- El actual diputado de Morena cuenta a EMEEQUIS sus razones para estar optimista frente a las intenciones de Margarita Zavala de arrebatarle su curul este 2021. Su ring será el distrito 10 en la alcaldía Miguel Hidalgo, donde la competencia es muy reñida
EMEEQUIS/Óscar Balderas
Un pedazo de 70 kilómetros cuadrados en la Ciudad de México será la arena de la batalla que atraerá las miradas en los comicios locales del 2021. Se trata del distrito electoral 10, que abarca a los adinerados barrios de Polanco y Lomas de Chapultepec, donde dos fuerzas irreconciliables, el lopezobradorismo y el calderonismo, han elegido a dos representantes para pelear con fiereza.
En una esquina está el actual diputado federal por ese distrito en busca de la reelección, Javier Hidalgo, fundador de Morena, aliado del presidente y defensor de causas progresistas. En la otra esquina está la retadora, Margarita Zavala, líder del fallido partido político México Libre, esposa del exmandatario Felipe Calderón y mujer de talante conservador.
“Yo sé que puedo ganarle a Margarita, no me quita el sueño”, dice Javier Hidalgo a EMEEQUIS, en una entrevista realizada horas después de que se confirmó que para mantener su curul en la Cámara de Diputados deberá vencer a la exprimera dama. “Es más, ya le gané a su prima en las urnas”.
Hace tres años, en 2018, Javier Hidalgo ganó ese distrito con el 42.5% de los votos. En segundo lugar quedó la panista Mariana Gómez del Campo, prima de Margarita Zavala, con 37.7%. Menos de 10 mil votos hicieron la diferencia.
Esa es la característica principal del distrito 10, que se extiende por toda la alcaldía Miguel Hidalgo: es un ring donde difícilmente alguien gana por nocaut. Desde hace años, la izquierda y la derecha se alternan su dominio y los vencedores lo suelen ganar por un apretado margen.
“Pero yo te diría que estamos en una situación inmejorable. El presidente tiene muy buenos niveles de aceptación en el país y en la Ciudad de México. La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, también es muy popular y lo mismo el alcalde Víctor Hugo Romo, que es de Morena. Yo también tengo mucho reconocimiento de los vecinos. Estamos muy bien evaluados”, asegura Javier Hidalgo.
Dos de la oposición contra uno
Un segundo factor a su favor, dice, es que él podrá hacer campaña en mejores condiciones, pedaleando su inseparable bicicleta, gracias a que ya tiene la edad suficiente para ser próximamente vacunado contra covid-19, a diferencia de su competidora de 53 años.
“Me congratulo de tener ya 60 años, porque espero estar vacunado pronto para recorrer el distrito de casa en casa, tocar puertas y hacer contacto personal. Es algo que Margarita no hace ni sabe hacer”, dice Javier Hidalgo.
Además, él es el único candidato que representa a la llamada Cuarta Transformación y todos los votos de simpatizantes del presidente Andrés Manuel López Obrador irán hacia él, pues el calderonismo tiene a otro candidato en el distrito 10 además de la exprimera dama: Salomón Chertorivski, secretario de Salud durante una parte del sexenio de Felipe Calderón, es el candidato de Movimiento Ciudadano.
“Hay dos opositores al proyecto de transformación del país. Eso hará que, obviamente, se resten votos entre ellos. No quiero sonar triunfalista, haremos una campaña intensa, pero creo que les vamos a ganar y les ganaremos bien”, dice el morenista.
Un distrito que cambia de colores
Las calles y colonias de la alcaldía Miguel Hidalgo son un territorio que conoce bien Javier Hidalgo: en el 2000 hizo campaña por el Partido de la Revolución Democrática a la entonces delegación, pero el huracán que fue la candidatura presidencial de Vicente Fox impulsó al triunfo al panista Arne Aus den Ruthen Haag.
“Me dieron una arrastrada. Con todo y que Andrés Manuel López Obrador era el candidato del PRD a la jefatura de Gobierno de la ciudad, el PAN se llevó todo en Miguel Hidalgo. Fue mi primera derrota”, recuerda el también extitular del Instituto de la Juventud de la Ciudad de México.
