Trinchera de ideas vale más
que trinchera de piedras
José Martí.
SIGLO XXI. Terminamos el artículo anterior con la afirmación del gobernador Miguel Ángel Barberena en el sentido de que, con las obras y actividades realizadas durante su ejercicio (1988/1994) “…estamos asegurando la permanencia y la vitalidad del legado de don Jesús Terán”.
Encuesta. Pero tan solo seis años después, en el año 2000, ya poca gente recordaba todo lo que había ocurrido. Entonces se me ocurrió hacer una encuesta improvisada preguntándole a toda clase de personas lo que sabían sobre Jesús Terán.
Lo único positivo que encontré fue la respuesta de algunas personas ilustradas –cuya proporción debe ser ínfima– que habían leído alguno de los escasos libros publicados sobre Jesús Terán en el último decenio del siglo XX, cada vez más difíciles de conseguir, ya sea porque se agotaron o porque los que están en bodega no se exhiben y los digitalizados están en pañales.
El caso es que el resultado de la encuesta fue lamentable, poniendo de manifiesto que las obras, monumentos y desfiles no pasan de dejar impresiones pasajeras sin contenido si no se cultivan y difunden las ideas de las personas que se pretende homenajear.
2009 FORO CONSTITUCIONAL. Comentando este tema con el buen amigo David Gómez Salas decidimos organizar, en el inmueble que él aportó gratuitamente en el barrio de El Encino, el Foro Constitucional Jesús Terán para manifestar nuestro desacuerdo con las tristemente célebres Reformas Estructurales de la Constitución promovidas durante el régimen 2006-2012, que en pleno centenario de la Revolución pretendían coronar la deformación constitucional iniciada en 1988, de la aportación con que los constituyentes mexicanos de 1918 le dieron lustre a México en el mundo: las garantías sociales.
Estrategia Lansing. Garantías sociales en las que el pensamiento precursor de Jesús Terán estuvo presente en lo que se refiere a educación, desarrollo económico y soberanía nacional. Estábamos regresando a etapas que todavía teníamos esperanzas de superar, si bien ya con los serios obstáculos que empezó a imponer, a partir de 1988, el criterio imperial del neoliberalismo en México mediante la conocida como “estrategia Lansing”, con los primeros presidentes adoctrinados en universidades estadounidenses, tal como lo vaticinó el alto funcionario del gobierno de los Estados Unidos Robert Lansing en 1924: ”…Sin necesidad de que Estados Unidos gaste un centavo o dispare un tiro, harán lo que queramos. Y lo harán mejor y más radicalmente que nosotros”. (Cita completa en el número 4 de esta serie).
El resultado de aquel foro en el que habíamos trabajado del 2009 al 2012 no solamente fue raquítico por ser un tanto especializado, sino que atrajo también la atención del aparato de seguridad del Estado, que ejerció sobre nosotros un espionaje ridículo, como si fuéramos delincuentes o conspiradores.
La ciudad Jesús Terán. El año 2013, en una de mis imaginarias entrevistas con Jesús Terán en el panteón de La Salud buscando respuestas a nuestras inquietudes para difundir su pensamiento creador, decidí ir a visitar también la estatua de una de las obras con las que el gobernador Barberena afirmó: “…estamos asegurando la permanencia y la vitalidad del legado de don Jesús Terán”.
La primera sorpresa fue que la Ciudad Terán ya no existía como tal, pues había sido descendida a la categoría de Delegación.
Y cuando llegué al parque florido que estaba pensando volver a disfrutar como marco de la estructura arquitectónica en cuyo centro destacaba la estatua de Jesús Terán inaugurada en 1992, me encontré con que el panorama no podía ser más desolador: los vecinos presenciaron cómo, en el nuevo milenio, se fue atrasando su mantenimiento hasta convertirse en un zacatal espeso de más de dos metros de altura, nido de malvivientes; además, la superficie, que ocupaba toda una manzana, ya estaba empezando a ser invadida por construcciones, seguramente autorizadas por el propio Ayuntamiento.
Pero con el pretexto de que la estructura arquitectónica servía para ocultar a los drogadictos, la única solución que encontraron los funcionarios municipales consistió en demolerlo y cercar la manzana con malla ciclónica, remedio que resultó peor que la enfermedad porque acabó con el escaso uso que le daban los niños que practicaban algún deporte durante el día, quedando los malandrines como sus dueños absolutos durante la noche, pues además había desaparecido la iluminación original.
