Como muchos, este fin de semana vi el Snyder Cut de La Liga de la Justicia. Miré por 4 horas una película muy diferente a la que había visto, y me pareció mucho mejor que la “original”. La visión de Snyder del universo DC me gustó, le daba dirección a todo el equipo que habían formado rápida y escuetamente en tres películas. Así como también mirábamos por primera vez a algunos superhéroes que no habían tenido su propia película, y que, aunque supiéramos quiénes eran (¿alguien no conocerá a Flash?), al formar parte de un multiverso, las motivaciones cambian. ¿Por qué Flash reaccionaba de cierta forma?, ¿por qué Cyborg era un gruñón?, ¿por qué Aquaman siempre sí quiso ayudarlos? Son algunas cosas que me pasaron por la cabeza después de ver la versión original en el cine. No lo sabía, no había explicación, era un “porque quisieron” o un, peor aún, “porque así son”. Eso no fue lo peor.
Lo peor de la versión original de La Liga de la Justicia fue el hecho de que todos los superhéroes existían debajo de Superman, existían para resaltar el poderío de Superman, existían para la existencia de Superman. La original no fue la creación de un equipo sino la resurrección de Superman y cómo este mostraba el poder que estaba muy por encima de todos los demás juntos. Recordaba a los nombres de las caricaturas viejas como “Superman y sus superamigos”, más que La Liga de la Justicia. No había un equilibrio, nadie brillaba más que Superman, ni siquiera Batman llegaba a dar el ancho, y para mí, es el Batman más mortal, más débil y falible que haya visto en pantalla.
Pero Snyder se dio cuenta de ello, los fans se dieron cuenta de ello y se creó esta versión, que se dice no es otra cosa más que un placebo para el fandom de DC, pues no es canónica y si sigue ese universo será ignorada. Snyder también aprendió mucho del MCU: hay que darle una unidad, continuidad a las cosas. No hay que lanzar las películas stand-alone y luego pegarlos como pedazos de un jarrón roto. Tiene que haber una secuencia, un villano, un reto al que se deben enfrentar todos esos héroes que defienden la Tierra. Por ello es que cierra la película con un epílogo en el que se ve el futuro, o lo que pudo haber sido si se hubiera seguido por esa dirección. Una última cachetada de Snyder a los ejecutivos de DC: le enseñó al fandom una posibilidad de universo cinematográfico que no llegará a ser, porque decidieron irse por otro lado. Snyder nos mostró el villano, nos mostró los héroes, nos mostró “el futuro”. Pero eso fue una película y ya. No hubo un universo construido.
A diferencia del MCU de Marvel.
Los ejecutivos de Marvel supieron construir un universo de manera muy inteligente, poco a poco, película a película. El orden muchas veces se antoja aleatorio ¿por qué empezar por Ironman y no con el Capitán América? ¿por qué seguir con Hulk? Pareciera que el orden entendiera un azar que no explicaría las razones ni que nos diera indicio alguno de que forman parte del mismo “universo”. Sin embargo, en retrospectiva, ahora que empieza la llamada 4 fase y que ha sido vencido el primer gran villano que planearon, se puede observar la lógica en la construcción y desarrollo de la historia y de los personajes.
Ironman, la primera película del MCU, apareció en 2008, seguida por The Incredible Hulk, que apareció unos meses después. Dos años después llegó Ironman 2 y el siguiente año aparecieron Thor y Capitán América: el primer vengador; esa primera fase cerró con The Avengers en 2012. Ese orden dio la pauta para la creación de todo el universo que 13 años después conocemos.
¿Por qué primero Ironman? Phillip K. Dick decía que la diferencia entre fantasía y ciencia ficción es que a la segunda le podíamos encontrar una explicación en el mundo, a la primera no: era magia inexplicable y, sobre todo, imposible. Por eso es que el primer superhéroe que aparece es Ironman: hay que empezar a construir en la mente del público la posibilidad de los superhéroes y los superpoderes. Si estos salieran de la nada no se diferenciarían de la fantasía. Pero Tony Stark nos demuestra que la tecnología es un medio válido para convertirse en un superhéroe, tecnología que bien pudiera crearse, o podemos creer que se puede crear. Ahí se planta la primera forma de convertirse en un héroe: a través de los avances tecnológicos y cibernéticos.
Pocos meses después llega Hulk a las pantallas y vemos otra forma de obtener los poderes que los diferencian de los demás humanos: la ciencia. Es importante diferenciar entre Ironman y Hulk y en sus métodos de obtener sus “poderes”, pues el primero requiere ayuda externa (su armadura), mientras que el primero lo trae en la sangre, cosa que pudiera transmitir a través de la misma.
Tenemos que los dos primeros superhéroes presentados en el MCU fueron manmade, avances tecnológicos y científicos a través de excepciones (no cualquier puede pagarse una armadura de Ironman ni sobrevivir a los rayos gamma para convertirse en Hulk) entonces llega Thor, con la tercera forma de convertirse en superhéroe: provenir de otro mundo. Thor expande las posibilidades: los humanos no estamos solos en el universo y a la vez muestra que los seres de allá son una amenaza para los humanos. Pero que hay seres dispuestos a defender la Tierra. Luego viene la película del Capitán América donde explotan el mito de todo tiempo pasado fue mejor y a la vez muestran el por qué las personas no se impactan tanto por la aparición de personajes con superpoderes: ya hubo uno antes, ya existió uno que fue el mejor de todos. Y en ese se combinan los métodos de Ironman y Hulk, la ciencia y la tecnología convierten al Capitán América en el protosuperhéroe de la Tierra.
Mientras que en los Avengers vemos la aparición de todos los antes mencionados, también hay dos personajes que parecen secundarios y que, al menos mientras escribo esto, ninguno tiene una película en solitario estrenada. Sin embargo, no nos causa molestia esto, ¿por qué? porque esos dos personajes, a diferencia de los anteriores, son agentes, su motivación es cumplir con la misión, al menos en esta primera película. Todavía no tienen desarrollo más allá de lo que nos muestran en la película, que no es mucho. No tienen poderes, pero sí entrenamiento especializado. No son humanos normales. Por eso es que no necesitan su propia película introductoria a diferencia de los otros porque son únicos o casi únicos. Al final de esta película se ve el gran villano que estará detrás de muchos de los hechos que se desarrollan a lo largo de las demás películas: Thanos. Esa primera fase cierra las introducciones del universo de Marvel y a su vez, presenta al villano de esa saga.
A DC le faltó pensar en esa creación. Superman puede ser el superhéroe más poderoso, Batman el más rico e ingenioso, Flash el más rápido, Aquaman el que habla con los peces, la Mujer Maravilla la mejor combatiente, pero al menos en el universo que intentó crear DC, no funcionan como equipo porque nunca los han pensado como eso. Ni siquiera como superamigos. No construyeron nada. Explotaron los superpoderes y ya.