El tráfico de drogas es uno de los principales problemas que enfrenta América Latina. En esta región del planeta se produce una gran cantidad de estupefacientes, las cuales son controladas por diversas organizaciones criminales. Además de los daños a la salud que conlleva el uso excesivo de estas sustancias, la violencia ocasionada por los grupos que buscan controlar este mercado ha dañado significativamente a la población latinoamericana.
Si bien la producción de drogas ilegales se concentra en diversos países de América Latina, como México y Colombia, la mayor parte de estas se consumen fuera de estos territorios. Estados Unidos es el principal consumidor de drogas en el mundo, por lo que es el territorio que más demanda.
De acuerdo a datos presentados por Our World in Data, Estados Unidos y Canadá son los países que tienen mayor porcentaje de población con alguna adicción asociada al consumo de drogas en todo el mundo.
Otro dato a tener en cuenta es el consumo de drogas en menores de edad. Cabe señalar que la edad mínima para beber alcohol en los Estados Unidos es de 21. Sin embargo, se ha encontrado que una décima parte del alcohol que se consume en este territorio es consumido por personas entre los 12 y 20 años, de acuerdo a datos publicados por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
El consumo de sustancias prohibidas en menores de edad no es un asunto menor. Este ha sido tratado en diversos medios, como la televisión. Un ejemplo claro es la serie de HBO Euphoria, estrenada en 2019. Esta ha ganado gran popularidad en todo el mundo, utilizando recursos explícitos para contar su trama.
Entre los temas principales que se abordan en esta serie está el consumo y la adicción a las drogas. Ha sido criticada por la forma en la que los trata, especialmente por el Drug Abuse Resistance Education Program (DARE) o en español, el Programa de Educación Preventiva Contra el Consumo de Drogas.
Esta organización ha comentado que Euphoria proyecta de forma errónea el consumo de drogas en la juventud y lo glorifica. De esta manera, en logar de desincentivar el consumo de sustancias nocivas, provoca que más jóvenes busquen entrar en estos círculos.
De cualquier manera, más allá de los efectos reales que la serie pueda tener en el consumo de drogas, queda claro que este es un problema importante de salud pública en los Estados Unidos. No obstante, en México y Latinoamérica las consecuencias llegan más allá, pues el tráfico de drogas ha provocado olas de violencia que han impactado fuertemente las comunidades locales.
De acuerdo a la organización no gubernamental Semáforo Delictivo, un 80% de los homicidios que ocurren en México están directamente relacionados con el narcotráfico, mostrado en su reporte del 2020. Es sabido además que la principal política de combate al narcotráfico, la llamada “Guerra contra las Drogas”, no ha ayudado a disminuir la actividad de los cárteles y por el contrario, ha aumentado la violencia que sufren millones de mexicanos.
Desde que Felipe Calderón inició con esta estrategia, han muerto 350 mil personas y más de 72 mil han sido desaparecidas, de acuerdo con datos oficiales que van de enero de 2006 a mayo de 2021. El número de efectivos militares en las calles ha crecido también con el paso de los gobiernos presidenciales, sin embargo la violencia y actividad delictiva no ha disminuido.
La consecuencias del consumo desmedido de drogas en los Estados Unidos se viven en Latinoamérica, pues mientras la demanda siga siendo tan extensa, las organizaciones criminales buscarán la manera de controlar el suministro. Las políticas públicas implementadas para solucionar este problema, lejos de ayudar han perjudicado a la población latinoamericana, creando una espiral de adicciones y violencia.