CIUDAD DE MÉXICO. – Un plan de manufactura incógnita, diseñado para confrontar a su gobierno, fue presentado este martes por el presidente Andrés Manuel López Obrador quien, aunque admitió desconocer su validez, quiso hacerlo público para mostrar la conducta “conservadora”.
De esta forma, la conferencia de prensa matutina transitó en gran medida en el señalamiento a los “conservadores”, la insistencia en “definición” a favor o en contra “de la transformación” y, más allá de dichos y señalamientos, tuvo como exposición el documento “Rescatemos a México”, cuyo propósito, supuestamente, es desplazar a Morena en las elecciones de 2021 y conseguir la revocación de mandato en 2022, a través de la integración del Bloque Opositor Amplio (BOA).
“Voy a presentar aquí dos documentos de la estrategia, incluso quiénes participan, sus vínculos en el extranjero, cómo se contempla hacer campaña a través de la prensa internacional en contra nuestra. Y como no tengo porque ocultar eso, me llegó y lo doy a conocer a ver si es cierto, es válido.
“No sé sobre su validez, pero no está de más darlos a conocer”, dijo el presidente, quien originalmente planteó darlo a conocer mañana, pero decidió hacerlo hoy mismo para que no le vayan a imputar la autoría.
El supuesto plan, leído y expuesto en pantalla por el vocero presidencial, Jesús Ramírez Cuevas, proyecta la reunión de los partidos de oposición (PAN, PRI, PRD, MC y “emergentes como” México Libre), los gobernadores de oposición, el uso de intelectuales, analistas, influencers y medios de comunicación para incidir en la percepción de malos resultados tanto del gobierno de López Obrador como de aquellos surgidos de Morena en los estados que gobierna.
El documento, con marca de agua en cada página de “Confidencial”, sin logotipos ni autores, parte de un diagnóstico: que Morena y sus aliados se proyectan como primera fuerza para alcanzar mayoría en la Cámara de Diputados, así como en 10 de las 15 gobernaturas a renovarse en 2021, y que parte de su éxito radica en la mitigación del impacto económico del coronavirus con el regalo de dinero público que, sin resolver la pobreza, tiene “beneficios clientelares inmediatos”.
La idea central, pues, consiste en que a pesar del posicionamiento y aprobación presidencial (que tasa por encima del 50%), es posible desplazar a Morena si se aplica una estrategia, consistente en los siguientes puntos para integrar el BOA:
Acordar con las dirigencias nacionales de PAN, PRI, PRD y MC candidatos únicos de hecho o de derecho; acordar con los gobernadores emanados de esos partidos el apoyo al BOA; conseguir que empresarios locales “apadrinen” a sus candidatos; cuidar que los perfiles sean jóvenes y mujeres ajenos a la clase política tradicionales, pero que apoyen el libre mercado y preferentemente sean egresados de los institutos Tecnológico de Monterrey (ITESM) y Tecnológico Autónomo de México (ITAM), así como de las universidades Panamericana (UP) e Iberoamericana (UIA).
Además, el discurso debe centrarse en dos temas: desempleo e inseguridad, responsabilizando al gobierno de López Obrador por los malos resultados en esos temas y en “los males del país”.
Para lograrlo, según la exposición, deben contratar influencers, redes sociales orgánicas y analistas que insistan en la destrucción de la economía, las instituciones democráticas a consecuencia del autoritarismo político.
El BOA, de acuerdo con lo expuesto, debe lanzar una campaña para cuestionar al gobierno; también hacer cabildeo en Washington para mostrar que se perjudican las inversiones estadunidenses y, más que compararlo con Venezuela, debe mostrar en Estados Unidos que, por los malos resultados en materia económica, el gobierno provoca un incremento en la migración. Los mensajes deben replicarse en la prensa de Estados Unidos y de Europa.
Promover conferencias en Nexos, Proceso, Reforma, El Universal, Milenio y El Economista. Y en todo, martillar dos tesis: que Morena es derrotable en 2021, y que, una vez ganada la elección, desde la Cámara de Diputados se le cierre “la llave presupuestal” a López Obrador
Entre los actores que considera necesarios, además de los medios, destaca al Consejo Coordinador Empresarial (CCE), la Coparmex, el llamado Grupo Monterrey (que agrupa a los empresarios más acaudalados de Nuevo León), el Grupo Femsa, el Frente Nacional Anti AMLO, el Consejo Nacional Ciudadano.
Además, por nombre, identifica a los expresidentes Vicente Fox y Felipe Calderón.
También a los gobernantes y legisladores de oposición, los consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE), los magistrados del Tribunal Electoral, las dirigencias nacionales de los partidos, entre otros.
Además de los medios mencionados, el documento enlista a Carlos Loret, Brozo, Ciro Gómez Leyva, Pablo Hiriart, León Krauze, Denise Dresser, Héctor Aguilar Camín, Enrique Krauze, Jorge Castañeda, María Amparo Casar, Leo Zuckerman. Además de las encuestadoras Mitofsky, Massive Caller y Buendía y Laredo.
Según el presidente, los consultores que contratan a veces son simpatizantes de su gobierno en el que predomina la transparencia y, como se lo hicieron llegar, él lo da a conocer.
Un segundo documento fue difundido entre la fuente presidencial, en el se observa un análisis graficado del comportamiento de la conversación en redes sociales, con el logotipo de una empresa denominada Metricser.
Titulado “Análisis de comportamiento y valor de marca digital: Presidencia de la República”, que mide el comportamiento de las redes durante el mes de mayo, identifica a FRENAA y a México Libre como los principales referentes del mensaje opositor en redes sociales, así como las etiquetas que han posicionado críticas o exigencias de renuncia a López Obrador.
Aunque las referencias a “los conservadores” o sus “adversarios” son persistentes en el mensaje presidencial, en el último mes su insistencia ha sido en que, cada expresión de protesta, crítica o desencuentro con gobernadores, bancadas legislativas, órganos autónomos, cámaras y organismos empresariales, así como diferentes publicaciones en medios de comunicación, están relacionadas con la elección de 2021 y una creciente conflictividad, escalando la postura hasta la exigencia de definición a favor o en contra de su gobierno “de la transformación” o de lo que él llama “el antiguo régimen de corrupción”.
Con información de APRO