Luego, en 2006, Javier Hidalgo volvió a competir, pero ahora por el distrito 10 como candidato a diputado federal. De nuevo, perdió frente al PAN, que en aquel entonces había nominado a María Gabriela González.
A partir de ese año, nadie ganó esa curul sin pelear hasta el último aliento. En 2009, el distrito 10 lo ganó la panista Gabriela Cuevas, frente a la escritora y socialité Guadalupe Loaeza, la abanderada del PRD.
Tres años más tarde, en 2012, el PRD alcanzó por fin el triunfo de la mano de Agustín Barrios Gómez, un empresario avecindado en la rica colonia Lomas de Chapultepec.
En 2015, el PAN volvió a ganar arañando un puñado de votos: Jorge Triana, abogado por el ITAM –una de las universidades más caras del país–, derrotó a Victor Hugo Romo, quien ahora es el alcalde de la Miguel Hidalgo.
Y en 2018, la izquierda retomó el distrito 10 con Javier Hidalgo, quien demostró que la tercera campaña electoral fue la vencida, impulsado por otro huracán, la candidatura presidencial de Andrés Manuel López Obrador, quien también ganó la Presidencia de la República en su tercer intento.
“Ellos son una vuelta al pasado”
“Sí es un distrito muy competido. Los números te lo dicen, pero la verdad es que la candidatura de Margarita simplifica mucho las cosas, porque es la representante más ejemplar del pasado, un pasado que la gente rechazó con mucha contundencia en 2018.
“Y Salomón Chertorivski, bueno, es otra vuelta al pasado. Su propia hoja de vida lo pinta de cuerpo entero: un economista metido como secretario de Salud con Felipe Calderón, ¿por qué? Porque en el pasado se hacía negocio con la salud de los mexicanos”, dice Javier Hidalgo.
De acuerdo con sus propias encuestas, hoy su candidatura es la favorita para ganar el próximo 6 de junio: un sondeo hecho por su equipo lo ubica cuatro puntos arriba de cualquier nominado por la oposición.
“En el 2019 hicimos una encuesta e íbamos empatados con la oposición. Pero acabamos de hacer otra y ahora ellos están abajo hasta 4 puntos. Habrá que medir ahora cómo se mueven los números con Margarita Zavala como candidata del PAN, pero en un ambiente polarizado van a perder”, adelanta el morenista.
Una bicicleta contra una limusina
De cualquier modo, Javier Hidalgo se prepara para dar la pelea. Está listo desde el día siguiente que tomó posesión como diputado federal: no hay semana en que no pedalee hasta alguna colonia y se presente personalmente a hacer las gestiones que necesitan sus vecinos.
Es un distrito que, dice, conoce como la palma de su mano y en el que lo conocen bien, no sólo en las zonas ricas, sino en los barrios populares como Tacubaya, la Santa Julia y la Tlaxpana. Su orgullo es poder meterse a las zonas más broncas del distrito 10 y salir con su bicicleta intacta y hasta con palmadas de la gente que vive en esos lunares de pobreza al poniente de la ciudad.
“Yo no llego con los vecinos en limusina ni ando con guardaespaldas. Yo llego a sus casas en bici y caminando, porque eso me permite ver cómo viven, cómo mejorar su entorno. Ni Margarita ni Chertorivski se paran por ahí. No los conocen y la gente de la Miguel Hidalgo es exigente: saben oler el oportunismo”.
Son tres años de preparación para este momento. Más de mil días de un boxeo de sombra para noquear a quien la oposición le pusiera enfrente: el destino ha querido que la exprimera dama no consiguiera una candidatura en la alcaldía Benito Juárez y terminara en la Miguel Hidalgo, simplificando la batalla como un duelo entre el lopezobradorismo y el calderonismo.
“La que debería estar preocupada es ella, porque yo no voy a aflojar”, adelanta Javier Hidalgo. “Vamos a ganar, no tengo dudas”.
@oscarbalmen