- Recorte presupuestal limita la generación de información, ahora tan necesaria
- Inegi es ejemplo de una historia de éxito, asegura el expresidente del Instituto
Lamentable que durante muchos años el Inegi dejará de realizar los censos agropecuarios, más en estos momentos cuando es tan necesaria la información, manifestó Eduardo Sojo Garza-Aldape, director general del Laboratorio Nacional de Políticas Públicas del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).
El también el expresidente del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) externó que a últimas fechas sucedieron situaciones afortunadas y otras no tanto en la dependencia, pues mientras que, luego de que quedaron dos vacantes de vicepresidentes, las dos propuestas de esta administración federal surgieron del mismo Inegi: Enrique Jesús Ordaz y Adrián Franco Barrios, lo cual celebra, porque significa tener una Junta de Gobierno profesional.
También lamentó los recortes en diversos programas del Instituto, lo cual consideró una pena, más en un momento en el que el país requiere de más información para tomar decisiones, ante del despegue de un nuevo sexenio presidencial: “La más más triste tiene que ver con el sector agropecuario, pues hace muchos años no tenemos un censo agropecuario; si lo tuviéramos, el secretario encargado de tomar decisiones relacionadas con este sector, Víctor Villalobos tendría más elementos para los programas, por ejemplo, de precios de garantía”.
Destacó que en país cada vez hay más indicadores de coyuntura, que van señalando como está el estado de cosas en el país, y que hace posible no esperar a llegar a una crisis, sino por el contrario, prevenir situaciones o hacer mejores planeaciones con bases efectivas, tal como lo necesita el campo de México, además de otros sectores.
Consideró que no hay mejor fotografía posible del país como la que hace el Inegi cada cinco o diez años, ya que la historia del Instituto es de éxito al haber una importante y necesaria interacción con el sector académico del estado, la cual fue posible por la planeación, ya que no fue una decisión de escritorio, sino con base en un estudio serio de cómo hacer una descentralización, que dejó detrás mucha lecciones positivas, dignas de ser tomadas en cuenta.
Calculó que actualmente más de la mitad de los servidores públicos del Inegi son de Aguascalientes, de tal manera que se convirtió en una fuente de trabajo diferente e inexistente, ya que si bien Nissan trajo un dinamismo importante al estado, ayudó a fortalecer otro rubro importante para la entidad y el país: “Además para el Inegi estar en Aguascalientes ha sido muy benéfico, hay estabilidad laboral y hay mucha interacción con las instituciones de educación superior del estado, es muy benéfico, una historia de éxito”.