
Está circulando un volante; una hoja volante se diría en la época de Guadalupe Posada, firmada por el partido que ganó las elecciones presidenciales de 2018 -¿podría decirse el “partido en el poder”, o nomás le prestaron un ratito la silla principal de Palacio Nacional?- y sus partiditos satélites, en contra de la Virgen de Guadalupe. El texto, el mensaje, me parecen tan burdos, que no me extrañaría que se tratara de una campaña orquestada por los enemigos políticos de quienes encabezan los poderes ejecutivo y legislativo federales; la histeria de la derecha resentida.
Pero en caso de que sea cierta, quienes impulsan semejante estrategia tendrían que conocer la experiencia de la Unión Soviética, en donde los esfuerzos para erradicar la religiosidad social durante más de 70 años fueron mucho más allá de la distribución de volantitos, hasta extremos tan estúpidos como vergonzosos, aparte de inútiles, porque que una vez que el bloque soviético se desmoronó, mucha gente simplemente recuperó sus antiguas prácticas religiosas. Algo tendrían que aprender de la Historia.
La imagen muestra una de las miles de celebraciones de la Mariquita de Guadalupe que se llevan a cabo en estos días en todo el país, la correspondiente a Ciénega Grande, Asientos. (Felicitaciones, ampliaciones para esta columna, sugerencias y hasta quejas, diríjalas a [email protected]).