pirámide de la violencia y aceptar la base como el principio que sustenta una cultura de dominación
- Entender el ámbito doméstico y de crianza como responsabilidades compartidas a pares, y no como una categoría delegada a las mujeres
- Comprometerse con el concepto de Consentimiento
- Hablar con otros hombres y cuestionar cómo es que hemos colaborado con estas violencias, y cómo los hombres nos hemos privilegiado con este sistema
- Comprometernos, de verdad y no sólo en el discurso, a propagar la equidad de género
- Romper la complicidad masculina cuando seamos testigos de violencia de género
- Pero -sobre todo- no violentar, no acosar, no desestimar, no mentir, no actuar sin consentimiento explícito, en todo lo que se refiere a nuestras relaciones con las mujeres.
Hasta aquí la escaleta de la charla. Reitero mi agradecimiento a las mujeres involucradas en la invitación, al Instituto Tecnológico de Pabellón de Arteaga por promover estas acciones, a La Jornada Aguascalientes por difundirlas, y a quienes se han tomado la molestia de leer estos apuntes, de discutirlos, complementarlos, cuestionarlos, o compartirlos.
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