- Ya tenía dos denuncias por violación cuando el senador Félix Salgado Macedonio propuso ampliar los derechos de los victimarios. Quería privilegiar la conciliación entre las partes. No pasó, como casi ninguna de las iniciativas que propuso
EMEEQUIS /Alejandra Crail
Llegó al Senado de la República arrastrando dos denuncias por violación sexual. Con el conocimiento de las indagatorias y por medio de su trabajo legislativo, Félix Salgado Macedonio propuso generar una verdadera promoción de los derechos de los imputados, arguyendo que usualmente se defiende más a las víctimas.
Como tratando de adelantarse a la difusión de las denuncias por delitos sexuales en su contra –violación, acoso y abuso sexual–, que fueron rechazadas tanto por Morena como por Andrés Manuel López Obrador, Salgado Macedonio intentó fortalecer los mecanismos de conciliación antes de la sanción tradicional, que suele ser la prisión.
La propuesta, que presentó el 17 de octubre de 2019, buscaba modificar la Ley Nacional de Mecanismos Alternativos y el Código Nacional de Procedimientos Penales porque, desde su punto de vista, los derechos de los imputados no son suficientemente promovidos por los impartidores de justicia.
El proyecto de decreto exponía la importancia de la justicia restaurativa como mecanismo de sanación de las víctimas, los ofensores y la comunidad, a partir de impulsar alternativas de solución de conflictos –y sanciones para delitos– ajenas a la cárcel.
Un análisis que Salgado Macedonio presentó como justificación es que, al segundo trimestre de 2019, menos de mil 500 casos se habían resuelto por medio de la mediación y la conciliación, obstaculizando la reinserción social de las personas que han cometido algún ilícito.
Pedía conciliación y ya tenía denuncias
Los cambios a las leyes sugeridos por el senador con licencia de Morena buscaban que el Ministerio Público, como representante del Estado en el proceso penal, debía promover la conciliación y exponerla como parte de los derechos del imputado pues, según su exposición, es un derecho que se le otorga exclusivamente a la víctima.
El eje de su decreto giraba en torno al argumento de que “los mecanismos alternativos de solución de controversias deberán promoverse durante todo el proceso previo a la etapa de juicio oral. Tanto la víctima u ofendido como el imputado deberán ser informados de los beneficios de la elección de la conciliación, mediación y junta restaurativa”.
Su iniciativa llegó dos años después de que una mujer ratificara una denuncia por violación agravada y despido injustificado en su contra. La carpeta de investigación se inició por un delito presuntamente cometido el 20 de mayo de 2016, cuando Salgado Macedonio dirigía el periódico La Jornada Guerrero.
En dicha carpeta, según ha dicho la denunciante, que se ha mantenido bajo anonimato, habría pruebas de los golpes que recibió tras haber sido violentada sexualmente en dos ocasiones por el ahora candidato a gobernador, así como un estudio que acreditaba la presencia de una enfermedad de transmisión sexual consecuencia de la violación.
Esta denuncia se sumó a la que Basilia Castañeda Maciel interpuso contra Salgado Macedonio años antes, por la violación de la que fue víctima cuando tenía 17 años. En ese tiempo el acusado se desempeñaba como senador por el PRD.
La denunciante desistió hace unas semanas del proceso penal, porque las autoridades del estado de Guerrero indicaron que el delito cometido ya había prescrito, pues no contemplaron que desde la agresión Salgado Macedonio ha tenido fuero por sus cargos como senador, diputado federal y alcalde de Acapulco.
Su paso por el Senado
La iniciativa que, según el resumen de la Cámara de Senadores, tiene como misión “generar una verdadera promoción de los derechos de los imputados y no sólo de los derechos de la víctima”, fue una de las apenas 16 reformas a leyes que impulsó en los dos años que se desempeñó como senador.
Aunque la iniciativa fue turnada a las comisiones de justicia y estudios legislativos, no prosperó, se quedó en el tintero, junto con la mayoría de sus propuestas.
Se quedó atorada, por ejemplo, la primera iniciativa que propuso como senador, el 18 de septiembre de 2018: aquella que buscaba impedir que los partidos y agrupaciones políticas pudieran usar los colores que corresponden en identidad a la bandera nacional como parte de su emblema. Hasta el momento sólo el PRI tiene los colores en su logotipo.
