La contaminación sonora es un problema persistente sobre todo en las ciudades. Los altos niveles de ruido constante generan problemas de salud en los seres humanos y animales, que van desde dificultades para dormir hasta la ansiedad, estrés y otros padecimientos psicológicos.
Para solucionar este problema, en Francia han diseñado un dispositivo que permite detectar aumentos súbitos de decibeles para sancionar a las personas que los estén causando. Específicamente, en la ciudad de París se han instalado los radares medusa, los cuales cuentan con varios micrófonos instalados y cámaras de 360 grados para detectar el origen del sonido y obtener una imagen.
Teniendo en cuenta que la mayor parte de la contaminación acústica proviene de vehículos motorizados, como automóviles, motocicletas y camiones, el radar medusa busca identificarlos y generar una sanción económica al instante. El aparato, diseñado por Bruitparif, puede detectar diversos sonidos a la vez y aislar el que supere los decibeles permitidos, para entonces fotografiar al causante e identificarlo.
Al momento solo se han instalado en las calles de París, sin embargo se pretende que en las siguientes etapas de las pruebas piloto se sumen más ciudades francesas. En este periodo inicial, que llegaría hasta 2022, no se establecerán multas. Tampoco se han anunciado públicamente cuales serán los decibeles máximos permitidos ni los montos económicos de las sanciones.
Si la implementación de estos dispositivos resulta exitosa, podrían aplicarse de forma permanente en toda Francia e incluso llegar a otros países, principalmente en Europa. Así, se pretende terminar con uno de los problemas más frecuentes en las ciudades que hasta ahora no había sido abordado de forma eficaz.