- El cambio de procuraduría a fiscalía ha sido largo y todavía hay muchos detalles por afinar
- Autonomía política, transparencia, desarrollo institucional, normativo y ritmo de transformación son algunos de los retrocesos que encontró la asociación en el cambio de PGR a FGR
Dejar atrás la Procuraduría General de la República (PGR) para consolidar la Fiscalía General de la República (FGR) si bien era el “complemento lógico” para el cambio al sistema de justicia penal acusatorio, no ha sido un proceso fácil, pues todavía hay algunos factores que necesitan repensarse y reflexionarse para que la FGR funcione idealmente.
Lo anterior se puede corroborar en el estudio De procuradurías a fiscalías: observatorio de la transición 2020, error 404 ¿hubo problemas al instalar el programa?, realizado por México Evalúa para ver cuáles han sido los aciertos y los tropiezos que se han observado en esta transición.
Aunque la publicación de la Ley Orgánica de la Fiscalía, en el 2018, fue un punto de partida para la FGR “en la práctica no fue más que el primer paso para dejar atrás a la antigua PGR”, ya que todavía “Quedaba todo por delante en la misión de dar forma a una fiscalía autónoma encargada de la investigación de los delitos del orden federal, capaz de actuar con independencia y respeto a los derechos humanos, guiada por criterios estrictamente objetivos y eficaz en la persecución pena”, señaló Edna Jaime, directora general de México Evalúa en la presentación del análisis mencionado.
Una de las conclusiones más enfáticas del estudio fue que esta nueva y todavía en ciernes FGR no tiene voluntad política “para realizar la transición institucional” sino que, al contrario, todavía vieron un retroceso en el “proceso de transformación” que debería estar teniendo para que sea más efectiva a la hora de procesar y de actuar con el sistema de justicia.
Los cuatro puntos que conformaron el subíndice de transformación, el peor evaluado en el estudio diseñado por México Evalúa, fueron; autonomía, desarrollo institucional, desarrollo normativo y ritmo de la transformación. En todos encontraron un retroceso.
El documento explica que la FGR no ha entendido la autonomía política “como independencia de la actuación con una toma de decisiones basadas únicamente en los criterios técnicos de los casos, sino como un aislamiento de las demás instituciones con las cuales la FGR debe articular su trabajo”, como con la Secretaría de Gobernación o con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, entre otras. Esta falta de coordinación, dice el documento, impacta de forma negativa en los resultados que debe de lograr la FGR, cambios para los que fue implementada esta fiscalía.
Además, otros de los retrocesos importantes encontrados por México Evalúa fue el de la transparencia, pues “no se atienden las solicitudes de acceso a la información que se le formulan y la información que se publica en su portal de internet tiene importantes asimetrías, inconsistencias y rezagos en su actualización”, lo que no abona a tener una mayor participación ciudadana.
Algunas de las recomendaciones que se hacen para que el cambio a la FGR tenga el éxito deseado fueron; fomentar el diálogo y la coordinación institucional entre los distintos operadores y ámbitos de gobierno que tiene el sistema de justicia; actualizar la información pública y atender las solicitudes de información en aras de propiciar más participación ciudadana; o propiciar y desarrollar más ejercicios de participación ciudadana que abonen a la investigación penal estratégica, entre otros.