- La esposa de Joaquín Guzmán Loera fue detenida este lunes en Virginia, Estados Unidos. En los documentos judiciales en su contra la acusan de traficar droga y de corromper autoridades mexicanas para otro escape de su esposo en México
EMEEQUIS/Oscar Balderas
Emma Coronel, la esposa del narcotraficante Joaquín “el Chapo” Guzmán, sobornó con 2 millones de dólares al “servidor público en México que supervisaba las prisiones mexicanas” para facilitar el que sería el tercer escape de su pareja, de acuerdo con la orden de aprehensión solicitada por el FBI contra la exreina de belleza.
Ese mandato judicial fue ejecutado este lunes, cuando la esposa y madre de las gemelas del fundador del Cártel de Sinaloa fue arrestada en Virginia, Estados Unidos, acusada de conspirar para traficar heroína, cocaína, metanfetamina y marihuana hacia la Unión Americana.
De acuerdo con el proceso judicial que se le sigue en la Corte de Distrito de Columbia, Emma Coronel es señalada no sólo de tener un rol activo en los planes para cruzar drogas hacia la frontera norte, sino de ejecutar la segunda fuga del Chapo Guzmán en 2015 y de planear una más en 2016, antes de su extradición a Estados Unidos.
Eric S. McGuire, agente especial del FBI, asegura en el documento judicial que un testigo protegido que era miembro del Cártel de Sinaloa le reveló que Emma Coronel le confió que había hecho un pago de unos 36 millones de pesos (2 millones de dólares al tipo de cambio de ese entonces) a la máxima autoridad carcelaria en México para regresar a Joaquín Guzmán Loera a la prisión del Altiplano, donde se ejecutaría otra fuga.
El traslado nunca ocurrió y el que fuera el narcotraficante más poderoso del mundo fue enviado al Centro Correccional Metropolitano de Nueva York, una cárcel federal en Manhattan, donde fue enjuiciado y sentenciado a cadena perpetua.
En aquel año el encargado de las prisiones era el general Salvador Camacho Aguirre, quien no tenía experiencia en el sistema penitenciario y sobre quien pesaban acusaciones de corrupción en la División de Fuerzas Federales de la Policía Federal.
Sospechas justificadas
Un año antes, 2015, Celina Oseguera Parra, entonces coordinadora nacional de los Centros Federales de Readaptación Social, la servidora pública de mayor nivel entre las cárceles del país, fue detenida y encarcelada preventivamente junto con 12 personas por participar en el segundo escape de Joaquín Guzmán Loera el 11 de julio de hace seis años.
La criminóloga, cercana al exsecretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, fue absuelta en junio del año pasado del delito de evasión de preso por una juez federal.
Lealtades compradas
La absolución de Celina Oseguera despertó las sospechas de los arreglos entre poderosos integrantes del Cártel de Sinaloa y altos funcionarios en cárceles federales.
Esas suspicacias comenzaron cuando cuando a la exfuncionaria se le dio el beneficio de prisión domiciliaria debido a que, según sus abogados, tenía problemas de salud demasiado graves como para ser atendidos en prisión preventiva.
Celina Oseguera fue nombrada como la máxima responsable de las prisiones federales durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, pese a que en el 2012–cuando era encargada de las prisiones de la Ciudad de México– el PRI capitalino pidió su renuncia por supuestamente tolerar el tráfico de drogas y prostitución en los reclusorios chilangos.
La señora de los túneles
La orden de aprehensión contra Emma Coronel, de ciudadanía estadounidense y mexicana, también la señala como la responsable de pagar 100 mil dólares para que miembros del Cártel de Sinaloa compraran un predio cercano a la prisión del Altiplano y construyeran una casa con un túnel que se conectara con la celda de su esposo.
Durante cerca de un año, arquitectos y albañiles contratados por el Cártel de Sinaloa trabajaron en la construcción de ese túnel de 1.70 metros de alto y 80 centímetros de alto, que contaba con ventilación propia y alumbrado, así como una motocicleta adaptada sobre rieles que permitía, en minutos, recorrer sus mil 500 metros de distancia entre la prisión de máxima seguridad y la casa recién construida como obra negra.
Asimismo, el gobierno de Estados Unidos acusa a Emma Coronel de haber conspirado para el tráfico de drogas, al menos, entre el 2014 y el 19 de enero de 2017, un día antes de la extradición de Joaquín Guzmán Loera hacia Nueva York, donde en julio de 2019 se le condenó a cadena perpetua en la prisión de máxima seguridad ADX Florence.
Rica, famosa, detenida
Tras la extradición de su esposo, Emma Coronel había mantenido un bajo perfil… hasta que en 2019 sorprendió al mundo como parte del elenco del reality show “Cartel Crew”, un programa del canal estadounidense VH1 en el que las cámaras siguen la vida fastuosa de parejas de notables criminales caídos en desgracia, como mafiosos italianos o contadores criminales.
“La gente nos juzga sin conocernos… es duro porque a veces no puedes hacer lo que otros hacen a tu alrededor”, dijo Emma Coronel durante la filmación del reality show, que fue severamente criticado por la comunidad mexicana en Estados Unidos por presentar a la exreina de belleza como víctima y no como integrante de uno de los cárteles más sanguinarios de México.
Ese mismo año, Emma Coronel anunció en su cuenta de Instagram que lanzaría la marca de ropa “JGL” –en alusión a Joaquín Guzmán Loera– que, según sus palabras, proyectaría su “estilo y el de Joaquín, pero con agrado de todos”.
Sus planes como diseñadora de moda, personalidad de televisión e influencer parecen haber topado con pared de un FBI que no parece que será tan fácil de doblar a billetazos como lo habría hecho en México.
@oscarbalmen
