APRO
Un cohete de la compañía SpaceX, propiedad del multimillonario Elon Musk, estuvo a punto de impactar con un objeto volador no identificado, admitió la propia Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés).
El hecho ocurrió una vez que SpaceX y la NASA lanzaran con éxito a cuatro astronautas en órbita a bordo de una nave espacial SpaceX Crew Dragon.
El despegue transcurrió sin problemas, pero la tripulación de cuatro personas experimentó un susto mientras se dirigían a la Estación Espacial Internacional cuando se les notificó de una posible colisión con un objeto no identificado.
“El equipo de la NASA / SpaceX fue informado de la posible conjunción por el Comando Espacial de los Estados Unidos”, reveló la portavoz de la NASA Kelly Humphries, de acuerdo con una nota publicada por el sitio web Futurism. “El objeto que se está rastreando se clasifica como ‘desconocido'”.
No había tiempo para realizar una maniobra de evitación para apartarse del camino del objeto, dijo Humphries al portal de internet con sede en Nueva York.
En cambio, SpaceX advirtió que los astronautas se pusieran sus trajes presurizados en caso de una colisión.
“La posibilidad de la conjunción se acercó tanto al tiempo de aproximación más cercano que no hubo tiempo para calcular y ejecutar una maniobra de evitación de escombros con confianza, por lo que el equipo de SpaceX eligió que la tripulación se pusiera sus trajes de presión por precaución ”, añadió Humphries.
La portavoz del Comando Espacial EU, Erin Dick, dijo también a Futurism que el Pentágono notificó a la NASA de la posible colisión aproximadamente siete horas después del lanzamiento de la nave espacial.
“Después de un análisis más detallado, el 18º Escuadrón de Control Espacial determinó rápidamente que no había amenaza de conjunción, que todos a bordo están a salvo y la nave espacial no estaba en riesgo”, dijo Dick.
En retrospectiva, añadió Humphries, el acercamiento más cercano del objeto fue a 45 kilómetros de la nave espacial, no muy lejos en la gran escala del espacio, pero lo suficientemente cerca como para preocuparse.
La vocera agregó que “no había ningún peligro real para la tripulación o la nave espacial”.
La misión fue integrada por el francés Thomas Pesquet, el japonés Akikho Hoshide, y los estadunidenses Megan McArthur y Shane Kimbrough.
La misión despegó el viernes pasado desde el Centro Espacial Kennedy, ubicado en el estado de Florida, y se sumaron a la misión Crew-2.
Medios estadunidenses difundieron además imágenes en video del presunto ovni, atribuidas a la propia Space X.
