APRO/Raúl Ochoa
Asfixiada por una deuda que asciende a 10 millones de pesos, la Confederación Deportiva Mexicana (Codeme), asociación civil que aglutina a las federaciones deportivas y organismos afines, prepara su asamblea general ordinaria electiva 2021 para el lunes 20.
Pero la silla presidencial de esta asociación civil ya tiene nuevo dueño: Francisco Pancho Cabezas, con más de tres décadas al frente de la Federación Mexicana de Fisicoconstructivismo y Fitness, asumirá el cargo sin oposición alguna al tratarse de la única planilla registrada.
Finalmente, Cabezas accederá a la presidencia de la Codeme con el apadrinamiento de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), pese el riesgo que implica la injerencia gubernamental, por lo que el país ya ha estado en situación de ser sancionado de las competiciones internacionales, como sucedió previo a los Juegos Olímpicos Río 2016.
En su segundo intento por hacerse del principal cargo de la Codeme, después de su fracaso en el proceso electivo anterior, Pancho Cabezas releva en el mando a José Amado Aguilar Argüelles, luego de ocho años con esta responsabilidad.
Como en los viejos tiempos, el organismo que dirige Ana Gabriela Guevara intenta, a su manera, imponer el control de las federaciones por medio de infiltraciones en los procesos internos de estas asociaciones civiles, y con ello fomentar la duplicidad de organismos, en detrimento del deporte federado, aprovechando la ausencia del Consejo de Vigilancia Electoral Deportiva (Coved) que por ley le corresponde instalarlo.
De momento, la Conade ya se ha involucrado en las asambleas electivas de las federaciones de frontón, esgrima, boliche, tenis, hockey sobre hielo, tenis de mesa, karate, luchas, montaña y escalada, si bien estas asociaciones carecen del reconocimiento de las federaciones internacionales y del Comité Olímpico Mexicano (COM).
La transición en la Codeme llega en el peor momento posible: sin chequera, sin sello fiscal, sin recursos económicos, fuera del Sistema Nacional de Cultura Física y Deporte (Sinade) y una deuda que, de acuerdo con José Amado Aguilar, alcanza los 10 millones de pesos, de los cuales cuatro millones corresponden a pendientes con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, tres millones a los empleados y una cantidad similar por concepto de los litigios que promovieron dos de sus extrabajadores.
Para colmo, el nuevo consejo directivo de la Codeme estará conformado por personas que nunca se han parado siquiera por esta asociación civil, ni han tomado en cuenta los estatutos del organismo. De hecho, suelen efectuar sus asambleas fuera de la Codeme, excluida de la Ley General de Cultura Física y Deporte, en junio de 2013.
Así ha ocurrido con Jorge Castro (presidente de la Federación Mexicana de Esgrima), secretario; Federico Serna Altamirano (squash), tesorero; Ana Claudia Collado García (Juegos y Deportes Autóctonos y Tradicionales), comisario, y Adrián Teyechea (aikido), vocal.
La Codeme también tiene como presidente de la Comisión de Honor y Justicia a Miguel Cervantes Ledesma, titular de la Federación Mexicana de Tenis de Mesa, que tampoco cumple con los estatutos de la asociación civil, y por ello su consejo directivo y su periodo de gestión no están vigentes.
El secretario de la comisión es Jonathan Pedroza, vicepresidente del consejo directivo de la Federación Mexicana de Luchas Asociadas, que tampoco goza del reconocimiento de la Codeme y es señalado de operar para la Conade en el caso de la Federación Mexicana de Karate y Artes Marciales Afines, que pugna a favor de Óscar Godínez Balbas, presidente reconocido por ese organismo, no así por la federación internacional y del COM.
En medio de la peor crisis del llamado deporte federado tras haber quedado fuera de la legislación deportiva y, por ende, de los recursos del erario, a punto de ceder la estafeta José Amado Aguilar recuerda, en entrevista con Proceso, las dos advertencias que su asociación civil turnó al presidente del COM, Carlos Padilla, del intervencionismo gubernamental de la Conade en vísperas de los Juegos Olímpicos en sus ediciones Río 2016 y Tokio 2020.
En la primera, detalla, la Codeme convocó a una asamblea extraordinaria en la sede del COM en 2016 para denunciar el intervencionismo en las federaciones de Alfredo Castillo, entonces director de la Conade. En consecuencia, se aprobó un oficio que fue turnado a Padilla para transmitirlo al Comité Olímpico Internacional (COI).
“Así lo hizo, y el COI envió un comunicado al presidente Enrique Peña Nieto, quien giró las instrucciones a Castillo”.
Dice que el motivo de dicha reunión fue originado “por varios pleitos en las federaciones de tenis, karate y taekwondo. A Padilla le avisamos que (Castillo) se estaba metiendo (en los procesos internos de las federaciones). Estoy de acuerdo que el Coved no se haya instalado, pero en ningún lado de la Ley General de Cultura Física y Deporte se indica que alguien puede sustituirlo; es decir, otro departamento, sea cual fuera. Por lo tanto, el Coved no existe, y es el que iba a realizar las funciones de la Codeme”.
En abril pasado Proceso documentó en su edición 2318 que una disputa legal en las asambleas de elección de las federaciones de tenis y boliche detonó un nuevo aviso de la Codeme al COM.
Por medio de un oficio, fechado el 3 de marzo pasado, Aguilar Argüelles solicitó a Padilla que, en su calidad de garante del respeto a la Carta Olímpica, notificara al COI del intervencionismo de la Conade en las elecciones internas de las federaciones nacionales de boliche y tenis, al tiempo de recordarle que el organismo gubernamental ya había incurrido en algo similar previo a Río 2016, a punto de que el COI excluyera al país de esos Juegos Olímpicos.
Amado Aguilar agregó que los actos de la Conade “vulneran el derecho a libres elecciones contemplado en los Principios Fundamentales del Olimpismo”.
El martes 14, Aguilar Argüelles todavía abrigaba la esperanza de que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público le devolviera el sello fiscal, confiado en que la Codeme, “al día de hoy, está al corriente en los pagos hacendarios”.
Tras la desbandada que supuso la exclusión de la Codeme de la legislación deportiva, de las mil 590 asociaciones registradas únicamente 400 están reguladas, y otras 15 han desaparecido, según Aguilar Argüelles.
De hecho, Proceso tuvo acceso a los registros de esta asociación civil que sólo tiene constancia de las elecciones de 27 federaciones conforme a los estatutos de la Codeme; 34 no están vigentes en sus consejos directivos y periodos de gestión, y en 19 de ellas sus elecciones no han sido avaladas por la asociación civil.
Aguilar Argüelles tiene una explicación en el caso de las asociaciones que no están reguladas. “Se fueron por la libre cuando vieron la oportunidad”.