- Los trabajadores de la salud y la población vulnerable son los más expuestos
- El uso de cubrebocas, la sana distancia, evitar aglomeraciones y continuar con el uso de gel antibacterial deberán seguir siendo prioridad; podrían durar de dos hasta cinco años más
La mañana del 8 de diciembre se dio a conocer una de las noticias más esperadas por todos los mexicanos, pues el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, presentó la Política Nacional de Vacunación Contra el Covid-19, donde en primera instancia se le dará prioridad a los trabajadores de la salud y a la población de riesgo, y en última a los jóvenes, lo cual, desde la perspectiva del experto Francisco Márquez Díaz, infectólogo reconocido, parece ser la campaña más adecuada.
En la presentación de la esperada, y prolongada, pues termina hasta el 2022, campaña, Hugo López-Gatell aclaró que la vacuna será universal y gratuita, pero no obligatoria.
Las etapas
La campaña de vacunación iniciará a finales de este mes en el personal de salud de primera línea de control de la pandemia; luego, en febrero, comenzará la etapa 2 donde se vacunará al personal de salud restante y a las personas de más de 60 años, grupo etario que más se ha visto afectado por la enfermedad vírica.
En abril comenzaría la etapa 3 de esta campaña donde se les dará prioridad a las personas de entre 50 y 59 años; en mayo se continuará con la etapa 4, que priorizará a las personas de entre 40 y 49 años; y a partir de junio del siguiente año, y hasta el primer trimestre del 2022, se ampliará al resto de la población
La propuesta fue adecuada
Consultado por LJA.MX, el expresidente del Colegio de Medicina Interna de Aguascalientes, Francisco Márquez Díaz, opinó que la propuesta federal fue adecuada. “Yo creo que es correcta en cuanto a riesgo de la población; los trabajadores de la salud y la población vulnerable están mucho más expuestos”.
También consideró pertinente dejar a los jóvenes al final de la campaña, hasta mediados del siguiente año y en adelante, ya que esa es la población con menor riesgo de desarrollar la patología gravemente, es decir, aunque se enfermen, pocos son los que se van a complicar. En segunda instancia explicó que “si las vacunas tienen efectos secundarios pues es preferible que la población más joven no se exponga”, pero este punto sería el menos relevante.
Vacuna no es un escudo blindado
Frente a las esperanzas que la vacuna contra Covid-19 y la campaña de vacunación nacional han vertido en la sociedad, Francisco Márquez Díaz expuso que “las vacunas no son un escudo blindado que evite que la gente se enferme”, sino que más bien estas vienen “a mitigar una epidemia, es decir, decir, lo que buscan es que menos gente se muera por desarrollar una enfermedad grave”.
Por lo anterior señaló que es imprescindible que las medidas de prevención se sigan manteniendo durante toda la campaña de vacunación ya que “aunque se vacunará toda la población, inmediatamente no desaparecería el uso de cubreboca, la sana distancia”.
Las medidas de prevención universalmente conocidas deben de resguardarse durante la campaña de vacunación, pero el doctor estimó que en lo que se logra establecer una normalidad con la pandemia, estas medidas podrían permanecer en la sociedad de dos hasta cinco años más.