Después de todo esto podríamos pensar ¿Qué hizo la comunidad ante la destrucción de su medio ambiente tan necesario para el bienestar de sus familias? Nadie se inmutó; la falta de cultura cívica en los habitantes brilló por su ausencia. Si esa fue la respuesta de los más directamente afectados ¿qué podríamos esperar del resto de la población, a la que tanta falta nos hacen los espacios verdes?
¿Ignorantes o enemigos? Si toda esta destrucción fue cometida por ignorancia sería válido preguntarse ¿cómo es posible que lleguen a ser funcionarios del municipio personas que desconocen su historia y desprecian la ecología?
Ahora bien: si la conocen y por eso actúan así, solo queda como respuesta el suponer que son enemigos jurados de Jesús Terán; pero si esa fuese su postura, tendrían que explicarnos porqué y, si nos convencieran, tendríamos que aceptar sus motivos para acabar reconociendo que los administradores de la UAA tienen razón en negar que Jesús Terán fue su fundador; en quitarle el nombre al mercado Jesús Terán; al aeropuerto Jesús Terán; al fraccionamiento Jesús Terán; a la calle Jesús Terán; al Auditorio Jesús Terán del Archivo Histórico Diplomático Mexicano de la Secretaría de Relaciones Exteriores de la cual fue su titular con Benito Juárez en los momentos más difíciles del inicio de la intervención francesa; demoler su estatua aquí y la que está en el Paseo de la Reforma; quemar los libros que lo enaltecen y, en fin, desaparecer todo lo que se refiera a él, como desapareció el Fondo Jesús Terán que la familia entregó al Archivo Histórico del Estado en 1991 y el otro Fondo que entregó hace pocos años al Archivo Municipal, etc. etc.
“El mono”. Digo esto, porque cuando empecé a preguntar a los vecinos de quién era aquella estatua, me decían que era “del mono”, hasta que, posteriormente, encontramos a uno de los habitantes fundadores, quien nos comentó que un día llegó una patrulla con elementos que desmontaron la placa de bronce que contenía la descripción de la persona allí representada y no la volvieron a ver. Eso, obviamente, fue hecho con toda la intención de que se olvidara su identidad. Y sí, les dio resultado porque al cabo de los años ya los nuevos habitantes desconocieron todo lo relativo al personaje, por lo que terminaron apodándole “el mono”. ¡Lamentable!
Pero además eso no es todo: lo último que hicieron los funcionarios municipales en el año 2017, fue borrar el nombre de la Delegación Jesús Terán para sustituirlo por el de un santo, a pesar de que se creó otra delegación que no tenía nombre. La intención es clara.
Y si nadie levanta la voz para evitar que desaparezca el nombre de Jesús Terán, continuará la obra destructiva de sus enemigos que hasta la fecha solo han actuado a tras mano, sin dar la cara, lo que deja, también en claro, cuál es su calidad moral.
LOS AMIGOS DE JESÚS TERÁN. Regresando a nuestra historia del 2013, después de encontrarme con aquel panorama desolador que contradice todo lo asegurado por el gobernador Barberena, consideré que mientras no hubiera ciudadanos que exigieran cuentas a los funcionarios de gobierno, difícilmente se corregiría la falta de respeto que por la Historia parecen demostrar con su conducta.
El año 2014 estuve madurando la idea y la visita que anualmente realizábamos un minúsculo grupo a Jesús Terán ante su tumba con motivo de su natalicio, la del 14 de enero del 2015 se convirtió, oficialmente, en el nacimiento de la Agrupación Cívica y Cultural “Amigos de Jesús Terán” con dos propósitos:
El primero consistió en empezar a difundir la vida y la obra de Jesús Terán en la comunidad.
El segundo, promover ante la Cámara de Diputados la promulgación de la ley que declarara el año 2016 como el “Sesquicentenario de la muerte de Jesús Terán”, en lo que nos avocamos a trabajar de inmediato.
“Año del bicentenario del natalicio de Jesús Terán”
Por la unidad en la diversidad
Aguascalientes, México, América Latina