En varias ocasiones tuve el privilegio –la palabra es exacta– de conversar con la señora María Villaseñor Teillery, reina de las Fiestas de Primavera en 1940. Desde luego la conocí ya mayor, pero bastaba observarla para apreciar su porte, su majestad, de tal manera que no extrañaba enterarse que había presidido nuestras fiestas.
En una de esas conversaciones le pregunté cómo había ocurrido su selección, si había tenido alguna preparación para desempeñarse como soberana primaveral. En absoluto, me contestó. La costumbre en aquella época era que los encargados de organizar la fiesta invitaran a algunas señoritas que se distinguieran por su belleza para que desempeñaran los papeles de reina y princesas, y se acabó. Se hacían elecciones que frecuentemente dejaban insatisfechas a las partes, pero no se iba más lejos.
Hoy en día ya no es así, y las aspirantes son sometidas a una preparación en diversos temas, que tiene la intención de que quienes figuren lo hagan de manera decorosa, dignas de sí mismas, de Aguascalientes y su fiesta y desde luego de nosotros…
En varias ocasiones he tenido el honor de participar en el equipo que lleva a cabo estas tareas de preparación, en las áreas de Historia de Aguascalientes e Historia de la Feria.
La imagen muestra a varias aspirantes al trono sanmarqueño de 2020 en una de esas sesiones, que se llevaron a cabo teniendo como marco la galería de soberanas de la Feria. El año pasado, el estupor causado por el coronavirus fue tal, que la suspensión de actividades feriales fue total, incluyendo la elección de reina, que fue retomada en este, exactamente con las mismas jóvenes. A la izquierda de la fotografía aparece Jorge Campos Espino, coordinador del equipo de preparación, e inmediatamente a su izquierda Taide Martínez, que resultó electa soberana de la Feria 2021.
Como ninguna otra reina, Taide I pasará a la historia de la Feria como la soberana de una edición de nuestra verbena que no se llevó a cabo, salvo una serie de eventos que han sido como relámpagos en noche oscura; efímeras luces en el cielo que presagian una lluvia que nunca llega.
Pero a despecho de esta situación, su elección pone de manifiesto la vigencia y continuidad de nuestra fiesta, y desde luego la esperanza de que más temprano que tarde podamos disfrutar de todo lo que San Marcos en primavera ofrece.
