Quizá ninguno de nosotros imaginábamos un verano tan lluvioso para este 2021. Las probabilidades de lluvia eran pocas y esperábamos unos meses de mucha sequía. Milagrosamente, las condiciones climatológicas cambiaron y tenemos lluvia en abundancia.
Regularmente estamos acostumbrados a un día con lluvia y semanas sin gota alguna, pero estas últimas semanas la cosa ha sido diferente, los días lluviosos sobrepasan nuestra media y, si una sola lluvia vuelve nuestra ciudad un caos, muchas nos hacen caer en la locura.
Es imposible saber con exactitud en que zona de la ciudad lloverá para poder prevenir algo, uno puede calcular por las nubes si tocará agüita por donde andamos o no, pero la verdad es imposible lograrlo con precisión, pues el viento y el resto de las condiciones climáticas pueden cambiarlo todo y con un cambio repentino me refiero a quedarnos estancados un rato en lo que pasa el fenómeno o bien darnos una buena empapada.
Diría uno por ahí, bueno fuera nada más eso, pero no es así, las inundaciones y los daños en el asfalto son inevitables cada vez que se presenta la lluvia.
Antes de que comenzara el periodo de lluvia el pavimento era un desastre, hoy en día está peor ¿y por qué? simplemente porque el mantenimiento a las calles no es el más adecuado, sin dejar a un lado el que en ocasiones el asfalto que colocan por primera vez es de muy mala calidad.
Un ejemplo de ambas cosas es la Avenida Siglo XXI, conocida como Tercer Anillo donde pocos tramos se encuentran en buen estado y el resto solo desgasta nuestras llantas y vehículos, ni Checo Pérez podría hacer algo al respecto debido a las condiciones en las que transitamos.
El continuo paso de los camiones de carga y el lento, escaso y mal mantenimiento ocasiona que cada vez que transitamos por Tercer Anillo nos sintamos como en un viaje a la Luna donde la suspensión de nuestro vehículo se ejercita mientras nosotros en el interior nos balanceamos un poco o mucho al son de los baches.
El problema es que en ocasiones al tratar de esquivar los baches o caer en uno se producen accidentes, pues es inevitable el tener que reducir bruscamente la velocidad cuando ya los tenemos en la punta de nuestros vehículos y no hay espacio para maniobrar.
Quizá sea el periodo en el que más ganancias registre una vulcanizadora, pero lo cierto es que en algunos momentos una llanta en estas condiciones tiene poco tiempo de vida efectiva, inclusive si tiene garantía, pues parchar un neumático 4 veces en un mes es algo que no es conveniente para el seguro.
Pero como ciudad, con el paso de los años seguimos presentando el mismo problema de acumulación de agua en las calles. Si bien es cierto que el sistema de drenaje no es capaz de absorber las grandes cantidades de agua que deja a su paso una tormenta y que es importante ampliar la infraestructura, la basura también es un factor clave en estos casos.
A simple vista las calles lucen limpias, pero cuando llueve y podemos observar la cantidad de basura que se acumula en las alcantarillas nos quedamos asombrados de todos los desechos de los que muchos ciudadanos no se hacen responsables.
Si en Aguascalientes hay casi 1 millón de habitantes (940,990) y el 5% de la población tira basura en la calle, por un solo desecho de cada uno de éstos hablamos de una cantidad de 47,449 botellas de refresco, envolturas de galletas y desechos en general, por lo que no toda la culpa la tiene la infraestructura sino también la ciudadanía.
Gracias a esta basura, cuando llueve, las calles tienen grandes acumulaciones de agua, 50 cm o más en algunos momentos, por lo que todo se ve afectado, la seguridad de los ciudadanos que se desplazan a pie, las viviendas que se inundan y la circulación vehicular que se entorpece o para totalmente.
Como ciudadanos de a pie, en ocasiones aún con botas para la lluvia nos empapamos de pies a cabeza, algunas avenidas como López Mateos se vuelven peligrosas para cruzar mientras nos preguntamos que es lo que necesitamos para circular, balsas de kayak para los de a pie, remos y vehículos híbridos, sin que sean necesariamente eléctricos sino acuáticos para los conductores de autos particulares y servicio de transporte.
Así que, la Venecia de las Aguascalientes puede mejorar en tiempos de lluvia si somos más responsables en el automanejo de nuestros desechos, quizá el problema no va a solucionarse al ciento por ciento, pero si puede mejor visiblemente al no saturarse las alcantarillas.
Para que la temporada de lluvia sea más pasadera es importante no arriesgarse ante una inundación, a pie o vehículo, finalmente en algún momento el agua bajará y es mejor esperar que ponerse en riesgo.
Aún nos quedan algunos días de lluvia, afortunadamente, así que apliquemos la sana distancia y quedarnos en casa para evitar enfermarnos, pero sobre todo seamos responsables con nuestra basura, que ese sea nuestro granito de arena, quizá lo difícil sea comenzar mientras que los beneficios los disfrutaremos cada vez que llueva.
Laus Deo
@paulanajber