- Se necesita impulsar el desarrollo de carreras en las que actualmente puede haber más inserción laboral
- El modelo de la educación superior debe de reflexionarse y pensarse para el México del siglo XXI
Antes de que se dé otro paso en nuevas políticas públicas para la educación superior, el exgobernador de Aguascalientes, Otto Granados, opinó que debe hacerse una revisión en la oferta educativa de las universidades y en la demanda de los profesionistas que tienen las empresas y los nuevos mercados en la sociedad actual.
Para LJA.MX, el también exsecretario de Educación Pública y quien fuera secretario particular de Jesús Reyes Heroles dijo que “en el caso de la educación superior, yo creo que hay que pensar muy bien cómo está la oferta y la demanda en estos momentos”.
Prosiguió: “en el país hay más de cinco mil cien instituciones de educación superior, entre universidades tecnológicas, politécnicos y demás, y tenemos, según las cifras de la SEP del último ciclo escolar más o menos cuatro millones cien mil estudiantes y una cobertura del 42% en el ciclo de edad típico, o sea, entre los 18 y los 23 años, sin embargo, estamos enfrentando algunos cuellos de botella muy importantes en materia de empleabilidad, en materia salarial, en materia de que las universidades quizás no estén formando los suficientes estudiantes en las disciplinas que ahora se necesitan”.
Desde su perspectiva, ahora se necesita reforzar la matrícula en carreras como ingenierías, ciencias de la salud, tecnologías de la información y la comunicación, lo que todavía no se ha logrado.
“Entonces, tenemos una asimetría porque la mayor parte de la matrícula está concentrada en ciencias sociales, humanidades, administración, contaduría y demás, y en las otras, que son las que están mostrando más inserción laboral, y mejor, tenemos una matrícula muy rezagada. Hay un desbalance”, profundizó.
El exgobernador de Aguascalientes también dijo que antes de plantear temas aspiracionales como la gratuidad en la educación superior, a la que todavía no se llega, “tenemos que hacer una reflexión muy de fondo sobre si la composición que tenemos hoy del modelo de educación superior es el adecuado para un México del siglo XXI, o no. Y ahí está un poco la discusión”.




