La madrugada del 25 de junio murieron al menos 37 personas al tratar de saltar la valla que separa la ciudad de Nador, en Marruecos, de Melilla. Los videos difundidos muestran la violencia e inhumanidad con la que estos migrantes fueron tratados.
Amontonados, inconscientes y en contención bajo la custodia policial, fueron obligados a permanecer así durante horas, mientras los policías marroquíes les propinaban golpes.
Las palabras del presidente de España han causado indignación en el mundo entero: “Ha sido un asalto violento, bien organizado, bien perpetrado y en este caso, yo creo que bien resuelto por parte de los dos cuerpos de seguridad, tanto de España como de Marruecos. Quiero agradecer también el trabajo del Gobierno marroquí”.
La crisis migratoria alrededor del mundo parece imposible de solucionar.
El incumplimiento de los derechos humanos de los migrantes es una noticia común y normalizada entre la población que, empujada por la xenofobia, pasa de largo sin relevancia.
En México, también son comunes las situaciones de violencia contra los migrantes a lo largo en las fronteras norte y sur del país.
Este lunes 27 de junio, por lo menos 42 migrantes fueron encontrados muertos esta tarde en el interior del contenedor de un tráiler que fue encontrado abandonado, en el sector suroeste de la ciudad de San Antonio, Texas.
Doce de las personas transportadas en el contenedor del vehículo, conocido como 18 ruedas, fueron rescatadas y enviadas a hospitales de esa ciudad.
El congresista republicano de San Antonio, Tony Gonzales, consideró esta la tragedia mayor de la crisis fronteriza en la historia del país, en lo que parece ser una operación ilegal de tráfico de indocumentados.
Apenas este fin de semana, la Casa del Migrante en Saltillo denunció tratos inhumanos a miles de migrantes venezolanos de parte del gobierno de Coahuila y el Instituto Nacional de Inmigración.
También esta semana, en el municipio de Nava, migrantes hondureños denunciaron que policías aventaron a una mujer de una de las tres patrullas en la que los transportaban con engaños, además de asegurar que seis de sus compañeros están desaparecidos.
En diciembre de 2021, 54 migrantes fallecieron tras la volcadura de un tráiler en el que viajaban sobre la carretera Tuxtla Gutiérrez-Chiapa de Corzo en Chiapas, en búsqueda de alcanzar la frontera.
Mientras, Estados Unidos aun con Biden como presidente, sigue presionando a México para que frene el incremento del flujo migratorio. Durante el gobierno de Donald Trump este obligó a México, con la amenaza de gravar con 5% las importaciones mexicanas si México no hacía algo al respecto. Así se desplegaron más de 25 mil elementos de la Guardia Nacional en las dos fronteras.
La percepción de la crisis migratoria en Europa ha tratado de contenerse con la mediatización de noticias positivas, la última, la aceptaciones de miles de los refugiados de guerra ucranianos, un acto indiscutiblemente humanitario que no influye en el resto de las acciones discriminatorias y violatorias contra migrantes de otros países.
México ha recibido miles de refugiados de origen ucranianos, alojados en albergues temporales, como el de Iztapalapa en la CDMX, y los de la frontera norte, donde conviven con migrantes de decenas de nacionalidades que tienen años, incluso, a la espera de lo mismo que los refugiados de guerra: cruzar la frontera con Estados Unidos.