
Se hartó Pedro César Carrizales Becerra, diputado de San Luis Potosí, mejor conocido como El Mijis y en Twitter compartió los motivos de su cansancio, escribió: “No quiero seguir como diputado, estoy harto de la política, los acuerdos corruptos y la simulación. Eso nos tiene jodidos. Voy a chambear y recorrer en bici el México real, el de la guerra, la pobreza, los muertos y desaparecidos. Atrás de un escritorio no cambiaremos nada”.
Calenturienta, un segmento de la horda tuitera vitoreó a El Mijis por su determinación, por honrado, por valiente, por su dignidad; el otro extremo lo descalificó señalándolo como pandillero irresponsable, chapulín y se burlaron de sus buenas intenciones. La nación tuitera es una masa de acelerados que rinde la atención y verificación de datos ante la posibilidad de ampliar su audiencia, su aptitud para la síntesis es igual a su incapacidad para leer más de un párrafo, todo sea por los retuits y los favs. Pedro Carrizalez no ha renunciado, simplemente decidió aprovechar el receso legislativo en el Congreso de San Luis Potosí para viajar, en bicicleta, por varios estados de la República. En entrevista con Paty Calvillo, El Mijis explica que viaja para tratar de recuperar las ideas que lo impulsaron a lanzarse como diputado, porque está cansado de la política, arena “donde uno ve cosas que ni en el barrio se ven, como traiciones, yo tenía una maleta llena de ilusiones y llegando al Congreso todo se perdió”, entre las cosas que lo decepcionaron fue que no se aprobó la despenalización del aborto.
El Mijis es un cursi, comprarse la idea de que una rodada es rito de paso, un viaje iniciático, que le permitirá evolucionar hacia una mejor comprensión del México profundo, del México real, francamente es de mal gusto, pero allá él y sus rituales; sobre la calentura tuitera, poco hay que agregar, las tendencias que se discuten duran un par de horas y van de lo banal a lo trascendente sin hacer distinción; rescato la declaración de Pedro Carrizales porque me parece que detrás de su declaración sobre la política está la semilla de lo que detiene la participación pública.
El diputado define la política como la actividad de acuerdos corruptos y simulación; iguala andar en bicicleta a trabajar; y establece que atrás de un escritorio no cambiará la realidad. Se equivoca en todo.
Hartos, como El Mijis, de una clase política que se especializó en seguir las reglas no escritas del sistema priista, los mexicanos confundimos hacer política con la politiquería, la oposición jugaba con las mismas reglas y cuando los ciudadanos quisimos participar, como candidatos independientes, por ejemplo, se nos indicó que lo mejor era deslindarnos de la política, señalar que no éramos como los otros; la idea no era mala, como presentación, porque como forma de trabajo hizo a un lado la vocación de servicio.
De frente a la macro elección del 2021, los miles de comicios locales que conforman la elección más grande de la historia nacional, continuar comprándole a los candidatos que valen porque no son políticos, será lo peor que podamos hacer, al aceptarles esa declaración les estamos otorgando un pase en blanco para no cumplir con su trabajo, legislar es hacer política.
Como electores tenemos la responsabilidad de analizar el discurso y evaluar las acciones de aquellos por quienes votamos, es nuestro derecho, no podemos seguir permitiendo que vendan como hartazgo su ineptitud, incompetencia o irresponsabilidad, cuestionarlos, como hacemos como nosotros mismos, si nos aceptaríamos esa respuesta como justificación, y revirar con esa exigencia a quienes dicen representarnos.
Coda. No puedo evitar llevar a lo local estas líneas, por la revulsión que me provoca la actitud cobarde del legislador Pedro Heder Guzmán, morenita que representa la mediocridad de la clase política aguascalentense, baste la última de sus tonterías para ejemplificar, cuando se le indicó que había votado por incluir el Pin Parental en la reforma a la Ley de Educación estatal, Heder Guzmán se deslindó de la responsabilidad acusando a sus asesores de haberle pasado mal el resumen, asco, por algo escribió Bernard Shaw que “Cuando un tonto hace algo de lo que se avergüenza, siempre explica que es su deber”.
@aldan