Sri Lanka, un país situado en una isla al sur de la India situada en el Océano Índico y hogar de 22 millones de personas pasa por la peor crisis económica de su historia, las protestas que piden enérgicamente la destitución del presidente Gotabaya Rajapaksa no se han hecho esperar, la escasez de alimentos se ha hecho presente en los hogares.
En una noticia que recorrió rápidamente los noticieros especializados financieros, Sri Lanka ha anunciado la imposibilidad de poder cumplir con los pagos de intereses de bonos internacionales en dólares, lo cual ha afectado en gran medida a la rupia de Sri Lanka pasando de un nivel de 200 rupias por Dólar Americano a 322.50 rupias por dólar americano en tan sólo un mes.
Esta historia empieza unos años atrás con un manejo ineficiente del gasto gubernamental, el déficit presupuestario se fue haciendo cada vez más grande hasta llegar a un punto donde para poder compensar este vacío se fue financiando en base a la emisión de deuda que fue volviendo insostenible los pagos de intereses dado los pocos ingresos que recibe el país dada su alta informalidad, ante ello el gobierno junto con el banco central que en este país tiene influencia directa del poder ejecutivo tomaron la decisión de imprimir dinero para hacer frente a los pagos de intereses, algo que derivó en un disparo de la inflación que fue desde 7.5% a 18.5% en tan sólo 2 años.
Adicionalmente la pandemia por COVID 19 ha logrado una reducción de la actividad económica importante, junto con la crisis energética ocasionada por la invasión rusa a Ucrania que ha disparado los precios de los commodities energéticos lo cual ha empeorado de manera considerable en los últimos meses la situación financiera de Sri Lanka.
El turismo, un ingreso importante para la economía de Sri Lanka, ha caído de manera considerable no sólo por la pandemia por COVID 19, también por la invasión rusa a Ucrania dado que el 30% de los visitantes del país provienen de Rusia, Ucrania, Polonia y Bielorrusia, países que se encuentran alerta por el conflicto bélico.
La deuda de Sri Lanka se calcula en $51 billones de dólares, mientras las reservas de Sri Lanka pasaron de encontrarse en $7 billones de dólares, a tan sólo $2.31 billones de dólares en dos años, ello ha ocasionado que se vean en la imposibilidad de poder hacer frente al pago, adicional que hay un pago de $1 billón de dólares por concepto de capital en Junio del año, mientras en total para el año hay un total de $4 billones de dólares por pago de capital en total.
Como medidas de contrapeso ante esta crisis ha sido el anuncio de cambiar la administración del banco central como independiente en una señal de mejora para los inversionistas y acreedores internacionales pero que puede que esta medida llegue tarde, adicionalmente se tomaron diferentes caminos para tratar de evitar la situación actual al recibir de parte de India un crédito por $1 billón de dólares algo que no parece resolver el problema de raíz, de una administración financiera deficiente, así como una presión agravada a los ingresos fiscales, si no que empujó la fecha del default de los créditos.
Adicionalmente se ha anunciado que el presidente del país ha accedido a tener negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para lograr recibir un rescate financiero, algo que anteriormente se mostraba el gobierno renuente a recibirlo y es que, al recibir un rescate del Fondo Monetario Internacional, este mismo impone una serie de medidas encaminadas a mejorar el perfil financiero del país, además de asegurar el correcto uso del recurso para aumentar las probabilidades de pago del rescate lo cual es un freno importante para la agenda política del presidente.
Otra de las medidas es el objetivo de reducir el déficit comercial en $7 billones de dólares, una tarea sumamente compleja para un país meramente importador además de buscar el ingreso de $5 billones de dólares por concepto de remesas, lo cual puede ayudar a un país sumamente metido en problemas económicos.