Teníamos como veinticinco años sin vernos, parece una locura, habían pasado más de dos décadas sin reunirme con mi amiga la poeta Carmen Nozal, aunque en esos años hubo llamadas telefónicas y correos electrónicos en los que estuvimos al tanto de nuestras vidas fue hasta hace unos días en que nos volvimos a reunir en la Ciudad de México.
El pretexto fue que generosamente aceptó junto con mi también buen amigo, el poeta Alejandro Sandoval, presentar mi libro de poemas Sur de la noche publicado por el Departamento Editorial de la Universidad Autónoma de Aguascalientes teniendo como foro el Café Bar Las Hormigas, de la Casa del Poeta Ramón López Velarde.
A Carmen Nozal la conocí en un encuentro nacional de poetas en San Luis Potosí, pienso que desde entonces su poesía ya era de versos de gran fuerza y madurez, poemas sin desperdicio que pueden ir desde el más profundo intimismo y la reflexión a otros más narrativos sin perder jamás su sentido poético y su estilo.
Nacida en Gijón, Asturias en 1964, vive en México desde 1986 siendo actualmente también la nacionalidad mexicana. Es licenciada en Lenguas y Literaturas Hispánicas por la UNAM y egresada de la escuela de escritores de la Sogem.
Es autora de varios libros de poemas como Visiones de piedra (Premio de Poesía UNAM en 1991), Vagaluz (Premio Nacional de Poesía Elías Nandino en 1992), Hacia los flecos del frío (Premio Salvador Gallardo Dávalos en 1993), El espejo de Luzbel (premiado por la Universidad Veracruzana en 1994) y En el reino de la luz y otros poemas (finalista en el Premio Internacional del Ateneo Jovellanos en 1999), entre otros. Es una escritora de amplia y sólida trayectoria.
Al terminar el evento de la presentación, Carmen Nozal me obsequió un ejemplar de República su nuevo poemario publicado por Editorial Parentalia de la Ciudad de México en el que recupera la memoria de su familia en el doloroso momento de la Guerra Civil Española. Por amigos comunes y luego en una conversación con Carmen, ya sabía de este conmovedor texto y estaba deseoso de leerlo.
“(Haber escrito República) representa honrar la memoria de mi tío Cesáreo que murió a los veinticuatro años combatiendo en la Guerra Civil Española defendiendo a la República”, me comentó días después en una breve conversación telefónica “es honrar la memoria de un héroe falleció en combate y sus restos reposan en una fosa común, deseaba que su nombre estuviera impreso en algún lugar porque no tuvo lápida, se trata de dejar constancia, de darle existencia a él”.
Nozal agregó que esta obra le permitió poner en orden sus sentimientos encontrados sobre ese difícil momento de su familia del que supo desde su infancia por lo escuchado por los adultos, permitiéndole también recuperar la memoria de su familia, mostrar lo acontecido, exponer lo que vivieron.
El poemario está conformado por ocho poemas en los que se muestran historias y personajes reales de la familia de la autora, recupera lo vivido por ellos, lo que se recuerda de esos duros años de la guerra.
Con un lenguaje sencillo y directo, la poeta desarrolla los poemas con un sentido casi narrativo e íntimo, logra recrear para el lector la atmósfera de la tragedia familiar en la guerra, la cotidiana violencia que los envuelve a los personajes que son reales y entrañables, son sus tíos, su abuela, son los vecinos.
En República el lector encontrará poemas intensos, vibrantes, que nos llevan al pasado desde lo brutalmente cotidiano de la guerra, son textos de un acertado manejo del lenguaje que demuestra la madurez en el oficio de la autora.
La prima que la guerra la dejó sin casa, al republicano denunciado por su hermano, a la madre que solo recibió una bandera en lugar del cuerpo sin vida de su hijo, el preso al que avisan que van a fusilar, son los personajes que andan las páginas de este poemario.
“Y volví a las claras dunas, / a los laberintos de la mente, / a la noche de la página. / Sospecho que un movimiento / viene bajando del alma. / Trato de escuchar lo que alguien / necesitó decir y no fue dicho. / Pienso, entonces, en la fosa común / a espaldas de mi casa / donde mi tío sigue / sin poder olvidar”, canta Carmen Nozal en el poema República integrado en el poemario del mismo nombre.
Leer República nos permite andar no solamente un momento histórico de España desde los recuerdos familiares con la desolación, la violencia y la desesperación de la guerra, sino también nos permite acercarnos a nuestro propio pasado y a nuestra humanidad.