A través de un comunicado de prensa, la Comunidad Feminista de Aguascalientes hace un llamado al personal de la salud a que se informen antes de emitir opiniones sesgadas basadas en prejuicios y contrarias al derecho que únicamente abonan a la discriminación y criminalización que vivimos las mujeres en el ejercicio de esos derechos. Esto a raíz de las declaraciones de la fundadora de la Sociedad de Médicas de Aguascalientes, María del Refugio Esquivel Durón, donde señala que la mayoría de las mujeres que pretenden interrumpir su embarazo, “son chicas con abortos indeseados que se drogaron o las drogaron o no saben quién es el papá del bebé”, lo que consideraron, incrementa la desinformación, criminalización y estigmatización de las mujeres al ejercer sus derechos sexuales y reproductivos, además de que el drogar a una mujer lograr para prácticas sexuales es violación.
Se lee en el comunicado, que reproducimos a continuación:
“En conferencia de prensa encabezada por voceras profesionales de la salud, se compartieron argumentos más relacionados con la desinformación que con información científica. Sus declaraciones implican un prejuicio muy extendido y del cual es necesario hablar para desterrar el mito del vínculo que suele establecerse entre el acto de abortar y el trauma, mal llamado ‘trauma del aborto’’, como si una mujer que experimentó un aborto indefectiblemente desarrollará un trauma, lo cual es falso.
“Debemos tener en cuenta que el aborto es una realidad que se practica en el contexto de la clandestinidad, lo que abona a que la mujer no hable de ello y viva aquella experiencia en la dimensión de lo íntimo, privado con culpa y miedo, no sólo a la sanción penal, sino también a la sanción moral de la sociedad. Lo traumático está asociado también y en gran medida con esta clandestinidad al ser considerado socialmente un delito, culpabilizando a la mujer y criminalizándola. Por tanto uno de los elementos centrales del factor traumático del aborto es, en sí mismo, la clandestinidad.
“En cuanto a la aplicación de la NOM-046, la médica indicó que para eso existen médicos legistas que puedan ‘solucionar este tipo de problema’ pero que en lo general no es necesario una interrupción del embarazo. Esta norma es de aplicación obligatoria para las autoridades públicas y privadas para otorgar atención médica en situaciones de violencia familiar o sexual, a proveer de orientación y consejería a las personas involucradas; si bien existe el tema denominado “objeción de conciencia”, ningún personal de salud debe anteponer su moral a los derechos humanos y al cumplimiento de las normas federales, en este caso al de la salud.
“Si la Sociedad de Médicas se acercó al Poder Legislativo en busca de recibir más recursos para llevar ‘educación a las comunidades’ -especialmente educación sexual- consideramos contraproducente y peligroso que lleven una educación sesgada, basada en la moral y no en la ciencia. No estamos en contra del trabajo que realizan otras organizaciones, colegios y asociaciones, lo que nos preocupa es que la información que se imparta a niñas, niños y adolescentes se realice desde la desinformación.
“En tanto nuestros legisladores y legisladoras no tomen cartas serias en el asunto para que las mujeres puedan acudir a un centro de salud donde se realizaría la práctica en los términos de un acceso a un derecho de salud sexual y reproductiva como ya sucede en los países desarrollados, significa que están fallando en su labor de legislar bajo principios democráticos y de progresividad de los derechos humanos.
“Exhortamos a que mantengan su actividad profesional de manera ética y sin violentar a mujeres que no encajan en su ideal de principios morales, ya que el servicio social que prestan debe realizarse sin prejuicios, sin discriminación y humanitariamente.
“Desde la Comunidad Feminista de Aguascalientes refrendamos nuestro interés de velar por los derechos de las mujeres y garantizar el pleno ejercicio de nuestros derechos sexuales, reproductivos, así como de acceder a una educación científica sin tabús.”
