- La probabilidad y la estadística no son ciencias para la publicidad o la propaganda
- Otros países regulan ya estos ejercicios y están en manos del organismo electoral
Ante el sinnúmero de encuestas que comenzaron a darse a conocer por diversos medios, especialmente las redes sociales, a fin de definir a un posible ganador a la gubernatura de Aguascalientes, incluso antes de que culminara el proceso electoral anterior, el vocal ejecutivo del Instituto Nacional Electoral (INE) en Aguascalientes, Ignacio Ruelas Olvera, considera necesario que el legislador ponga un alto y regule este tipo de ejercicios utilizados como propaganda política.
Recordó que la naturaleza de la probabilidad y la estadística es crear una inferencia a partir de comportamientos aleatorios y que puedan dar un sentido de las cosas, por ejemplo el Conteo Rápido que forma parte de los procesos electorales, el cual busca ser tan eficiente como el cómputo que hace evidente un resultado indiscutible.
Consideró que la probabilidad y la estadística no son ciencias para la publicidad o para la propaganda, pues en un mismo día se pueden revisar cuatro o cinco encuestas y todas darán resultados diferentes de entre los mismos candidatos.
El funcionario federal observó que las encuestas utilizadas en un proceso electoral como propaganda llevan a una serie de confusiones, cuando en su exactitud y factibilidad demoscópica son instrumentos sumamente importantes para autoridad electoral o para quien necesite que su lectura sirva de verdadera influencia para tomar una decisión o para generar una política pública, pero no de propaganda electoral.
Recalcó que sólo el Poder Legislativo tiene la facultad de regular estos ejercicios mediante una normativa que deje satisfacción colectiva y que no se preste a cochupos y manipulaciones, y compartió que en un mismo momento recibió tres solicitudes de participación de distintas encuestadoras, las tres eran robots, y la elaboración de la pregunta está fuera del buen uso del lenguaje, de tal forma que la elaboración del cuestionamiento orille a responder lo que la encuesta quiere en función de quien la paga.
Reiteró que el legislador deberá de origen valorar que una encuesta no es un instrumento de propaganda, sino un instrumento para tomar decisiones, pues no es posible una campaña sin estos ejercicios para perfeccionar el discurso, la estratificación social, distribuir los temas en la población adecuada, dirigir las soluciones a los grupos adecuados, “entonces una encuesta es fundamental, menos para propaganda”, subrayó.
Destacó que en muchos países esta situación ya está regulada, de tal manera que la autoridad administrativa del proceso electoral es la que difunde los resultados de las encuestas, no así los partidos, ni los candidatos, ni terceros.
En cuanto a los procesos internos de los partidos políticos, manifestó, “creo que es un momento oportuno para que, con un ánimo serenado, la democracia interna de los partidos sea producto de un diálogo interno; creo esa es la solución en un proceso de democracia interna”.