También aquella que en febrero de 2019 buscó que en la Constitución quedara establecido que el presidente de la República sería considerado “jefe de Estado, Jefe de Gobierno y Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas”.
Salgado Macedonio intentó también eliminar el horario de verano, por considerar que no tiene ningún beneficio en materia energética y que, en suma, dañan “psicofisiológicamente” a la ciudadanía.
“No existen datos que robustezcan de manera positiva el argumento inicialmente planteado para establecer el horario estacional ni sus beneficios, al contrario de la evidencia que demuestra los daños a la salud”, detalló en su propuesta de marzo de 2019, que tampoco prosperó.
El morenista también se preocupó por el uso recreativo o comercial de drones, apostando a establecer que los propietarios paguen los daños que estos pudieran ocasionar.
Su última iniciativa fue de septiembre de 2020 y con ella buscaba que las faltas administrativas no graves cometidas por servidores públicos fueran resueltas en un menor tiempo, avisándole cuando menos con tres días hábiles de anticipación a los presuntos responsables de los señalamientos en su contra, además de que la autoridad competente debería resolver el caso en un plazo de 30 días hábiles.
Antes de pedir licencia en septiembre del año pasado para convertirse en el candidato a gobernador de Morena en Guerrero, su estado natal y el lugar donde ayudó a AMLO a consolidar el apoyo para el partido (cuando recién se estrenaba en una elección presidencial) tuvo un rendimiento bajo, logrando apenas que una de sus propuestas fuera aprobada.
La única propuesta aprobada: un guiño a AMLO
Apenas era enero de 2018 y el camino con rumbo a las campañas electorales por la presidencia de México ya anunciaba las promesas de AMLO que se volverían realidad cuando asumiera el cargo meses más tarde.
Entre ellas, el candidato de la coalición Juntos Haremos Historia decía que de ganar la elección dejaría de utilizar los servicios del Estado Mayor Presidencial y que este se reincorporaría a sus actividades previas a su creación dentro de la Secretaría de la Defensa Nacional.
El Estado Mayor Presidencial tiene una larga historia como el ente que vela por la seguridad del presidente en turno y, ante la promesa de AMLO, fue precisamente Salgado Macedonio quien alzó la mano para que aquel dicho se convirtiera en realidad.
A días de que López Obrador tomara posesión, propuso la derogación de cinco artículos de la Ley Orgánica del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos para desaparecer esta ala del Ejército. Entre sus argumentos, señaló que “se tiene la suspicacia que desde el EMP se han fraguado crímenes de Estado que históricamente laceran la conciencia de la sociedad mexicana, como las masacres contra estudiantes en 1968, el conocido Halconazo de 1971 y el asesinato del candidato presidencial Luis Donaldo Colosio, entre otros”.
La propuesta terminó por ver la luz en abril de 2019, materializándose semanas después de su aprobación en la Cámara alta.
Esta fue la única iniciativa de Félix Salgado Macedonio que tuvo el respaldo en el Senado, la única que fue aprobada. El resto de su trabajo legislativo, 15 iniciativas propias, jamás vieron la luz.
Salgado Macedonio pidió licencia a finales de 2020 para convertirse en el candidato a gobernador de Guerrero de Morena, fue entonces que las denuncias por violencia sexual en su contra se hicieron públicas. Pese al rechazo público, Morena y el mismo presidente AMLO le respaldaron.
El partido dijo que iniciaría una investigación por violar los estatutos internos que exigen que todo candidato a elección popular goce de buena fama y no ponga en riesgo la imagen del partido; sin embargo, aunque echó para abajo los primeros resultados de una supuesta encuesta interna que avalaban su triunfo, sólo instó a reponer el procedimiento, mismo que le volvió a dar la candidatura.
El guerrerense arrancó formalmente su campaña el 13 de marzo pasado en Acapulco, rodeado de alrededor de 700 simpatizantes se presentó a sí mismo como una víctima de linchamiento político y mediático, “auspiciado y patrocinado por poderes fácticos e intereses oscuros cuya principal obseción es evitar el avance de la cuarta transformación”.
@AleCrail