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CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En el Día Mundial del Alzheimer, la jefa de Servicio de Neurología UMAE Hospital de Especialidades, Centro Médico Nacional “La Raza”, Leticia Martha Hernández Juárez, del IMSS, advirtió que esta enfermedad se puede desarrollar en población productiva de entre 35 y 50 años, cuando el promedio de pacientes lo presentan después de los 60 años.
“Es importante decir que la pirámide poblacional se está invirtiendo. ¿Qué quiere decir esto? Que cada vez, año tras año vamos a ser más personas mayores las que vivamos en este país. Aproximadamente, en una población de más de 120 millones de mexicanos, 350 mil personas las que padecen de demencia Alzheimer”, indicó en un video de 24:05 minutos.
Para el 2030, está pronosticado que se duplicará el número de pacientes con Alzheimer y el número de pacientes en riesgo y conforme más pasa el tiempo y más años cumplamos estaremos en la lista de esa población vulnerable.
¿Qué es el Alzheimer?
Es una enfermedad crónico-degenerativa del sistema nervioso central. Se caracteriza por la pérdida de la memoria, pérdida para poder hacer procesamientos o juicios, pérdida de algunas actividades que tienen que ver con nuestro día a día”, añadió.
Es una enfermedad discapacitante, que tiene varias etapas la enfermedad y en importante detectarlas a tiempo, porque el paciente comienza a olvidar dónde dejó las llaves, un documento importante, el nombre de las cosas o de los objetos, lo que acaba de realizar en ese momento o unas horas antes, contó.
“La enfermedad en sí, cuando comienza, a veces la familia o los amigos lo toman como que ‘es un tanto olvidadizo’, ‘está preocupado, tenso, ansioso, tiene tantas cosas en su vida que acaba de olvidar lo que acaba de comer’, por eso, en este periodo podemos buscar la atención de un médico” para hacer un diagnóstico diferencial.
También los síntomas se pueden confundir con enfermedades de la tiroides, diabetes o pueden estar combinadas que pueden crear pequeños infartos cerebrales y alterar la memoria, sin que eso sea Alzheimer.
“Esto quiere decir que el Alzheimer también no se puede presentar de manera esporádica, sino que también las enfermedades crónico-degenerativas pueden hacer más severo el curso de la enfermedad”, dijo.
En la etapa de desarrollo de la enfermedad, el paciente puede sentir frustración porque se le olvidan las cosas, se enoja, puede tener cambios en la personalidad lo que provoca que el paciente no reconoce la enfermedad y la familia se da cuenta que “ya no es el mismo de antes” y hay problemas en la dinámica de la familia.
Es en esta etapa de la enfermedad cuando el paciente llega a los servicios médicos y necesita el apoyo de un neurólogo, de un psiquiatra, porque no solo es un problema de memoria, sino también con el comportamiento de los pacientes.
“En estadios más avanzados de la enfermedad, el paciente ya no es capaz de tener un diálogo coherente”, indicó.
¿Cuál es el tratamiento?
Para los médicos neurólogos, entre más temprano se reconozca la enfermedad mejor será la calidad de vida del paciente.
“Existen test o pruebas psicológicas donde se evalúan los dominios cognitivos del paciente para determinar si tiene o no Alzheimer y después de realizar estas pruebas y descalificar al paciente en la presencia de sus síntomas es cuando nosotros podemos dejar algún tratamiento médico farmacológico” y otra parte importante es cómo puede la familia ayudar al paciente y la empatía entre parientes y comunidad.
“Es una enfermedad que desgasta mucho psicológicamente a la familia, por lo regular alguien de la familia tiene que dejar su trabajo o tiene que sacrificar algunas de sus actividades para poder estar con su familia, así que no solo hablamos de la pérdida de la calidad de vida del paciente, sino de la pérdida y alteración de la misma familia”, añadió.
¿Y los asuntos legales?
Se tienen que contemplar, dijo, porque, en algún momento de su vida, va a dejar de saber quién es y la familia debe tomar una decisión.
“Del apoyo que la familia debe dar al paciente, es importante que el paciente no se sienta mal y es importante el apoyo familiar para ir rehabilitando las funciones mentales que han ido perdiendo los pacientes. Los médicos recomiendan la ludoterapia”, apuntó.
