La industria aeronáutica ha ido aumentando su competitividad entre los actores al ver una mayor proliferación del transporte aéreo como opción viable en el desempeño de labores de los clientes, de manera para repartir este pastel ha surgido una tendencia a nivel internacional de la consolidación de los actores de la industria a través de crecimientos inorgánicos con adquisición de competidores de la industria para lograr una reducción del costo prorrateado de las rutas aéreas y la maximización de utilidades.
Aeroméxico, la más grande aerolínea mexicana, ha resentido en gran medida esta competencia férrea en los años recientes donde registró en 2018 y 2019 pérdidas netas por un total de $1,872 y $2,368.9 millones de pesos respectivamente lo cual pone en una situación sumamente complicada de cara a poder seguir operando de manera rentable.
En 2020 sólo acumuló malas noticias al ocurrir la pandemia por COVID 19 lo cual presentó una mayor presión para las empresas de la aeronáutica y se tradujo en una pérdida de $42,529 millones de pesos para 2020, algo que sin lugar a duda puso una presión sumamente excesiva a la liquidez de Aeroméxico pero más importante es que la deuda a corto plazo es decir con un vencimiento menor a un año presentó un brinco importante desde $15,628 millones de pesos a $63,555 millones de pesos, algo que trae consigo una presión al vencimiento sumamente elevado.
Y en 2021 las noticias mejoraron pero no fueron las más idóneas ya que a cierre de tercer trimestre ha presentado una pérdida acumulada de $9,235 millones de pesos, lo cual se ha traducido junto con la situación de 2020 en la pérdida del total del capital contable para situarse en $42,962 millones de pesos en pérdida. ¿Cómo ha sobrevidido la empresa sin el capital contable?, pues básicamente a través de préstamos a corto plazo con el uso de prestamos sobrecolateralizados, es decir cuyos colaterales son muy elevados en el aforo, es decir entre el valor del colateral sobre el capital del préstamo. Pero esto sólo agrava el vencimiento de la empresa al aumentar la deuda a corto plazo a $76,461 millones de pesos, es decir un aumento aproximado de casi $13 mil millones de pesos.
Por ello Aeroméxico ha tomado la decisión de empezar el proceso del Capítulo 11 de las leyes de bancarrota en Estados Unidos para declarar la restructuración de la deuda mediante la protección del Capítulo 11, un proceso por el cual se conforma un comité de acreedores al que se le presentó anteriormente con fecha de octubre 2021 un plan de restructura de las deudas, así como un plan de acción de la empresa para la solvencia de la empresa para poder hacer frente a las obligaciones.
Esta restructura se ha visto detenida en los últimos días por una discrepancia con Apollo Management Fund, un fondo de capital y deuda privada, que no ha podido lograr aclarar una discrepancia por el precio de las acciones de la conversión de su deuda por un aproximado de $1,000 millones de dólares ($20,800 millones de pesos a tipo de cambio de día de $20.80 de 21 diciembre de 2021), esto se ha visto reflejado en el precio de acción de Aeroméxico que ha venido en picada desde el año pasado en donde a inicio de 2020 el precio por acción era de $15.98 y a 21 de diciembre de 2021 es de $2.21 en reflejo de una situación complicada para la empresa y presiones sobre el flujo de efectivo.
¿Qué pasa en caso de no completar el procedimiento de Capítulo 11?, entonces con la situación tan apretada de la empresa se podría hablar de una quiebra y con ello realizar el procedimiento de acuerdo con las leyes, en Estados Unidos es referente al capítulo 7 de las leyes de bancarrotadonde los acreedores junto a la administración realizan un plan para pago de créditos de acuerdo con la jerarquía de estos y a la propia jerarquía dictada para pago de obligaciones de la empresa de acuerdo con la ley para poder dar por concluidas las operaciones de la empresa. El problema son los créditos que han estado colocando muchos de los activos se terminarían por adjudicar a los acreedores con los derechos sobre la garantía lo cual reduciría en gran medida la distribución de activos.
En caso de lograrse el procedimiento se continuaría la operación de la empresa con el comité de acreedores dando seguimiento al pago de las obligaciones y buscando lograr la rentabilidad de la empresa para que en un futuro se logre tener los diferentes mecanismos de defensa y lograr una rentabilidad sana para evitar convertirse en el nuevo caso de Mexicana de Aviación.