- Recurso iba destinado a centros de prevención a las adicciones y salud mental
- A pesar de ello se trabaja en detectar problemas mentales y canalizarlos a tiempo
Está comprobado que una mejor salud mental de la población contribuye al crecimiento económico y social de la entidad, al representar grandes beneficios, señaló Francisco Javier Pedroza Cabrera, director de Salud Mental y Adicciones del Instituto de Servicios de Salud del Estado (Issea), al considerar que los efectos por la pandemia, los han tenido que enfrentar a pesar del recorte de la Federación.
Con un recorte aprobado de más del 50% de presupuesto, de poco más de cinco millones de pesos, ahora para la atención de la salud mental del estado ha recibido el 2020 y el actual dos millones 300 mil pesos para el rubro de adicciones y salud mental, los cuales son distribuidos en ocho centros en el estado: cuatro dedicados a la salud mental y cuatro de prevención a las adicciones. El recurso que se recibe del gobierno estatal es de poco más de 15 millones y medio de pesos.
“Es un tema delicado, sí tuvimos por parte de la Federación, principalmente al área de adicciones, recibimos casi nada para el programa de salud mental en el estado; la contribución que se hace es principalmente de Gobierno del Estado con aprobación del Congreso; entonces sí el recorte claramente afecta la atención”, manifestó el funcionario.
Señaló que, a pesar de esto, con los recursos, que cuentan tratan de revertir esta pirámide de atención, lo que significa que no esperan a que las personas busquen el servicio, sino salir a las colonias y comunidades a detectar de manera oportuna a quienes pueden presentar alguna problemática de salud mental.
Adelantó que en el sector salud se lleva a cabo una capacitación con la finalidad de reducir la brecha de atención en salud mental, con una identificación oportuna del paciente cuando los problemas están iniciando y hacer la canalización oportuna de atención.
El principal grupo etario de problemas de comportamiento e intentos de suicidio en el estado son los jóvenes de entre los 18 y los 29 años, lo que significa que las personas que ven una solución en este acto gestaron el problema desde la infancia y evolucionó en la adolescencia hasta llegar un momento en el que estallan.
“Por eso, la detección oportuna de salud mental que se realizó en los diferentes subsistemas de bachillerato y la atención que se pueda lograr a través de los sicólogos, ampliando el abanico de atención va a poder disminuir estos problemas de la población de Aguascalientes”, manifestó el responsable de la salud mental en Aguascalientes.
Adelantó que en el corto plazo se podrán percibir las consecuencias del encierro en los niños, pues parte importante de su desarrollo sicosocial tiene que ver con la interacción social, aunque también destacó su capacidad de resiliencia, lo que logra que, al ser detectada una problemática a tiempo, fácilmente pueda revertirse.