“Dar a la patria esperanza, presente”
Los jóvenes tienen la posibilidad de tener ideologías basadas en interpretaciones que esperan el juicio del tiempo. Cuando hablamos de política es menester mencionar que existen una gran diversidad de posturas, las transiciones exitosas requieren de auténticos líderes con ideas muy claras, objetivos precisos y proyectos políticos maduros y responsables, esos factores se traducen en la credibilidad y en la viabilidad de un proyecto.
Hoy los jóvenes del PAN, se enfrentan a una situación verdaderamente vituperable, pues al frente de Acción Juvenil se encuentra Juan Carlo Palafox, una persona que ya no cumple la edad para ser líder juvenil y mucho menos tiene los créditos para sostener ningún tipo de proyecto político. La trayectoria de este personaje ha oscilado en conveniencias y altibajos en donde resultó favorable para ocupar la SEAJ y una suplencia de diputado local, no obstante, sus acciones han mostrado una extensa lejanía con la envergadura de las posiciones.
Acción Juvenil, se ha caracterizado a lo largo del tiempo por ser una organización semillera de líderes, Aguascalientes ha sido reconocido a nivel nacional por la participación activa de los jóvenes pertenecientes al PAN. Liderazgos de verdadera trascendencia como el exsenador Fernando Herrera, líderes como la actual alcaldesa Tere Jiménez, o el exdiputado local Mario Michaus, muchos de los actuales líderes políticos se formaron ahí, basta con hacer mención de personajes como: Juan Martín del Campo, Octavio Ozuna, Alejandro Monreal, Ahmed Franco, David Romo, Javier Luevano, Cristian Gutiérrez, Edgar Dueñas, Ernesto Colombo, Leo Montañez, Alma Hilda y muchos más.
Resulta irónico que, en estos días, una posición tan importante se encuentre secuestrada por alguien que no tiene los principios de libertad, igualdad y fraternidad. La controversia que existe en este momento es que; en un afán de seguir manteniendo una posición, Juan Carlos Palafox pidió licencia para ser candidato a la SEAJ, posteriormente al ver lo endeble de su proyecto, de su discurso y de sus pocos aliados, decide retirar su licencia para regresar como secretario, el punto polémico de esta tesitura, es que en noviembre de este año comienza el periodo electoral, lo que por estatutos elimina la posibilidad de una asamblea, sabedor de esto; Palafox le apuesta a que no haya asamblea y que él se quede al menos 8 meses más, puesto que también es sabedor que no puede transitar a ningún otro espacio de relevancia.
“Los principios están al inicio, pero también al final, aunque te suene extraño. Te orientan en el arranque y te ayudan a permanecer en el camino. En eso consiste la meta en la política: tener un proyecto, servir, perseverar. Los principios no se agotan en su ejercicio, siempre son vigentes e invitan a su realización”.
Sin embargo, el escenario no es caótico, aún existen los jóvenes que creen en la democracia, han salido a los medios de comunicación, han levantado la voz, y se han manifestado en actos de congruencia ideológica, haciendo valer su derecho como idealistas y como personas que le tienen amor a la camiseta. A tal grado llegó el eco de su demanda, que el líder nacional Alán Ávila ha enviado un oficio solicitando se quite la suspensión a la asamblea.
La responsabilidad se concentra en el presidente Gustavo Báez. Las decisiones que toma el presidente del partido siempre son polémicas y juzgadas, es una posición de mucha responsabilidad, sin embargo, los jóvenes y la militancia tiene confianza en que Báez vaya a tomar una decisión correcta, es menester emitir juicios y demandas, pero del mismo modo es de suma importancia aplaudir las buenas decisiones, en ese dilema se encuentra el presidente, quien también participó de manera activa y positiva en Acción Juvenil.
“El que no hizo lo que pudo ni pudo lo que quiso, nada hizo”.
La deshonestidad nunca da frutos en el largo plazo y provoca la decadencia social. La realidad siempre cobra los errores, el contexto es simple, no hay muchas opciones, sin embargo, existe otra planilla registrada y validada, Acción Juvenil no puede estar en las manos equivocadas, mucho menos en la posibilidad de un mercenario.
Dar a la patria esperanza presente, es creer en el discurso político, es construir castillos a la virtud, es enfrentar al ambicioso e hipócrita, es retomar el vuelo y tener sueños que incluyan a más personas, porque el verdadero papel de un liderazgo es hacer más líderes, no apoderarse de una silla, solo aquel que tiene fe en sus ideales puede aspirar a la continuidad y tener esperanza en realizar política de altura.
In silentio mei verba, la palabra es poder.