- A los padres de familia se les ha dificultado ayudar a sus hijos por su nivel de escolaridad
- El aislamiento puede ser un factor que propicie a procrastinar alguna actividad
La procrastinación ha sido uno de los retos para la educación a distancia, aunado a que el papel de los padres ha sido más como maestros, algunos teniendo que estudiar los temas previamente para retomarlos con sus hijos.
Desde el mes pasado los estudiantes de educación básica y superior regresaron a clases las cuales debieron adaptarse bajo una modalidad a distancia debido a la contingencia del Covid-19. En lo que concierne a la educación básica ha sido un reto para los padres el apoyar a sus hijos para completar sus obligaciones escolares.
“Se ha convertido en una situación muy complicada para las mamás porque son ellas las que tienen que explicarles a sus hijos, muchos de ellas no tienen la educación suficiente, es decir, apenas concluyeron la primaria o la secundaria, algunas obviamente pueden estar en situación mejor, pero algunas clases o materias están prácticamente olvidadas”, comentó Gwendolyne Negrete Sánchez, presidente fundadora de Mujeres Jefas de Familia.
En contraste, el modelo a distancia obliga a los padres a estar más involucrados en el aprendizaje de sus hijos por lo que pueden ver de cerca cómo es su aprendizaje.
Aunado a ello, señaló que un aspecto que ha afectado el modelo a distancia es desde luego las procrastinación ya que es algo que se ha arraigado en la costumbre de la mayoría de los mexicanos, con el aislamiento, es más propenso que se tenga esta práctica.
“Creemos que tenemos todo el tiempo, como no tenemos que salir a ningún lugar, decimos ‘al ratito lo hago, mañana’. Es uno de los principales problemas a los que nos estamos enfrentando; la procrastinación y la falta de organización de nuestro tiempo”, declaró la activista.




