
Obama es el líder mundial de la semana, porque publicó su libro, que ya circula en algunos chats y por diversas entrevistas, en particular la de El País en nuestra lengua, que ha revelado la manera de pensar de un líder mundial, la verdad, la entrevista es imperdible, en un mundo donde hay pocos liderazgos globales que hablen de causas democráticas, me atrevería a decir que Obama se encuentra en el privilegiado grupo donde, sin duda está Merkel y el Papa Francisco, entre ellos tres se dividen el liderazgo que otras épocas pudieron tener Mandela o algunos otros líderes. La lectura política de Obama es indispensable en nuestros tiempos, para México, el mundo y en lo personal para las y los actores políticos.
La pregunta obligada que le hicieron a Obama fue sobre la polarización en Estados Unidos, y respuesta parte de una idea que aplica a Estados Unidos pero también es global: la polarización estaba antes de Trump y seguirá después de Trump, lo mismo sucede en otros países como México, Brasil o Reino Unido, la explicación no es sencilla y quizá no haya. La polarización existe porque los problemas globales y locales existen, la pobreza y la desigualdad estructural, que son polarizadores en una sociedad, y existen narrativas y discursos que utilizan esas diferencias para potencializar los argumentos y ganar adeptos, pero no solucionar el problema de fondo: la desigualdad. La polarización está, y es complejo atajarla de raíz, quizá nuestra generación no la vea; pero lo que sí es reprobable es que liderazgos utilicen la polarización de la sociedad para tener réditos electorales, usar esta polarización como botín electoral es cínico y vergonzoso, y muchos actores políticos a lo largo del mundo lo han hecho, provocando aún más polarización y aún más distancia. Los liderazgos que debemos buscar son aquellos que traten de disminuir la polarización o de contrarrestarla con ideas en las que todos o la mayoría podamos estar de acuerdo. Sobre eso Obama reflexiona: “Deberíamos poder estar de acuerdo en que el cambio climático es real y en la validez de las estadísticas económicas. Deberíamos estar de acuerdo en que después de unas elecciones se acuñan los votos y en quién ha ganado y quién ha perdido. Todo esto ya se veía venir con Sarah Palin, cogió cierto impulso durante mi presidencia y durante los últimos cuatro años ha empeorado aún más”.
Esas son ideas que deberíamos tener en común, Obama sigue reflexionando sobre el tema: “Una de las cosas que hemos aprendido con Trump es que muchos de los valores que mantienen unida a una sociedad no están codificados, no están sujetos a sanciones penales; se trata de expectativas, de valores que se van transmitiendo de una generación a otra y de tradiciones que ahora debemos reconstruir y enseñar a nuestros hijos. Michelle y yo hablamos mucho sobre cómo crear un sistema educativo que promueva el pensamiento crítico de los niños y que enseñe que existen las verdades objetivas, y que ciertos valores de la Ilustración, como la lógica, la razón, los hechos, la objetividad y la confirmación de hipótesis, contribuyen a formar la vida moderna”.
Esas ideas que parecerían superadas y aceptadas globalmente hoy son debatibles, y se aprovechan para generar más polarización y réditos electorales, la apuesta y el argumento de Obama es reducir la polarización a través de encontrar ideas comunes, que nos debieran parecer obvias: la igualdad, la protección del medio ambiente, la justicia, la democracia o la elección.
Sobre la visión histórica, a veces creemos que vivimos en una época negra de la historia, algunos optimistas afirman que vivimos en la mejor época de la humanidad, Obama pone su matiz a la visión histórica: Siempre he cultivado un optimismo cauto. La historia no siempre avanza. A veces retrocede o se mueve en otras direcciones. Es la condición humana, cuando pensamos que el conocimiento y el tiempo nos traerá más racionalidad, más sofisticación, no es así, a veces la historia retrocede y es natural, no trágico, a veces no avanzamos y la historia puede moverse horizontalmente y así es.
La última reflexión de Obama que me pareció imperdible en esta serie de entrevistas fue su llamado a defender la democracia, ella misma es compleja y su defensa aún más compleja: No podemos dar la democracia por sentada porque es, precisamente, la forma de gobierno más difícil, ya que requiere la atención constante de todos los ciudadanos, la exigencia de responsabilidades a los líderes y el análisis crítico de lo que se dice, de lo que es verdad y de lo que es mentira. Y eso es más difícil ahora que antes. Conjuntando sus ideas sobre la visión histórica y la democracia, hoy es más difícil que antes defender la democracia, pero no es negociable su defensa, ese es el camino que debemos trazar y caminar; en esta etapa global de confusión, la luz nos la deben dar las ideas, el debate, el pensamiento crítico y los matices.