Recuerdo que entonces no había cumplido los diecisiete años de edad cuando en una sucursal de la Librería de Cristal en Irapuato compré el número uno de la entonces naciente revista “Bronca” en la que gracias a ella descubrí la existencia de la obra del historietista Hugo Pratt con una breve muestra de su trabajo de su emblemático personaje Corto Maltés.
La publicación independiente de la que conservo los cuatro únicos números que salieron a la venta se anunciaba como una “revista adulta de historieta”, dirigida e impulsada por el escritor Paco Ignacio Taibo II en la que aparecía en la portada en color azul con el encabezado de “Hugo Pratt, el mejor historietista del mundo presenta a Corto Maltés” y una imagen precisamente de ese personaje. Al conocer más de la obra de Pratt pienso que esa revista en gran medida no estaba equivocada.
Debo confesar que de no haber sido por esa revista, muchos de los buenos artistas dedicados a la historieta serían desconocidos para mí. La propuesta de una publicación aún en estos tiempos es innovadora y enriquecedora para los jóvenes lectores, es una lástima que desapareciera. Desde entonces, poco a poco inicié un lento camino para conocer la obra de Hugo Pratt.
Nacido en Playa de Lido, entre Rávena y Rímini, en Italia, en 15 de junio de 1927 y fallecido en Grandvaux, Suiza, el 20 de agosto de 1995, Hugo Pratt fue un historietista, principalmente conocido por sus historietas de Corto Maltés. Desde los diez años de edad decidió ser dibujante y a los diecisiete lanza su revista “El As de Pique”, su trabajo es descubierto en Argentina y se va a ese país y en 1952 a los 23 años de edad publica su historieta “Sargento Kirk”, una propuesta atrevida en su tiempo en la que el personaje principal, un militar de los Estados Unidos dedicado a combatir a los pieles rojas que decide desertar para pasarse a pelear al lado de los “salvajes” pueblos originarios.
En 1957 crea la historieta con el personaje Ernie Pike, sobre las aventuras de un corresponsal en el frente durante la Segunda Guerra Mundial en el que se expone desde una visión muy humana la crueldad y violencia en esa conflagración. Otros cómics como “Ana de la Jungla” y “Wheeling” salen a la luz, siempre con historias relacionadas con sus intereses como aventuras en África, Oriente, la desigual lucha de los poderosos contra los pueblos en la colonización, las pelea por la libertad de los negros e indígenas sometidos y el ímpetu rebelde del ser humano en su anhelo de libertad.
Cuando logra cierto éxito por su trabajo en Argentina, Hugo Pratt viaja por América Latina y después a Abisinia, Etiopía y China donde va recogiendo imágenes e historias en puertos, bares y barrios populares que al madurarlos decide usarlos para crear a Corto Maltés, su personaje más emblemático, un marinero que recorre el mundo sin más objetivo que viajar y mantener su integridad moral luchando a favor de las causas sociales. Pratt regresó a Italia y ahí lanzó a este nuevo héroe que le dio reconocimiento.
En estas historietas, Corto Maltés se une a movimientos populares, revolucionarios y rebeldes, siempre al lado del pueblo que lucha por la justicia y la libertad con escenarios en Europa y África, lugares por los que viaja el marinero.
Pratt desarrolló inicialmente las historias sobre Maltés solamente en el periodo de tiempo entre 1913 y 1919 extendiendo en una etapa creativa posterior de su obra a aventuras hasta la década de los treinta con momentos como las primeras repúblicas socialistas, el ascenso del fascismo, entre otros acontecimientos históricos. A lo largo de su vida realizó más de cincuenta libros de historietas con sus personajes, unos nueve libros ilustrados y alrededor de siete novelas.
Con historias intensas e interesantes, Hugo Pratt nos dejó una obra que se caracteriza por su excelente trazo, su acertada recreación de atmósferas y una tremenda capacidad para transmitir emociones a través de sus dibujos. Desafortunadamente en México es difícil conseguir la obra de Hugo Pratt y especialmente las aventuras de Corto Maltés, aunque gracias a la venta de libros a través de la Internet y librerías de cadena se pueden adquirir con precios de importación que van entre los quinientos y los casi ochocientos pesos.
Mi primer contacto con su obra fue con su historia “En el nombre de Alá compasivo y misericordioso”, pasaron casi veinte años hasta que en una librería en la calle Corrientes en Buenos Aires pude adquirir una selección de cómics de Pratt con los personajes de Sargento Kirk y Ernie Pike editado por una excelente colección de libros de historieta del periódico El Clarín.
Otros pocos libros con la obra del autor pude conseguir gracias a las ventas a través de portales de la Internet. Sin embargo, ahora gracias a la tecnología mediante la página de Youtube es posible ver algunos de los largometrajes producidos en dibujos animados basados precisamente en las aventuras de Corto Maltés en adaptaciones bien realizadas.
Obras como “Corto Maltese: Sous le signe du capricorne” (2002), “Corto Maltese: La cour secrète des Arcanes” (2002), “Corto Maltese: La maison dorée de Samarkand” (2004) y “Corto Maltese: La ballade de la mer salée” (2003) pueden ser vistos con subtítulos al español.
Luego de la llegada de Taibo II como responsable del Fondo de Cultura Económica anunció que entre sus planes estaba lograr coediciones con editoriales europeas para abaratar costos de algunas obras y hacerlas accesibles a lectores mexicanos como también iniciar una colección dedicada a la novela gráfica e historieta con algunos de sus creadores más representativos y de difícil acceso en nuestro país, ojalá que en esos planes se incluya a Corto Maltés de quien espero desembarque en México en estos afortunados tiempos de nuestra Cuarta Transformación.