“Pues ya le estás poniendo fecha, ¿no?”. Seguro todos han escuchado alguna vez una frase similar que se usa con la pretensión de hacer un plan. Los tomadores de decisiones de los países empiezan a tener estas frases y estas fechas para planes que tienen que ver con el futuro de toda la humanidad. ¿No les aterra? Tuvo que ser la ONU (Organización de las Naciones Unidas) la que ha propuesto que los países desarrollados dejen de producir vehículos de combustión en 2035. ¿Se imaginan? Para 2035 (en 14 años); bueno, que yo ni siquiera habré terminado de pagar el auto que acabo de comprar en la agencia. 14 años para pagar un carro, 30 años para pagar el crédito por comprarte una casa, en la que apenas cabes con tus dos hijos (ya no digamos de tener más hijos).
Tengo 46 años. Mis hijos de 18 años me han amenazado con: “Ni esperes nietos, eh, viejo. Primero le doy la vuelta al mundo varias veces, antes de esclavizarme en la educación y cuidado de un niño”.
Prohibimos la reproducción humana. Prohibimos la fabricación de vehículos de combustión. Prohibamos la caza, la tala de los montes. Esterilicemos a los gatos, a los perros, a los mayores de 40 años: vasectomías, ligaduras de trompas de Falopio. ¡Ya no cabemos!
¡Sigamos teniendo esperanza en algún dios! En mientras, por favor, que los primeros en aplicarse la vacuna sean los sacerdotes. Es necesario porque ellos son los más cercanos a dios, y pedirán por nosotros, los simples mortales. ¿Y por qué los sacerdotes no le piden a dios que acabe con el virus? Ah, perdón, ya entiendo.
Vamos a marchar a favor del aborto. Vamos a marchar en contra del aborto. Libertad sexual. Sexo responsable. Manifiesto homosexual o pansexual, o contrasexual. Libertad de expresión. Oye, que callen a esa chica de la radio, de la televisión, a esa youtuber, que no deja de quejarse de todos los programas, y que se dedica a incitar el odio a las minorías, que ataca a las chicas de moral distraída.
Prohibamos todo, todo, la ropa, las palabras, las letras, la literatura, que un hombre hable de mujeres, que los hombres hablen de la maternidad. ¡Qué miedo tienen hoy los escritores varones que tienen que disfrazarse usando como seudónimo el nombre de una mujer para que su obra no sea descartada en los concursos! ¿Hasta eso nos quieren robar? ¡Es a nosotras a las que se nos impedía publicar! Vengan las antologías de cuentos sólo de mujeres, los foros sólo de mujeres, las fiestas sólo de mujeres, las Olimpiadas solamente de mujeres. Concurso de mujeres arquitectas. Clínica pediátrica sólo para niñas y jovencitas, prohibido atender niños o jovencitos.
Día de la Niña, de la Madre, de la Abuela, De la mujer Soltera, Día de la tía, Día de la Mujer que no quiso ser Madre. Día de la Tolerancia y Día de las Intolerancias, de todas las intolerancias, y si no te gusta, no me importa: ¡Que le corten la cabeza!
Más minoría serás tú: whitexican millonario, clasemediero lector, te odiamos todos. El señor es mi pastor, mi cuita y mi prisión. ¿No vas a llorar por eso, verdad? ¡Se hombre! ¡Pero no tanto, tampoco exageres! Sé un hombre que sea capaz de no aceptar ser jefe de una mujer. Pero, claro. Se un hombre que no quiera ganar más que una mujer, y tampoco te quejes si una mujer gana más que tú. ¡Se hombre y no te quejes! ¿Qué harás? ¿Tomarás las calles con pasamontañas y martillos? ¡¿Rayarás los monumentos?!
¿Ya mandaron la factura de los 200 martillos que se usaron el mes pasado en la marcha? ¡Hay que hacer otro pedido, ya viene el Día de la Escritora! Que lo pague otro diputado, u otro partido, a mí ni me vean, esta vez me va a tocar ser Oposición.
Ya por favor, basta.
Paren el mundo que me quiero bajar. El último en salir que apague la luz.