En el banquete de hoy quiero ocuparme no de un villancico, sino del villancico por excelencia, me refiero a Stille Nacht, o Noche de paz que el próximo lunes 24 de diciembre cumplirá 200 años de su composición, desde entonces esta sencilla tonada navideña, pero llena de ternura, de profundo recogimiento espiritual, de gozo místico, ha acompañado la Navidad en todo el mundo. Considerando el muy amplio repertorio de música navideña, este villancico, de manera especial, brilla intensamente con luz propia.
Stille Nacht, nombre original en alemán que si lo traducimos literalmente sería Noche silenciosa, fue compuesto para ser interpretado en la iglesia de San Nicolás en la Navidad de 1818 en la población de Oberndorf en Austria, muy cercana a Salzburgo. En realidad la letra había sido escrita dos años antes, en 1816 por el sacerdote católico Joseph Franz Mohr que se distinguió por su generosidad, fundó escuelas y se encargó de que los niños más desfavorecidos de su localidad no se quedaran sin educación. Pues bien, fue este sacerdote quien ya con el texto entre sus manos solicitó al compositor y organista Franz Xaver Gruber que le compusiera la música que fue hecha originalmente para guitarra con el fin de ser interpretada la víspera de Navidad de aquel año 1818 en el templo de San Nicolás o en alemán la Nikolaus Kirche, al parecer, el órgano del templo estaba descompuesto y no existía posibilidad alguna de que estuviera listo para la celebración de la misa, así que el coro la cantó con acompañamiento solo para guitarra, de hecho, la primera mención que se hace al uso del órgano para Noche de paz la encontramos, según el historiador Manuel Expósito, en Estados Unidos hasta el año de 1909.
Como sucede con algunos de los grandes monumentos de la cultura universal, Stille Nacht, también está sumida en cualquier cantidad de relatos no necesariamente ciertos, es un punto de convergencia entre el mito y la realidad, quizás el romanticismo ha sumido este bello villancico en una serie de cuentos, de hecho la Sociedad Noche de Paz dice que desde hace 200 años “se han creado muchas historias románticas y leyendas” en torno a este bello canto navideño.
La trascendencia de Noche de Paz más allá de los estrechos límites territoriales de Oberndorf, Austria, fue a partir de 1833, es decir, quince años después de su estreno para coro y guitarra de acompañamiento en la víspera de Navidad de 1818 en el templo de San Nicolás y fue debido a un organista llamado Maurach originario de la localidad tirolesa de Fügen en Austria cuando acompañado por otros músicos ofrecieron un concierto en Leipzig, Alemania con música del Tirol, entre el repertorio que presentaron en aquella ocasión estaba Stille Nacht que impactó rápidamente al conocedor y exigente público de Leipzig.
A principios del Siglo XX debido a una inundación del río que cruza la ciudad y que afectó varios edificios de Oberndorf, entre ellos la Nikolaus Kirche, el templo fue demolido, pero no tardaron en hacer un nuevo edificio en el centro de la ciudad, un lugar más seguro y que actualmente lleva el nombre de Stille-Nacht-Gedächtniskapelle, en español Capilla Memorial de Noche de Paz en homenaje a la antigua capilla que fue demolida y muy cercana al museo creado con el fin de preservar el patrimonio cultural de este villancico y que anualmente atrae una buena cantidad de turistas de todo el mundo, especialmente en diciembre.
El sentido común nos hace pensar que en el museo podemos encontrar el manuscrito original del villancico, lamentablemente se extravió en el siglo XIX, pero en 1995, es decir apenas hace 23 años, se descubrió un manuscrito que se presume original de Mohr que muchos analistas ubican en el año de 1820, fue este manuscrito por el cual se llegó a la conclusión de que Joseph Mohr efectivamente escribió este sencillo poema mientras realizaba una peregrinación a la parroquia de Santa María. Este mismo documento nos sirve como testimonio de que en efecto, la melodía fue compuesta por Franz Xaver Gruber en 1818 y que fue estrenada, como ya lo hemos mencionado, en la misa de víspera de Navidad de 1818 en el templo de San Nicolás en Oberndorf, Austria. Este documento es muy importante porque además de ser el único testimonio que define los datos de composición de Noche de Paz, es también el único que contiene el texto de Joseph Mohr, al mismo tiempo nos sirve para entender que la música del villancico está impregnada del delicioso folclore música de Austria.
Otra versión, que sin embargo no pasa de ser emanada del ambiente popular, nos dice que una vez que fue estrenado en aquella víspera de Navidad de hace 200 años, el canto navideño en cuestión cayó en el olvido y fue hasta 1825 que un reparador de órganos lo rescató, lo que no encaja con esta versión es que Franz Gruber publicó varios arreglos a la música de este villancico durante su vida, lo que nos hace entender que realmente nunca quedó en el olvido.
Existen muchas anécdotas en torno a Noche de Paz, por ejemplo, en la tregua de Navidad durante la Primera Guerra Mundial en 1914, este villancico se interpretó simultáneamente en dos idiomas diferentes, inglés y alemán por ser éste el único canto navideño conocido por ambos frentes.
Creo que estarás de acuerdo conmigo en que Noche de Paz fue, es y será, el villancico por excelencia, el que mejor define el verdadero espíritu de la Navidad.




