Heidelberg es una localidad ubicada al sur de Alemania con poco más de 160 000 habitantes, famosa por su universidad y obras antiguas. Esta se enfrenta a varias de las mismas problemáticas que presenta cualquier urbe, como transporte y contaminación. Alrededor del mundo, muchas ciudades han decidido tomar acciones con respecto a ello, como transitar del uso de combustibles fósiles a energías llamadas limpias. No obstante, las autoridades de este territorio han decidido ir más allá.
En este lugar, como en varias demarcaciones europeas, se ofrecen subsidios y apoyos a las personas que deciden comprar un auto eléctrico. No obstante, su estrategia no se basa en el impulso a este tipo de transporte. Su ambicioso plan incluye una reestructuración de la planeación urbana, donde el uso de carros sea cada vez más prescindible, incentivando el uso de bicicletas o caminar para transportarse.
Si bien el uso de carros eléctricos o híbridos puede parecer una buena solución, lo cierto es que también traen consigo varios problemas. Uno de ellos son los pocos puntos de carga, además del espacio que ocupan. Otra dificultad que traen son su costo, por lo que pocas personas pueden comprar uno, mostrando la desigualdad entre los ingresos y posibilidades de la población. Esto es del conocimiento de las autoridades de este lugar.
A pesar que relativamente poca gente se moviliza en transportes de motor privados, siguen ocurriendo embotellamientos en Heidelberg. Además, los traslados largos a los centros de empleo y estudio son de las principales causas por las que se requieren utilizar automóviles, lo que plantea un reto para disminuir la contaminación y el tráfico.
Como respuesta, se han introducido autobuses que funcionan con hidrógeno, una red de vías para bicicletas y diseñar los vecindarios para estimular las caminatas, dejando de ser necesario utilizar otros tipos de transporte. Quienes decidan abandonar el uso de automóviles, obtienen un año de transporte público gratuito. No solo eso, sino que en varios caminos los pasos son exclusivos para bicicletas, las cuales pueden evitarse trayectos largos y compartir espacios con vehículos más grandes.
Todas estas acciones van de la mano con una planeación integral, pues también se ha buscado la manera modificar el consumo de energía en escuelas y en hogares, lo cual no es sencillo en edificios que llevan mucho tiempo de ser construidos. De la misma forma, la edificación de zonas habitacionales con diseños innovadores es un pilar de la estrategia de este lugar.
Prueba de ello son los nuevos vecindarios en las orillas de la ciudad, en los cuales las casas se erigen alrededor de parques y plazas comunitarios, facilitando la movilidad a pie. De la misma forma, cuentan con escuelas y centros de empleo, eliminando la necesidad de trayectos largos. Sin embargo, en caso de querer llegar a otros puntos de la ciudad, cuenta con una estación de trenes cerca. Los automóviles casi no entran a esta zona, por lo que muchas de sus calles son cerradas y los espacios peatonales son amplios.
Sin lugar a dudas, Heidelberg es un gran ejemplo de como planear y ejecutar acciones concretas para hacer frente a los graves problemas de la urbes contemporáneas. Más allá de las soluciones fáciles, que benefician a pocas personas, en este lugar se han enfocado en cambiar el estilo de vida de sus habitantes, impulsando la creación de espacios seguros y comunitarios.
